tag:blogger.com,1999:blog-81165373880134568682024-03-19T15:51:47.505-07:00Leves desacuerdos con el feminismoMauricio Rubiohttp://www.blogger.com/profile/16103494584935408746noreply@blogger.comBlogger90125tag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-33868004512720421992017-08-20T19:00:00.001-07:002017-08-20T19:00:19.814-07:00Helí Alzate, las feministas y las prostiutas<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">La primera vez que
oí hablar de Helí Alzate fue en un libro, escrito por la periodista <a href="http://www.maryroach.net/"><span style="color: #000099;">Mary Roach</span></a>,
que no trata directamente sobre sexualidad sino que brinda una divertida
historia de su estudio, con énfasis en los afanes, logros, desaciertos y
vericuetos de quienes se han dedicado a entender los misterios del sexo y el
deseo. Allí aparece mencionado este investigador de la Facultad de
Medicina de la Universidad de Caldas, a raíz de un trabajo que publicó en
1984 con Maria Ladi Londoño, una psicoterapeuta de Manizales,
en el </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Journal of Sex & Marital
Therapy</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. </span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El historial
académico de este compatriota, nacido en 1934 y médico de formación,
fue respetable. Su interés por los asuntos sexuales se inició por donde todos
empezamos, por la leche. Los primeros trabajos publicados fueron sobre la
intolerancia a la lactosa. En 1969 coronó con este tema en un <a href="http://www.ajcn.org/content/22/2/122.short"><span style="color: #000099;">journal</span></a> internacional
de nutrición. En 1978, ya había logrado publicar un <a href="http://www.springerlink.com/content/g1805wx747040g70/"><span style="color: #000099;">artículo</span></a> sobre la sexualidad de las
estudiantes de la Universidad de Caldas en el prestigioso </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Archives of Sexual Behavior</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. Fuera de las
recurrentes citas de sus trabajos, un síntoma de la verdadera importancia de
Alzate, en mi opinión, es haber podido colocarse sin palancas en </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Bonk </span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">al lado de personajes de la talla de
Kinsey y Masters & Johnson. Un logro de ese calibre sería algo como un trabajo
de Alfredo Molano analizado en un libro extranjero al lado de los aportes de
Weber, Durkheim, o Bordieu. </span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En abierto
contraste con su reconocimiento internacional, en Colombia, fuera de un
reducido círculo de sexólogos, se ha hablado muy poco de Helí Alzate. La <a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-696085"><span style="color: #000099;">única</span></a> vez que aparece en el archivo en
línea de </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El Tiempo</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> es a raíz de una mención que se hizo de él en un
congreso de sexología realizado en Cartagena en el 2001, tres años después de
su deceso. Aún allí, el venerable investigador fue utilizado como simple
soporte para los resultados de un </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">opinómetro</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. </span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El artículo del
año 84, "Vaginal Erotic Sensitivity" -que es corto y vale la
pena <a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/referencias-rsc/arrechometria-criolla/alzate-y-londono-1984"><span style="color: #000099;">leer</span></a>- requiere pocos comentarios.
Traducir los puntos más relevantes y mencionar brevemente el contexto del
experimento en el que se basó es casi suficiente. En ese momento, un debate
central en sexología era si existía o no el orgasmo puramente vaginal en
las mujeres. Luego de varias décadas de dominio de los psicoanalistas, que
habían decretado que lo del clítoris era un simple rezago de
"eroticismo infantil", con alguna evidencia empírica se empezaba a
rescatar la importancia de tan subestimado personaje. Masters &
Johnson se fueron al otro extremo entregándole el papel protagónico, y
afirmando que cuando las mujeres lograban tener orgasmo con simple coito era
porque, de todas maneras, había estimulación del clítoris. De manera
pragmática, y adelantándose varios años al conocimiento actual, Alzate se negó
a descartar la evidencia que sugería que los orgasmos femeninos eran algo tan
variado que hasta allá podía llegarse por más de una vía. Hoy, por ejemplo, se
piensa que algunas mujeres pueden lograrlo mentalmente, sin estímulo físico.</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Para corroborar si
efectivamente eran pertinentes ambos tipos de orgasmos -de clítoris y vaginal-
Alzate y su colega utilizaron 48 voluntarias, todas "coitalmente
experimentadas". A 16 de ellas, les pagaron su participación en el
estudio. Fueron reclutadas en Manizales "a través de los buenos oficios de
una </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">madame</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> conocida por uno de los autores (HA). La mitad de ellas
eran prostitutas activas y abiertas y el resto eran prostitutas retiradas o
clandestinas. Tenían un bajo nivel educativo y su edad promedio era de 28
años". A las 32 voluntarias restantes no se les pagó. "Fueron
reclutadas por el boca a boca entre círculos feministas, con la ayuda de
algunos investigadores amigos en Manizales, Cali y Bogotá". Con una
edad media de 30 años, la mayoría tenían educación universitaria. Once de ellas
eran solteras, igual número casadas y siete separadas. </span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="Formatolibre" style="text-align: center;">
<span style="color: #d31a22; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDCkuC2Vu1znRHyvyDsIPIW-LsNbuwLaaqYTlXHdeysSgXzktpkWcpXtZHYgg4xt-77clB5JlLgFEcSOVdlV-F0an44qKZLCjsG_3_8GLmOREJd7EPYdb1sJvHHT232nxS9GILAfCMdYQ/s1600/doctor+mujer.jpg"><span style="color: black; font-family: Helvetica; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt; text-decoration: none; text-underline: none;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
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<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El procedimiento
experimental fue aprobado por la Universidad. Dependiendo del lugar de
residencia se aplicó en las oficinas de los investigadores, en el consultorio
de un médico cooperador o en una habitación amoblada en alguna institución.
Antes del examen se les pidió a las participantes que vaciaran su vejiga, se
recogieron datos demográficos e información "relacionada con las prácticas
de masturbación y de coito". </span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Para el
experimento, las voluntarias se acostaban con las rodillas dobladas o las
piernas extendidas -como se sintieran más cómodas- y el examinador, "con
sus manos lavadas, insertaba su dedo índice y/o medio lubricados en la vagina y
procedía a friccionar de manera sistemática las dos paredes vaginales,
aplicando un presión rítmica de moderada a fuerte, en ángulo con la pared,
desde la mitad inferior a la mitad superior de la vagina. A la voluntaria se le
pedía que indicara las sensaciones, eróticas o no, que experimentaba en las
diferentes zonas estimuladas, y cuando se encontraba una zona con creciente
sensibilidad erótica, se aplicaba presión cada vez más fuerte hasta que
llegara al orgasmo o pidiera que se interrumpiera la estimulación, o el
experimentador decidiera parar, o se estabilizaran las sensaciones, y en tal
caso se continuaba con la exploración de otras zonas vaginales. Para registrar
de manera más precisa las respuestas de algunas de las voluntarias pagadas, se
les hizo una segunda prueba".</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Para este estudio,
se definió el orgasmo como "la percepción subjetiva del punto más intenso
en una serie de sensaciones crecientemente placenteras provocadas por la
estimulación". Los resultados del experimento -presentados de manera
separada sólo cuando hay diferencias apreciables entre los dos grupos- fueron
los siguientes. "La incidencia reportada de masturbación en todas las
voluntarias fue del 72.9%, siendo la estimulación del clítoris la
técnica más usada; de las mujeres con experiencia en masturbarse, 91.4%
alcanzan el climax siempre o casi siempre. Los orgasmos coitales no habían sido
experimentados nunca o casi nunca por 60.4% de las voluntarias".</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="Formatolibre" style="text-align: center;">
<span style="color: #d31a22; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjNB3SlFhRZ7PE5CkNVWIbG_HCBZbv07t1179uGwlRDNi7o72yvgDWbhjlVVbc5mBouTCRb_4YQexillyazPPEd1K8PXGoL_a7baQj4C_NpoJU6RNX6odG2ASh6pMUqumBi8f4YfXYflg/s1600/comentarios2bis.jpg"><span style="color: black; font-family: Helvetica; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt; text-decoration: none; text-underline: none;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
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<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">"Solamente
12.5% de las 32 voluntarias no pagadas lograron llegar al orgasmo en el
experimento; 37.5% pidieron parar la estimulación ... De las 16 voluntarias
pagadas, 75% alcanzaron el orgasmo en la primera ronda del experimento ... De
las que tuvieron un orgasmo, 82.3% llegaron al climax dos veces o más durante
el experimento, que en promedio duró cerca de 20 minutos. Una de ellas
experimentó seis orgasmos ... La mayoría de las voluntarias, especialmente
las no pagadas, que eran obviamente las más articuladas, expresaron
sentimientos positivos con el experimento por el conocimiento que ganaron sobre
sus cuerpos. El haber tenido sensaciones eróticas vaginales fue particularmente
sorprendente para aquellas que nunca habían alcanzado el clímax durante el
coito".</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="Formatolibre" style="text-align: center;">
<span style="color: #d31a22; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjduArIPmu4O1pbfDXsEGyeU5ibhx5HSAWOAL-hgIZUkyMH3r2COhAKP39SZjTHJnHGNUmoMVCSPAWwdF8Xj5tvxa2hORA-l4oblzHFkKOO8uWmbOQaUfpkq_isA-3OxZflnyx6q0ykvOU/s1600/comentarios+1.jpg"><span style="color: black; font-family: Helvetica; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt; text-decoration: none; text-underline: none;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
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<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">El resultado más
importante del experimento es que en cierta medida anticipó aspectos de la
sexualidad femenina sobre las cuales se centraría después el debate. Como la
versatilidad del goce femenino, o la importancia de ciertas zonas al interior
de la vagina cuya estimulación lleva al orgasmo, o la esquiva localización del
llamado </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">punto G</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. Se puede sospechar que en esta incursión experimental el
Dr Alzate y su colega debieron rondar varios </span><span style="color: #262626; font-family: "Verdana Italic"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">puntos G</span><span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">. Una de las participantes describió
su sensación durante el experimento como "tener un clítoris dentro de la
vagina".</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">En síntesis, al
indagar a profundidad la sensibilidad erótica de la vagina, estimulándola sin
tocar el clítoris, en este experimento dirigido por Helí Alzate y Maria Ladi
Londoño a principios de los años ochenta en Manizales, 12 de las 16
mujeres que vendieron sus servicios sexuales -esta vez a la
ciencia- tuvieron uno o varios orgasmos. Entre las 32 participantes
reclutadas en círculos feministas la proporción fue mucho menor, tan sólo 4
lograron alcanzar el clímax.</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="Formatolibre" style="text-align: center;">
<span style="color: #d31a22; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjASy8h-REJuyo9BH_snJgIoNcjruADUZWAn_9-7_4ThuKyKGrRq2L2-tf0CUnr__gmpCv8ePiaw51YjzNkNghawTchQHZGxTAqDWsXwCrNjiqMgSkEaypXf8Nh2qyif6FphGqHPMwFbK8/s1600/comentarios3.jpg"><span style="color: black; font-family: Helvetica; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt; text-decoration: none; text-underline: none;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
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<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #262626; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">Sería imprudente
de una muestra tan pequeña de mujeres, y con base en un experimento realizado
hace más de 20 años, sacar cualquier conclusión sobre la sexualidad de las
feministas. Sobre todo ahora, que se conoce la gran variedad y fluidez del
deseo femenino. Bastante menos arriesgado, incluso oportuno, es resaltar la
importancia del resultado con las participantes pagadas, o sea las prostitutas.
El hecho que casi todas ellas hubieran alcanzado no uno sino varios orgasmos es
un buen argumento en contra del supuesto, jamás explícito pero sí recurrente,
que el sexo venal es un terreno más compatible con la esclavitud, el tráfico de
seres humanos, la explotación o la cuasi violación, que con el deseo y los
orgasmos. Es una lástima que una autoridad como el Doctor Helí Alzate, sexólogo
caldense, no hubiera hecho algunos comentarios al respecto.</span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="Formatolibre" style="text-align: center;">
<span style="color: #d31a22; font-family: Verdana; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtnxO3ed87Nrr85k7tda3AFGNVEKzqfUvb8m0rtViBYjHilvemE3LuQE9HZMrIE-BrlJe3u125wTf0j0m_f_XNkVKuIqAqlc0Zo2AEXJ7Zv4814xp7BtYUREbccWm5UT2z7iZXd6pemVRV/s1600/comentarios4+bis.jpg"><span style="color: black; font-family: Helvetica; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt; text-decoration: none; text-underline: none;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
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<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="Formatolibre" style="text-align: justify;">
<span style="color: #d31a22; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/referencias-rsc/arrechometria-criolla"><span style="color: #000099;">Referencias</span></a></span><span style="color: #262626; font-family: "Trebuchet MS"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
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<br /></div>
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<div class="Formatolibre">
<br /></div>
</div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-38735027909411241932016-11-21T06:55:00.005-08:002016-11-21T07:18:23.019-08:00Vigilar y proteger prostitutas<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri"; font-size: medium;">Publicado en El Malpensante, Edición N° 154, Julio de 2014</span><br />
<span style="font-family: "calibri"; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "calibri"; font-size: large;">Desde los
años ochenta, Belleville es el barrio parisino que concentra la mayor comunidad
china. Inicialmente, estos inmigrantes provenían de las regiones campesinas
atrasadas del sur de su país y en París lograron una buena situación económica.
Liaoning, al noreste de la China, fue por décadas una de las zonas más
prósperas gracias a una industria con bastante mano de obra femenina. Cuando
empezaron a cerrarse empresas las mujeres fueron las primeras en perder sus
empleos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">Obligadas a
ocuparse de sus hijos y familiares de avanzada edad, muchas piensan que en el
extranjero hay mejores oportunidades, se endeudan, le pagan a una agencia el
trámite de una visa y emigran. En las redes informales Francia tiene reputación
de buen país receptor, con amplias oportunidades laborales. Sólo al llegar a
Paris caen en cuenta de que era un mito y reciben la recomendación de pedir
asilo porque sin un empleo les será difícil obtener el permiso de trabajo. <o:p></o:p></span></span><br />
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;"><br /></span></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguxHNKTTRJwYSDPPJ6LBUZ3JVUYnXQSqM3P3TFoGIL__AXMuLO2byVBRRh-wF8d0YlxnrJxSEQJHzGGR3Kdl8_hotBzXvfiL8SKazanlDF77TPSkuHLFEoyQLs1hoJiJhEL6QaMHMkukQ/s1600/p+chinas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguxHNKTTRJwYSDPPJ6LBUZ3JVUYnXQSqM3P3TFoGIL__AXMuLO2byVBRRh-wF8d0YlxnrJxSEQJHzGGR3Kdl8_hotBzXvfiL8SKazanlDF77TPSkuHLFEoyQLs1hoJiJhEL6QaMHMkukQ/s400/p+chinas.jpg" width="400" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">Lo único que
consiguen es cuidar niños, ser <i style="mso-bidi-font-style: normal;">nounous</i>.
Las condiciones de trabajo varían pero, siendo un mercado negro, las
posibilidades de sobre explotación son altas. Las discrepancias de clase y la
discriminación de su país se replican invertidas en la capital francesa y la
acogida que tienen estas mujeres en la comunidad china establecida es precaria.
Cuarentonas o más, sin papeles, sin hablar francés, sin empleo, sin contactos
útiles y, más que endeudadas con la obligación de mandar dinero a sus familias
y volver con ahorros, no tienen muchas opciones distintas a la prostitución.
Son las redes de mujeres de la misma región las que les señalan esa
posibilidad. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">Entran al
mercado sin proxenetas y pueden mandar buena parte de los ingresos a sus
familias. El costo que asumen es una mayor inseguridad física en el oficio y, sin
nociones de salud sexual, alto riesgo de enfermedades. Según la ONG “Médicos
del Mundo” que se ha especializado en atenderlas en el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lotus Bus</i>, uno de los principales peligros que enfrentan estas
mujeres, literalmente venidas a menos, es la policía parisina. Desde que en el
2003 la ley francesa prohibió el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">racolage</i>
(ofrecerse por dinero en la calle) aún pasivo, la presión y el acoso sobre la
prostitución callejera es permanente. La policía las detiene y requisa aún
cuando no están trabajando. Tener preservativos en la cartera se convirtió en
un indicio de infracción a la ley y por lo tanto en una costumbre no
recomendable. Ese incentivo perverso sumado a la inexperiencia de estas señoras
para el sexo con extraños hace aún más frágil su situación. Por temor a ser
acusadas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">racolage</i> esperan a sus
clientes en los lugares más oscuros y desprotegidos y se suben a los vehículos
sin ser selectivas, aumentando su vulnerabilidad. El círculo vicioso se cierra
porque, sin papeles, no se atreven a denunciar los ataques que sufren. Deben
protegerse entre ellas. “Si un hombre en particular ha causado problemas,
tratamos de advertirles a las demás … Si una de entre nosotras se ausenta por
mucho tiempo, tratamos de contactarla”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">Los abusos
de una policía bien educada, entrenada y supervisada como la francesa no se
iniciaron con la ley que de hecho penalizó la prostitución callejera hace una
década. Así lo sugiere el testimonio de Clara, una <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tradicional</i> con unos cincuenta años por aquella época cuando lo
único ilegal era el proxenestismo. Un fin de semana cualquiera se paseaba con
su hijo mayor y se cruzó con un agente que con frecuencia la veía haciendo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">trottoir</i>. Una semana más tarde, en su
lugar de trabajo, el mismo policía la interpeló. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 2.15pt; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "trebuchet ms";"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "times new roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "calibri";">Entonces,
estamos estrenando <i style="mso-bidi-font-style: normal;">julot</i> (rufián) <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 2.15pt; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "trebuchet ms";"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "times new roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "calibri";">No, es mi
hijo, y es estudiante<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 2.15pt; margin-top: 0cm; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "trebuchet ms";"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-family: "times new roman"; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span style="font-family: "calibri";">Le pagas los
estudios con dinero sucio, puedo hacerlo caer por proxenetismo <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 2.15pt; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">No es un
caso aislado. Una queja común de las prostitutas francesas es que no pueden
tener novios o amantes permanentes por temor a que la policía las acuse de
mantenerlos y los persiga penalmente. Por la misma razón les parece
problemático cuando sus hijos alcanzan la mayoría de edad. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">La
posibilidad de abuso policial sobre las prostitutas depende de la ilegalidad
del oficio, que también determina el acceso a las instancias que las podrían
proteger. En la China, donde está prohibida la prostitución, un infractora
cuenta que “entrábamos al hotel por la puerta trasera<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y también salíamos por la puerta trasera … Es muy peligroso
cuando llega la policía. Algunas veces cuando estábamos con clientes arriba,
oíamos las sirenas de los carros de policía y quedábamos tan asustadas que
algunas saltaban desde las ventanas o corrían por los tejados. Si nos arrestaban,
nos abusaban. Si el empleador pagaba por sacarnos, teníamos que trabajar más
para pagar la deuda”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">La irrupción
de la mafia en el mercado del sexo cuando la ley lo ignora no es un problema de
sociedades subdesarrolladas. Hasta 1956 el comercio sexual fue legal en Japón y
ya había buenas relaciones entre los dueños de los burdeles y la policía. Eran
comunes las atenciones gratuitas a oficiales claves. Desde que se aprobó la Ley
de Prevención de la Prostitución que la circunscribió a un “coito que se paga”
surgió una amplia gama de servicios paralelos que no entran en la definición:
masajes, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jaboneras</i>, centros de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">moda y salud</i>, y hasta burdeles con
licencia para vender comida y bebida. Por eso se dice que la ley es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">kahogo</i> (jaula de bambú), que está llena
de huecos. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">yakuza, </i>poderosa mafia
japonesa, se apoderó de dos segmentos claves del negocio. La prostitución
callejera y los <i style="mso-bidi-font-style: normal;">clubes de citas</i>, un
intermediario telefónico que pone en contacto al cliente con la mujer e indica
el hotel donde se pueden encontrar. En los clubes, los mafiosos manejan a los
usuarios mala paga y disciplinan a las mujeres desobedientes. En la calle, a
estas dos labores se suma la regularización de inmigrantes ilegales.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">En los EEUU también
hay evidencia de abusos policiales. “En más de una ocasión, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vice officers</i> de Lynwood, Washington,
hicieron que las prostitutas los masturbaran antes de arrestarlas”. En el 2001,
agentes de policía de Pensilvania, “recibieron sexo oral de una masajista antes
de clausurar su establecimiento”. Argumentaron que ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lip service</i> era necesario para recoger evidencia que permitiera su
arresto. “Por lo menos durante una década, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">vice
cops</i> en Louisville, Kentucky, tuvieron relaciones sexuales con mujeres en
las salas de masajes antes de arrestarlas”. En un condado de Virginia, para
disminuír los daños colaterales, se decidió que sólo los oficiales solteros
debían participar en las redadas a los salones de masajes. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: large;">La atracción
de la policía por la prostitución no es sólo carnal, la inteligencia también ha
jugado un papel. Desde su creación a finales del siglo XVIII la <i>police des moeurs</i> francesa ha sido
imitada no tanto por su capacidad para controlar la prostitución sino para
utilizarla como fuente de información. Quien sabe cual podría ser actualmente
el interés de los servicios de inteligencia franceses en unas señoras chinas
obsesionadas por volver a su tierra cuanto antes. </span><o:p></o:p></span></div>
</div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-40238128069944791642015-10-13T07:07:00.003-07:002015-10-17T06:51:30.504-07:00El pertinaz mito de los 400 mil abortos en Colombia<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<h2 style="text-align: center;">
<span style="text-align: left;"><span style="font-size: small;">Por Mauricio Rubio</span> </span><span class="MsoFootnoteReference"><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn1" name="_ftnref" style="mso-footnote-id: ftn;" title="">*</a></span></h2>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">RESUMEN<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Por
varios años, sin ninguna justificación y contra toda la evidencia disponible,
se ha afirmado que en Colombia se practican 400 mil abortos clandestinos
anuales. En este trabajo se busca contrastar la validez de este estimativo. En
la primera sección se hace una repaso, basado en información de los medios de
comunicación, de lo que pudo ser la fuente original de esta cifra. En la
segunda sección se muestra que ese apresurado cálculo es inconsistente con un
estudio riguroso sobre el aborto inducido hecho en 1992. En la tercera se
muestran diferentes fuentes independientes de información que también
contradicen esa magnitud. Haciendo una comparación con un problema corriente en
la criminología, en la cuarta sección se exponen las dificultades inherentes a
la estimación del volumen de las actividades ilegales y se critica una de las
metodologías propuestas para hacerlo. Por último, se hacen algunos estimativos
del rango del número de abortos anuales a partir de las Encuestas Nacionales de
Demografía y Salud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">ABSTRACT<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">For
several years, without any justification and against all available evidence, it
has been said that in Colombia 400,000 clandestine abortions are performed each
year. This paper seeks to test the validity of this number. The first section
provides an overview, based on information from the media, of what could have been
the original source of this figure. The second section shows that this hasty
calculation is inconsistent with a rigorous study of induced abortion made in
1992. In the third section different independent sources of information that
contradict the estimates are also shown. Making a comparison with a common
problem in criminology, in the fourth section the difficulties inherent in
estimating the magnitude of illegal activities are exposed and a proposed
methodologies for doing so is criticized. Finally, some estimates are made for
the range of the number of annual abortions based on different versions of a
very reliable Demographic and Health Survey done every five years from 1990.<o:p></o:p></span></div>
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<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><br clear="ALL" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<h3>
<span lang="EN-US"><span style="font-size: small;">Una fábula que se propagó
y reforzó, como en Macondo<o:p></o:p></span></span></h3>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Un buen cuento puede ayudar a entender
enigmas reales, que no se sabe de dónde surgieron pero que perduran resistiendo
el escrutinio y la crítica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">La historia de Gabriel García
Márquez que empieza con el augurio de una mujer que se convierte en una profecía
aceptada y reforzada por quienes la oyen hasta que por fin se cumple, se
asemeja a lo ocurrido con el conteo de abortos clandestinos. Hace unas décadas alguien,
en algún Macondo, se inventó una cifra inverosímil para el número de abortos
clandestinos en el mundo. Al igual que en el cuento, sin ninguna evidencia a
favor y varios indicios en contra, la increíble cifra fue adoptada y
progresivamente certificada por expertos, periodistas y activistas que acabaron
convirtiéndola en verdad inmutable, en una impronta tan arraigada que todos los
esfuerzos posteriores para estimar un número que nadie ha conocido nunca con
certeza se convirtieron en un mero trámite ritual para confirmarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Las principales sospechas sobre
la autoría del acertijo inicial, después desmenuzado, deformado y amplificado, recaen
sobre la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se ha vuelto común que la burocracia
internacional calcule el agregado de muchísimas incógnitas -todas las del
mundo- incluso de aquellas que no se pueden estimar separadamente en ningún
país o ciudad. Sin hacer explícitas las monumentales dificultades inherentes a
esa tarea, suman para el planeta magnitudes ilegales o clandestinas que nadie
conoce para una población o barrio, ni siquiera para un hogar. A cualquier
persona medianamente informada, curiosa y observadora, le resulta difícil saber
con certeza lo que ocurre en las llamadas “ollas” -las ventas de droga al
menudeo- o los burdeles camuflados con distintas fachadas en su vecindario. A
duras penas podrá saber cuantos puntos de venta operan, pero cualquier cálculo
de la actividad comercial será pura especulación. A pesar de esa alta e
insuperable incertidumbre para la unidad básica de observación, los burócratas
internacionales y algunos académicos no tienen reparo en proponer -con
supuestos y procedimientos rara vez explícitos y basados en metodologías
confusas e imposibles de replicar- estimativos del volumen global de ventas de
droga, el número de prostitutas que ofrecen sus servicios en el mundo, el
dinero que perciben o el porcentaje de ellas que fueron forzadas a ejercer su
oficio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Esta dinámica no ha sido ajena a
los abortos clandestinos. Son comunes los testimonios de mujeres que han
abortado sin siquiera contarle a su parejo, a su familia cercana o a sus
amistades. “Yo tenía una amiga a la que le contaba todo pero de esto no. Yo no
podía comentarlo con nadie… Yo nunca había hablado de esto, nunca, nunca, ni
capaz de contárselo al médico, yo nunca, jamás, en mi historia clínica jamás
aparece” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn1" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--></span></a>.
El mismo silencio y afán por no dejar huellas de una actividad ilegal se
observa entre quienes practican las interrupciones: su principal preocupación
es no dejar trazas <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn2" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]--></span></a>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Salvo las personas detenidas o
las pruebas incautadas en los pocos allanamientos que hace la policía, o en las
aún más escasas ocasiones en las que la operación termina con la muerte de la
mujer, prácticamente de la totalidad de los abortos clandestinos no queda
ningún rastro o vestigio. A finales de los años noventa, antes de hacer una
encuesta en tres barrios bogotanos en los que se observaba una alta mortalidad
materna, se señalaba que “tener cifras específicas de cuántos se practican en
Bogotá resulta casi imposible… no se sabe qué tipo de aborto es provocado o no…
(los datos) no son confiables por tratarse de un práctica ilegal” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn3" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">A pesar de esos impedimentos
insalvables para saber lo que ocurre a nivel desagregado, a finales de los
ochenta comenzaron a circular en publicaciones de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) estimativos de millones de abortos clandestinos en el planeta. “De
acuerdo con un informe de 1987 en el mundo cada año se practican entre 40 y 60
millones de abortos” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn4" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]--></span></a>. Estos
arriesgados cálculos se emprendieron a pesar de que unos años antes un grupo
científico convocado por la misma OMS implícitamente recomendaba no hacerlos,
ni siquiera para un país, dadas las dificultades de información de una
actividad no legal <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn5" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[5]<!--[endif]--></span></a>. En 1992,
otro informe técnico de la OMS reconocía que “es casi imposible estimar con
precisión las tasas de aborto” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn6" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[6]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">No parece simple coincidencia que
justo después de la divulgación de estas millonarias cifras mundiales empezaran
a aparecer en los medios colombianos estimativos igualmente aventurados. “Cada
año en Colombia se practican más de 250 mil abortos en madres menores de 19
años” declaró en 1992 el ministro de salud al instalar un seminario <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn7" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[7]<!--[endif]--></span></a>.
Pocos meses después, el número ya había sido redondeado a 300 mil por un joven
periodista <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn8" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[8]<!--[endif]--></span></a>.
Al cabo de un año, ese supuesto estimativo fue refrendado, dando a entender que
provenía de una investigación rigurosa <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn9" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[9]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Para la misma época, el
Guttmacher Institute de Nueva York realizó un estudio en el que encontró que “por cada diez
niños que nacen vivos en Colombia, cuatro han sido abortados” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn10" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[10]<!--[endif]--></span></a>.
El país aprendió que “Latinoamérica aborta por montones” y que la transición
demográfica en la región se estaba logrando, básicamente, “gracias al uso generalizado
del aborto inducido”. La sorprendente sugerencia se respaldaba con cifras
contundentes. “Casi tres millones de abortos se provocan todos los años en
cinco países” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn11" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[11]<!--[endif]--></span></a>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Para 1996, la cifra ya estaba
refrendada por Naciones Unidas <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn12" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[12]<!--[endif]--></span></a>.
El tema pronto dejó de ser exclusividad de la OMS. “Según datos del Fondo de
Población de las Naciones Unidas, anualmente por lo menos 20 millones de
mujeres se someten a abortos en malas condiciones” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn13" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[13]<!--[endif]--></span></a>.
Poco después, la Iglesia redondeó
el número global de abortos eliminando la distinción entre legales y
clandestinos: todos eran condenables <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn14" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[14]<!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">A raíz de la discusión en el
Senado de la reforma al código penal, en 1998, un asesor científico de
Profamilia retomó la cifra mundial de abortos clandestinos en el mundo y
también endosó la local <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn15" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[15]<!--[endif]--></span></a>.
Eso a pesar de que ya se habían realizado en el país tres encuestas lideradas
por esa entidad, con una muestra representativa de las mujeres colombianas que desafiaban
tales estimativos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En el 2000, luego de lo que se
consideró la “primera condena por aborto” por parte del Tribunal Superior de
Bogotá, la cifra colombiana se ajustó de nuevo hacia arriba, 350 mil abortos <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn16" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[16]<!--[endif]--></span></a>.
Un mes después, Gloria Moanack, conocida periodista hizo un balance del
conocimiento sobre la actividad clandestina, señaló las dificultades para
conocer su magnitud, recordó la confusión entre abortos espontáneos e
inducidos, pero dejó abierta la posibilidad de que los últimos fueran muchos
más <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn17" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[17]<!--[endif]--></span></a>.
</span><span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">Confirmando esa
predicción, un año después, en un artículo sobre el embarazo adolescente, el
fenómeno siguió creciendo: 400 mil <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn18" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[18]<!--[endif]--></span></a>.
En una entrevista publicada en 2002, Florence Thomas ya habla de medio millón <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn19" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[19]<!--[endif]--></span></a>.
</span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Mónica Roa, reputada abortóloga, publicó en 2005 un excelente
artículo de divulgación de una investigación del Externado de Colombia sobre
aborto inducido <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn20" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[20]<!--[endif]--></span></a> con una
perla que reflejaba la fe ciega en la cifra: si los embarazos anuales eran 1.5
millones y los nacimientos 1.1 millón, la diferencia, “no se puede explicar de
otra manera”: son 400 mil abortos. Para confirmar un apreciado prejuicio,
ignorar las pérdidas espontáneas es un desliz menor <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn21" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[21]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En 2011, el Guttmacher Institute, contradiciendo trabajos
propios anteriores, con metodología y supuestos desfasados <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn22" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[22]<!--[endif]--></span></a>,
ya lamentables, se las arregló para ratificar que los abortos clandestinos eran
398.700. Recientemente, por donde menos se esperaba llegó la adhesión irracional
a una cifra absurda. Profamilia, la entidad que realiza cada cinco años lo que
se conoce como la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), un trabajo de
campo impecable con muestras altamente representativas, endosó nuevamente el
mito para una campaña publicitaria, a pesar de que su valioso instrumento
–aplicado ya en siete oportunidades- lo contradice tajantemente <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn23" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[23]<!--[endif]--></span></a>.
</span><span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">Con ese importante
respaldo, la cifra sigue siendo aceptada y reforzada por los analistas más
serios <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn24" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[24]<!--[endif]--></span></a>.
La inverosimilitud se estiró hace poco aún más: la exagerada cifra no correspondería
a la totalidad de los abortos ilegales sino a los que ocurren bajo las tres
circunstancias excepcionales contempladas por la jurisprudencia para que la
interrupción voluntaria del embarazo (IVE) sea legal <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn25" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[25]<!--[endif]--></span></a>.
</span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Parecería entonces que los ahora indefectibles
400 mil abortos anuales llegaron a Colombia por regla de tres, como fracción
equivalente a la participación de nuestra población en el millonario total
mundial y fueron ajustados progresivamente al alza. Un indicio, adicional a la
coincidencia en magnitudes, es que antes de los estimativos globales nadie
lanzaba números en los medios y a raíz del despliegue de esa millonada, la proporción
correspondiente al país fue adoptada por periodistas, después por activistas,
hasta convertirse en la coletilla obligada de cualquier referencia al tema. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">La versión original del trabajo con los primeros estimativos mundiales
millonarios de la OMS ya no se consigue, pero la sexta reedición tiene una
sección metodológica reveladora, que lleva a pensar en el cuento de García
Márquez <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn26" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[26]<!--[endif]--></span></a>.
El principal insumo actual para calcular el total de abortos clandestinos en el
mundo son los miles de comentarios y análisis disponibles en internet hechos en
distintos países, no siempre con trabajo de campo, ni con encuestas, sino con
estimativos que, como los de periodistas o activistas en Colombia, tal vez se originaron
en los cálculos fantásticos de los mismos funcionarios con imaginación global
que ahora confirman sus profecías.
<o:p></o:p></span></div>
<h3>
<span style="font-size: small;">Incoherencias con la información disponible</span></h3>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Por la época en que empezó a
abrirse camino la fantástica cifra cercana al medio millón de casos
clandestinos anuales, ya se disponía en el país de un estudio riguroso sobre el
aborto inducido, con encuesta y una muestra respetable. La investigación, hecha
por la Universidad Externado de Colombia, no aventuraba cifras anuales, pero
con algunos cálculos simples queda claro que el estimativo implícito es muy
inferior, unos 130 mil abortos <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn27" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[27]<!--[endif]--></span></a>,
o sea la tercera parte del número adoptado por medios y expertos. La proporción
de 14.5 abortos por cada 100 nacimientos consignados en esta muestra difiere
sustancialmente de los más de cuarenta supuestos por el Guttmacher Institute e
implícitos en el cálculo de los 400 mil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Para una fracción más pertinente,
la de los embarazos que terminan en aborto <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn28" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[28]<!--[endif]--></span></a>,
el citado estudio señala que “12.37% de estos embarazos terminó en aborto
inducido” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn29" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[29]<!--[endif]--></span></a>.
Así, en su apresurado estimativo Mónica Roa no sólo olvidó separar los abortos
espontáneos de los inducidos sino que tampoco verificó que la proporción
calculada por ella (27%) no correspondía al porcentaje explícitamente señalado
en el trabajo del Externado. A pesar de estas inconsistencias, no hubo mayor
reparo por parte de los medios en asignar erróneamente la responsabilidad de la
cifra fantástica de abortos clandestinos a los estudios del Externado </span><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn30" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US"><!--[if !supportFootnotes]-->[30]<!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">.</span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Aún sin acudir a esta referencia
técnica, eran evidentes las incoherencias entre los estimativos que se propagaron
y la información disponible en los medios de comunicación que apuntaba, toda, a
magnitudes bien inferiores. El
primer dato relevante era la comparación con el número de abortos per cápita que
se observaban en otros países reconocidos por su alta incidencia de abortos. La
antigua Unión Soviética, por ejemplo, fue considerada por varias décadas a la
cabeza internacional en materia de interrupción de embarazos. Rusia fue el
primer país del mundo en aprobar, en 1920, el aborto totalmente libre. En 1995,
un despacho desde Moscú de una agencia española de noticias señalaba en los
medios colombianos el “récord en abortos” que se observaba allí <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn31" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[31]<!--[endif]--></span></a>.
Por aquel entonces, la población rusa era unas ocho veces la colombiana <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn32" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[32]<!--[endif]--></span></a>
o sea que, en términos per cápita, las colombianas supuestamente estaban
abortando casi lo mismo que las soviéticas, líderes mundiales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Otro país reconocido por su alta
incidencia de aborto ha sido la China, en buena parte debido a su estricta
política demográfica y la práctica del aborto legalmente aceptada. “Uno de cada
tres embarazos termina en aborto” escribía en 1993 en su investigación sobre el
tema el mismo joven periodista que no se molestó en verificar que esa altísima proporción
era inferior a la que él pregonaba para Colombia unos párrafos antes <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn33" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[33]<!--[endif]--></span></a>.
La simple comparación de las tasas de aborto per cápita en varios países del
mundo hubiera permitido poner en duda la cifra de los 400 mil abortos que se
imponía progresivamente en el país sin mayor sustento a pesar de que implicaba que
un país mayoritariamente católico como Colombia se encontrara, junto con los
países comunistas, a la cabeza mundial en esa actividad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Gráfica 1</span><span lang="EN-US"> </span><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn34" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if !supportFootnotes]-->[34]<!--[endif]--></span></span></a></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype
id="_x0000_t75" coordsize="21600,21600" o:spt="75" o:preferrelative="t"
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</v:shapetype><v:shape id="_x0000_i1034" type="#_x0000_t75" alt="g1 x paises.jpg"
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<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEholJ458nXm-p-GIAnyiT52oLAA3pF6ztT9oYfgC2tru4ire-_AnrXy4Bhu2FvSNfEBQWY6KtA3FVTd__uMtAClbQZPpxal5k0loFkNcjEcavkdph6MCuJkGwKs5AzK0sNS9tt1JApe_YQ/s1600/g1+x+paises.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEholJ458nXm-p-GIAnyiT52oLAA3pF6ztT9oYfgC2tru4ire-_AnrXy4Bhu2FvSNfEBQWY6KtA3FVTd__uMtAClbQZPpxal5k0loFkNcjEcavkdph6MCuJkGwKs5AzK0sNS9tt1JApe_YQ/s1600/g1+x+paises.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Las esporádicas estimaciones del
número de abortos hechas para algunas ciudades colombianas también hubieran
sido suficientes para desafiar el mito unánimemente aceptado. “En Barranquilla,
por ejemplo, se reportaron 1.267 (abortos) en 1992” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn35" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[35]<!--[endif]--></span></a>.
Tomando ese dato local como indicador de la incidencia nacional, el guarismo
total sería de 43 mil <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn36" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[36]<!--[endif]--></span></a>,
una décima parte de lo que se decía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">A finales de los noventa causó
preocupación en los medios el altísimo número de legrados que se hacían en el
Hospital Universitario del Valle (HUV), unos cuatro mil al año <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn37" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[37]<!--[endif]--></span></a>.
El HUV era la única entidad del sistema de salud de Cali autorizada para
practicar esa intervencións, o sea que se puede suponer que allí llegaban casos
no sólo de la capital del departamento sino de otros municipios. El alarmante número
de abortos atendidos allí, equivaldría a nivel nacional a una cifra entre 40 y
80 mil abortos <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn38" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[38]<!--[endif]--></span></a>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En el 2000, un día antes de la
publicación de un informe sobre embarazo adolescente, se reportó el caso de un
colegio distrital de Bogotá en el que “más de 40 niñas entre los 13 y los 17
años están embarazadas” pero ninguna iba a abortar <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn39" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[39]<!--[endif]--></span></a>.
Este simple relato ofrecía contra evidencia puntual a la arraigada idea de que
la tercera parte de los embarazos, sobre todo de jóvenes, terminan en un aborto,
que habría implicado en este colegio cerca de una docena de interrupciones. Sin
embargo, el redactor retoma sin la menor duda la terca cifra de 400 mil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<h3>
<span style="font-size: small;">Los antros insalubres en donde mueren pocas mujeres</span></h3>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Cualquiera de las incoherencias anteriores es menor si se
compara con la más notoria, la de esa astronómica cifra de abortos
clandestinos, realizados en condiciones de sanidad deplorables, con altísimo riesgo
para la vida y la salud de las mujeres sometidas a la intervención pero,
paralelamente, con un número bastante modesto de muertes producidas por esas
operaciones insalubres al margen de la ley. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">El mega guarismo de los abortos mundiales
se divulgó con otra estadística global: decenas, cientos de miles de mujeres
muertas por interrupciones de embarazo clandestinas. “Por lo menos 200.000
mujeres mueren cada año por abortos fallidos” sentenciaba un obstetra en una
publicación de la OMS a principios de los noventa <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn40" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[40]<!--[endif]--></span></a>.
Oficialmente, la misma organización era más cautelosa. En el reporte de un
grupo técnico reunido en Ginebra en 1992 se reconoció que el número de muertes
por aborto inseguro era difícil de determinar no sólo por la virtual
imposibilidad de saber la incidencia de aborto en mujeres en edad reproductiva
sino porque tampoco era fácil saber con precisión la proporción de casos que
terminaban fatalmente <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn41" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[41]<!--[endif]--></span></a>.
El mismo informe ofrecía un rango relativamente amplio, 50 a 150 mil decesos
aclarando que la “eventual caída en el número de muertes anuales relacionadas a
los abortos se puede atribuir a prácticas de cuidado del aborto más seguras” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn42" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[42]<!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Cuando los estimativos de
mortalidad mundial por abortos empezaron a divulgarse en Colombia la cifra ya
se había ajustado drásticamente a la baja: “70 mil (mujeres) mueren debido a
complicaciones” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn43" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[43]<!--[endif]--></span></a>.</span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"> La cifra venía respaldada por una de las revistas médicas más
prestigiosas, The Lancet, que estimaba entre 60 y 120 mil las muertes por
prácticas abortivas clandestinas <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn44" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[44]<!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">La información sobre mortalidad
materna venía enmarcada por dos teorías. La primera, bastante difícil de
rebatir, es que los abortos ilegales implican mayor riesgo para la salud de la
mujer. Incluso para esta hipótesis, más que razonable, es posible encontrar
escenarios que la contradicen. Uno, mencionado en el mismo artículo de The
Lancet, es la India, con aborto legal pero carencia de una red sanitaria eficaz
y con abortos en “un medio absolutamente insalubre y sin las medidas
preventivas necesarias” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn45" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[45]<!--[endif]--></span></a>.
Otro contraejemplo interesante es el de Chile, en donde en 1989 se derogó la
ley que permitía el aborto terapéutico y, después de la ilegalización, entre
1989 y el 2007, “la mortalidad por aborto se redujo de 13.7 a 1.7 por 100,000
nacidos vivos” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn46" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[46]<!--[endif]--></span></a>. La
información colombiana sobre mortalidad materna ocasionada por abortos también
muestra una caída sostenida desde 264 defunciones en 1983 a 70 en el 2010, un
significativo descenso que se dio bajo un régimen legal esencialmente
prohibitivo <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn47" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[47]<!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Lo que estas experiencias sugieren
es que la clandestinidad no es condición ni suficiente ni necesaria de alto
riesgo de mortalidad de los abortos, que depende tal vez menos de la ilegalidad
que del cubrimiento y calidad del sistema sanitario. Así empieza a reconocerlo
incluso la OMS. Entre los dos casos extremos de interrupción de embarazo legalmente
aceptada -un aborto farmacológico en el hospital de un país desarrollado y la
introducción de objetos en una consultorio improvisado y no desinfectado de un
país atrasado- hay “todo un
espectro de riesgos, como la auto administración de misoprostol o el uso de
técnicas anticuadas como el legrado, aún por médicos bien entrenados” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn48" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[48]<!--[endif]--></span></a>.
Con tal dispersión, sumada a la continua caída en las tasas de mortalidad por
aborto en el mundo, la misma organización internacional admite que sus
definiciones “pragmáticas” –como por ejemplo asimilar a inseguro cualquier
aborto no legal- requieren reajustarse al nuevo contexto <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn49" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[49]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">La segunda teoría sobre los
riesgos del aborto clandestino, contra intuitiva, poco creíble y contradictoria
con cualquier evidencia o testimonio, es que el número de abortos es mucho,
muchísimo mayor, en los países en los que la práctica está penalizada <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn50" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[50]<!--[endif]--></span></a>.
Esta insólita hipótesis se propuso inicialmente con bastante cautela <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn51" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[51]<!--[endif]--></span></a>
pero se convirtió en una de las verdades a medias que a fuerza de repetirla se
fue imponiendo. Nunca se hizo el más mínimo esfuerzo por justificar la extraña
teoría, por ejemplo aludiendo al mayor acceso a contraceptivos en los países
desarrollados. Así, quedó flotando la posibilidad de una asociación realmente
bizarra: la clandestinidad actuaría como un incentivo para que las mujeres
aborten y, simultáneamente, para que los médicos ofrezcan ese servicio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">La experiencia española, en donde
el aborto fue informalmente legalizado en el año 1985, contradice la pretensión
de que la ilegalidad se asocia con una mayor incidencia de abortos. En este
caso, casi un experimento controlado, se observa precisamente lo contrario: a
medida que el aborto se percibió legalmente autorizado se fue incrementando su
demanda y generando una oferta para satisfacerla <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn52" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[52]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En Colombia, para la primera mitad de los noventa, la tasa de
mortalidad materna por todas las causas <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn53" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[53]<!--[endif]--></span></a>,
con una marcada tendencia a la baja, ya era inferior a 10 por cada 100 mil nacimientos
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn54" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[54]<!--[endif]--></span></a>.
O sea que los estimativos de las agencias internacionales para la mortalidad
por aborto eran 60% superiores a los que se observaban en el país por esa y
todas las demás causales. El número total de mujeres muertas por un aborto era
apenas superior a 100 <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn55" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[55]<!--[endif]--></span></a>.
Aunque con altibajos, la participación de los abortos en el total de decesos maternos
también venía disminuyendo. El mito de los 400 mil abortos se impuso ignorando
por completo esa mortalidad cada vez más reducida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Gráfica 2<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_1"
o:spid="_x0000_i1033" type="#_x0000_t75" alt="g2a mortalidad.jpg" style='width:268pt;
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<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_0"
o:spid="_x0000_i1032" type="#_x0000_t75" alt="g2b mortalidad.jpg" style='width:275pt;
height:111pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image005.jpg"
o:title="g2b mortalidad.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXgSJoHxGBBbZvi4IGJ0XJtiVLGdQk7Z4LwIkfM_JSCDd-J4mB6ga5zhP71LQepKr8lM8cyMZQWa51xIkUczQVtITo48-dQP07hg_zc-ppMYHgCUmW2_jvrFt_gqmwYFxoUomEeFyanCc/s1600/g2a+mortalidad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXgSJoHxGBBbZvi4IGJ0XJtiVLGdQk7Z4LwIkfM_JSCDd-J4mB6ga5zhP71LQepKr8lM8cyMZQWa51xIkUczQVtITo48-dQP07hg_zc-ppMYHgCUmW2_jvrFt_gqmwYFxoUomEeFyanCc/s1600/g2a+mortalidad.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvucqQK7QzBYdRmPa-uIQ6LRaU5YNbGtlhbDxxM2iPONSVVzfH3RfCqqB9HpQcDNU2oaV5xWguBn0ih3vWZcHdAx7RMp5TiPhzKRhreuwLFWmzs4wxGziIBCLHm9aGuI518KnJT4rwUSQ/s1600/g2b+mortalidad.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvucqQK7QzBYdRmPa-uIQ6LRaU5YNbGtlhbDxxM2iPONSVVzfH3RfCqqB9HpQcDNU2oaV5xWguBn0ih3vWZcHdAx7RMp5TiPhzKRhreuwLFWmzs4wxGziIBCLHm9aGuI518KnJT4rwUSQ/s1600/g2b+mortalidad.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">La
información sobre el continuo y marcado descenso de las defunciones causadas
por abortos en Colombia no estaba limitada a documentos técnicos a los que poca
gente tenía acceso. En el 2001, el principal diario nacional anunciaba que “</span><span lang="EN-US" style="border: none; font-family: Calibri;">las muertes maternas bajaron
el 51 por ciento en Bogotá en los últimos 10 años” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn56" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[56]<!--[endif]--></span></a>
.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">La experiencia divulgada en los medios de algunos hospitales
que atendían un gran número de mujeres con complicaciones por abortos
clandestinos se puede utilizar para calcular la relación entre muertes e
interrupciones de embarazo y, por esa vía, tener otro estimativo del total de
abortos en el país. En 1998, </span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">el
jefe de la Unidad de gineco-obstetricia del HUV, calculaba que de 4.000 mujeres
que se atendían al año en ese centro por complicaciones de aborto resultaban unas
12 muertes maternas <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn57" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[57]<!--[endif]--></span></a>. Con esa
tasa, el total nacional de interrupcciones de embarazo se podía estimar en 50
mil, la octava parte del mito y un número no muy diferente del que se puede
calcular con otros datos disponibles. <o:p></o:p></span></div>
<h3>
<span style="font-size: small;">Una tragedia peor que el conflicto armado</span></h3>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Por la época en que empezó a imponerse la cifra de los varios
cientos de miles de abortos en Colombia, también llegó del extranjero una tasa
de mortalidad de esas intervenciones que ni siquiera era consistente con el
número de muertes maternas globales que se pregonaban <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn58" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[58]<!--[endif]--></span></a>.
Si esa proporción se hubiera aplicado a las cifras totales de aborto
clandestino ya consagradas por los medios -20 millones- los estimativos de muertes anuales por
esa causa en el mundo hubieran llegado a la friolera de 3.2 millones. Las
agencias internacionales nunca superaron la barrera de 200 mil y ya habían
estabilizado el estimativo de defunciones maternas por aborto clandestino en 70
mil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Al multiplicar la tasa pregonada internacionalmente por el
supuesto número de abortos colombianos, igualmente sobre dimensionado, se
llegaba a una cifra de muertes espeluznante que un joven periodista adoptó sin
ningún reparo en su investigación: “con base en los 300.000 mil casos que
revela el Ministerio de Salud, y considerando la estadística de la Unicef, se
establece que alrededor de 45.000 mujeres al año podrían morir en el país
debido a abortos mal practicados”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En ese entonces, el número de homicidios colombianos no llegaba
a los 28 mil, pero eso no fue suficiente para despertar el escepticismo y sentido
crítico del periodista. Por el contrario, no tuvo inconveniente en anotar que
la cifra calculada para el total de mujeres que podrían estar muriendo en el
país por abortos clandestinos “duplica el número de víctimas que arroja
anualmente la violencia en sus múltiples manifestaciones: guerrilla,
narcotráfico y delincuencia común” <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn59" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[59]<!--[endif]--></span></a>.
Para un total mundial de 70 mil muertes de mujeres causadas por abortos, la
participación de Colombia superaba la mitad de las que ocurrían en todo el
planeta. Ese despropósito tampoco despertó sospechas del periodista. <o:p></o:p></span></div>
<h3>
<span style="font-size: small;">La contabilidad de actividades clandestinas </span></h3>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Prácticamente desde sus inicios,
la criminología enfrentó como uno de sus principales problemas medir la
magnitud del fenómeno bajo estudio <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn60" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[60]<!--[endif]--></span></a>.
En los Estados Unidos, hacia 1930, varios sociólogos señalaron que la
información judicial o de policía era insuficiente para el diagnóstico, pues no
daba información sobre la delincuencia no denunciada, la llamada “cifra negra”
de la criminalidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">El problema del registro de los
abortos cuando son una práctica ilegal es similar y presenta las mismas
limitantes básicas de las de otros delitos, incluso de forma más acentuada. A
diferencia de casi cualquier crimen en el que la víctima puede tener algún interés
en denunciarlo, en el caso del aborto nadie está inclinado a hacerlo, salvo en
circunstancias excepcionales, como la muerte de la mujer sometida a la
intervención. Como se señaló, son numerosos los testimonios en los que las
partes envueltas en un incidente de aborto manifiestan explícitamente no tener
ningún interés en reportarlo y por eso no queda registrado. Así, la incidencia
de esta conducta se debe estimar a partir de las pocas trazas que quedan, y de
supuestos heroicos para cuantificar la fracción que no deja ningún rastro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Una de las metodologías
utilizadas para estos estimativos se basa en los casos de abortos clandestinos
que, por complicaciones posteriores a la intervención, llegan al sistema de
salud. El Guttmacher Institute ha propuesto y ha implementado esta metodología
desde hace varias décadas. El supuesto básico es que el personal médico y auxiliar del sistema de salud que
atiende las complicaciones tiene una idea aproximada de los casos que no
requirieron atención postaborto, no llegaron a solicitar sus servicios de apoyo
y por ende no quedaron registrados. Así, al número observado de complicaciones
se le aplica un factor multiplicador, basado en la opinión del personal de
salud que hubiera podido atenderlos pero no lo hizo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">El factor de expansión utilizado
para esta metodología normalmente se asocia, y de manera inversa, con los
riesgos de abortar que, a su vez, dependen de la tecnología predominante para
interrumpir los embarazos. Si el aborto clandestino se hace más seguro, cabe
esperar menos complicaciones, menos casos atendidos por el sistema sanitario
después de la intervención y un multiplicador mayor. Esto es en teoría, pues
también se puede pensar que si la tecnología permite que los médicos no distingan
un aborto inducido de uno espontáneo, y que el cubrimiento de los servicios
sanitarios se ha extendido a la mayoría de la población, las mujeres no tendrán
inconveniente en pedir atención sanitaria incluso después de abortos, por
ejemplo farmacológicos, sin grandes complicaciones. Con el uso del misoprostol,
por ejemplo, se puede pensar que esa se ha vuelto una situación corriente en
Colombia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Diagrama 1<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="Cuerpo" style="mso-pagination: none; text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape
id="Picture_x0020_3" o:spid="_x0000_i1031" type="#_x0000_t75" alt="d1 crimen y aborto.jpg"
style='width:304pt;height:155pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image007.jpg"
o:title="d1 crimen y aborto.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyPskM5E4S0bLMfipsg9Qwo1DJB_9u9-snmof8hrIenkg5yGVIfBLd1jCJ8A_fQDUiK0Um_RFSZJXKUsnODm2UWHnaltHQG1FvaoZ3vHUW8OSg-1xNqTiEGRRA_s_kXzLzkOktiI-LYuA/s1600/d1+crimen+y+aborto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyPskM5E4S0bLMfipsg9Qwo1DJB_9u9-snmof8hrIenkg5yGVIfBLd1jCJ8A_fQDUiK0Um_RFSZJXKUsnODm2UWHnaltHQG1FvaoZ3vHUW8OSg-1xNqTiEGRRA_s_kXzLzkOktiI-LYuA/s1600/d1+crimen+y+aborto.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Hay dos aspectos que no han sido
suficientemente discutidos de esta metodología. El primero es el de los
mecanismos a través de los cuales quienes atienden complicaciones en el sistema
sanitario reciben la información sobre los abortos clandestinos que no
requirieron atención posterior. Como se señaló, lo que muestran un buen número
de testimonios es la férrea voluntad de quienes participan en un aborto de no
dejar ningún rastro. Si una intervención no requiere atención médica posterior,
es difícil imaginar el canal a través del cual esa información puede llegar,
aunque sea como rumor, al sistema sanitario. El personal del sistema de salud
no tiene cómo conocer algo que sólo saben quienes no acuden para atención
hospitalaria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En el trabajo de campo realizado
por el Externado se señala cómo, ya desde los noventa, existían vasos
comunicantes entre los médicos, enfermeras o farmaceutas que practicaban o
facilitaban los abortos y el sistema de salud, pero que estos iban en una sola
dirección: era usual la recomendadión para que, en caso de complicaciones –como
hemorragias o infección- la mujer se dirigiera a una clínica u hospital para
que la atendieran. Pero comunicación en la otra vía no se entiende bien cómo
podría fluir. Tampoco hay testimonios o historias sobre la mecánica de blanqueo
de esa información clandestina y en extremo confidencial<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">El segundo aspecto, crucial en el
escepticismo de la criminología con las cifras oficiales de delitos, tiene que
ver con el eventual interés de quienes manejan o recopilan esas cifras por
aumentarlas o disminuírlas a su conveniencia. Tal parece ser el caso del
trabajo realizado por el Guttmacher Institute para su publicación del 2011 con
un estimativo del número de abortos sospechosamente similar al que ya había
sido informalmente adoptado por el activismo y los medios como cifra cuasi
oficial para el país. Luego de señalar que, tras un ambicioso trabajo de campo,
se contabilizaron 93 mil complicaciones por aborto en el sistema sanitario,
aplicando un extraño pero conveniente multiplicador de 4.29 se llegó a la cifra
estimada, precisa, de 398.700 abortos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">Fuera
de opaco, el multiplicador utilizado para ese verdadero hit fue elástico <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn61" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[61]<!--[endif]--></span></a>.
El escepticismo se afianza con un artículo anterior de la misma institución <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn62" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[62]<!--[endif]--></span></a>
donde se planteaba que los riesgos del aborto clandestino se habían reducido
significativamente entre 1976 y 1992 y por lo tanto los abortos que llegaban al
sistema de salud eran una proporción cada vez menor del total. Por eso, se
ajustaba hacia arriba el multiplicador. A partir de 1992, con el avance del
aborto farmacológico, los riesgos siguieron bajando, tal vez aceleradamente. El
multiplicador ha debido seguir creciendo. Extrapolando la tendencia anterior,
su valor actual estaría entre 8 y 9, y el total estimado de abortos con esa
metodología sería casi 800 mil, una magnitud ya impresentable, casi igual al
número de nacimientos. Un experto y preciso 4.29 daba una cifra mejor estimada,
apreciada, esperada. Aunque adoptar un multiplicador tan bajo implicara suponer
que el riesgo de abortar aumentó desde 1986, algo contradictorio con toda la
evidencia disponible, y con el mismo informe. Todas las regiones del país,
incluso Bogotá, presentan en la actualidad, según este trabajo, mayor inseguridad
para abortar que el promedio nacional en 1986. La distribución geográfica tan
homogénea del multiplicador también incomoda. A zonas muy diferentes en cuanto
a incidencia de aborto y acceso a los servicios de salud se aplica un factor de
expansión similar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">Otros
artículos de la misma organización reconocen las limitaciones asociadas al uso
extensivo del misoprostol para estimar el total de abortos a partir de la cifra
de mujeres que acuden al sistema de salud <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn63" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[63]<!--[endif]--></span></a>.
La ratificación de la mítica cifra por parte de una institución
internacionalmente prestigiosa recibió amplio cubrimiento en la prensa. Otro
dato del mismo trabajo, las 70 muertes anuales por aborto que confirman la
continua caída en el riesgo de esa páctica recibió mucho menos atención. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">Los problemas de este estimativo basado
en un multiplicador no se limitan a su extraño y oportuno valor. Las 93 mil
complicaciones también han sido criticadas <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn64" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[64]<!--[endif]--></span></a>.
La imprecisión más seria es que del total de 115 mil mujeres atendidas por
cualquier forma de aborto, se estimó que 22 mil correspondieron a pérdidas
espontáneas, calculadas a partir de la proporción de mujeres con aborto
espontáneo entre quienes dan a luz en una IPS <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn65" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[65]<!--[endif]--></span></a>.
Estos cálculos equivalen a suponer que en Colombia, por cada mujer que se
hospitaliza por aborto espontáneo, hay más de cuatro que lo hacen por aborto
inducido, una relación que contradice la evidencia de varios países incluyendo
a Colombia <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn66" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[66]<!--[endif]--></span></a>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">No sólo los de Colombia son los
estimativos de abortos hechos por el Guttmacher Institute que despiertan serios
interrogantes. En algunos países se ha podido constatar que estaban
abiertamente sobre estimados. Para el año 2006, esta organización calculaba que
en México ocurrían cada año 879 mil abortos de los cuales 165 mil en la capital
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn67" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[67]<!--[endif]--></span></a>.
El aborto fue legalizado en México D.F. en 2007. Después de esta
despenalización, entre Abril de ese año y Septiembre de 2011, se practicaron en
esa misma ciudad un total de 67 mil Interrupciones Legales de Embarazo (ILE), o
sea un poco más de 15 mil al año, menos de la décima parte de los estimados por
Guttmacher para esa misma ciudad. La sobreestimación de los casos mexicanos,
esta vez verificada, es similar a la colombiana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<div class="Cuerpo">
<span lang="ES-CO" style="font-family: Calibri;">Para el Uruguay, no parecen existir
estimativos aislados del número de abortos por parte de Guttmacher. Pero
aplicando la tasa que adoptan para América Latina, de 33 abortos por cada 1000
mujeres entre 15 y 44 años <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn68" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[68]<!--[endif]--></span></a>,
se tendría un estimativo para este país cercano a 23 mil <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn69" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[69]<!--[endif]--></span></a>.
A finales de 2012 se comenzó a aplicar en ese país la despenalización de los
abortos que se realicen antes de las 12 semanas de gestación. En 2013, primer
año de vigencia de la ley, se realizaron menos de 7 mil interrupciones de
embarazo <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn70" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[70]<!--[endif]--></span></a>,
o sea casi la tercera parte de las estimadas con los parámetros de Guttmacher. </span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="Cuerpo">
<br /></div>
<h3>
<span style="font-size: small;">El número de abortos en las Encuestas de Demografía y Salud</span></h3>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Una
opción para estimar la magnitud de una actividad clandestina, usual en
criminología, son las encuestas representativas de la población en las que se
pregunta por la experiencia de haber sido víctima de un incidente criminal,
información que normalmente va acompañada de la pregunta si el asunto fue
puesto en conocimiento de las autoridades. Aunque menos extendidas, también son
corrientes en varios países las encuestas confidenciales y anónimas, conocidas
como de auto reporte, hechas a un grupo de infractores –por lo general jóvenes-
en las que se indaga por el tipo y la cantidad de delitos que han cometido y se
comparan sus respuestas con las de un grupo de control. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Para un
incidente como el aborto, el instrumento de medición pertinente se asemejaría
más a las encuestas de auto reporte. Fue precisamente eso lo que se hizo para
el estudio del Externado, con una encuesta anónima <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn71" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[71]<!--[endif]--></span></a>
cuya principal pregunta era “se ha practicado o se ha mandado practicar alguna
vez un aborto?”. Con esta redacción se eliminó la eventual confusión entre los
abortos inducidos y los espontáneos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Otra
fuente disponible de información directa sobre los abortos, recogida
directamente de las mujeres con esa experiencia, son las distintas versiones de
lo que se conoce en la actualidad como la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) que contiene
una pregunta sobre aborto en todas las versiones hechas periódicamente, cada
quinquenio, desde 1990. Hay tres diferencias esenciales entre estas encuestas y
la del estudio del Externado que hacen prácticamente imposible comparar los
resultados de unas y otra. La principal discrepancia es que en las ENDS la
pregunta sobre aborto se respondió ante una tercera persona y no de manera
secreta. Es más que razonable pensar que una conducta que no se quiere divulgar
ni siquiera a los círculos más íntimos, también provocará reticencias ante alguien
desconocido. Lo mismo puede decirse si se trata de una experiencia que se
quiere superar y olvidar rápidamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">La
segunda diferencia está relacionada con el número de preguntas y la extensión
del formulario, que en las ENDS son muy superiores y cubren muchos más apectos
de la vida de la mujer. Se puede conjeturar que el no estar centrada en el
aborto puede ser un factor adicional de subregistro de las encuestas, puesto
que distrae y facilita evadir la pregunta, necesariamente incómoda, sobre una
conducta ilegal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">La
tercera disimilitud, tal vez más fácil de resolver, es que las primeras ENDS,
de 1990 al 2000, mezclaban en la misma pregunta los abortos inducidos con las
pérdidas espontáneas: “tuvo alguna vez un embarazo en el cual tuvo pérdida, abortó
o terminó en un nacido muerto?” con una opción única de respuesta sí o no. A
partir de 2005, aunque la pregunta es la misma ya se abre la posibilidad de
respuesta a las opciones de pérdida, interrupción/aborto, embarazo extrauterino
o muerte fetal intrauterina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Por las
razones anteriores no pareció prudente hacer una comparación entre los
resultados de la encuesta realizada para el estudio del Externado en 1992 y las
distintas versiones de la ENDS que sí tienen una metodología homogénea y se
adecúan más al ejercicio de análisis entre distintos períodos. El único
comentario que se puede hacer con seguridad es que, por las razones expuestas,
la encuesta realizada por el Externado presentaría un subregistro menor de la
incidencia del aborto inducido en Colombia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">En las
encuestas de victimización una pregunta extremadamente útil para conocer la
proporción de incidentes ocurridos que llegaron a conocimiento de las
autoridades es la que se hace a quienes fueron víctimas de un ataque criminal
sobre si pusieron la respectiva denuncia. De manera similar, para tener un
punto de comparación entre la información de las encuestas sobre abortos y los
registros en el sistema de salud de las mujeres que solicitaron atención médica
por complicaciones, hubiera sido deseable indagar si la mujer que reporta haber
tenido un aborto acudió posteriormente a solicitar servicios sanitarios.
Desafortunadamente, ninguna de las ENDS ni la encuesta del Externado incluyeron
esa pregunta. Esa información hubiese permitido evaluar qué tan adecuado es el
multiplicador utilizado en la metodología de Guttmacher. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">La
información más directa que se obtiene de las ENDS en los distintos años es el
porcentaje de mujeres que alguna vez han tenido una interrupción de embarazo,
incluyendo tanto pérdidas espontáneas como abortos inducidos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Calibri;">Gráfica 3</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US"><!--[if gte vml 1]><v:shape
id="Picture_x0020_4" o:spid="_x0000_i1030" type="#_x0000_t75" alt="g3 P mujeres IE.jpg"
style='width:268pt;height:169pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image009.jpg"
o:title="g3 P mujeres IE.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsrDnAnT7-sOd_NB0QcYyDwIzO4_O9RxALYa2GYPrSkiguWV9PYaom9FrPTqkIJK65HLbvIxnzYwL5gvNcTwliZssJq9pg72C77BOF5PFTZUhakkNJwNq888XQvt7HLMTGMq4B9Lp95sI/s1600/g3+P+mujeres+IE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsrDnAnT7-sOd_NB0QcYyDwIzO4_O9RxALYa2GYPrSkiguWV9PYaom9FrPTqkIJK65HLbvIxnzYwL5gvNcTwliZssJq9pg72C77BOF5PFTZUhakkNJwNq888XQvt7HLMTGMq4B9Lp95sI/s1600/g3+P+mujeres+IE.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Se observa un importante aumento -del 15% en 1990 al 18% en 2000-
seguido de una estabilización hasta el 2010. Al descomponer este porcentaje
entre las mujeres que reportan haber tenido interrupción de embarazo (IE) una
sola vez y aquellas que tienen más de una experiencia, se constata que la
estabilización en la segunda mitad del período corresponde a un crecimiento
similar al de la primera mitad del período para quienes reportan una sola IE
acompañado con un descenso del 4% al 2% del porcentaje de mujeres con más de
una. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Para utilizar estos porcentajes en la estimación del número anual de
abortos en el país es necesario hacer algunos supuestos que se resumen en el
siguiente cuadro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">CUADRO 1<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_5"
o:spid="_x0000_i1029" type="#_x0000_t75" alt="C1 numero abortos.jpg" style='width:340pt;
height:230pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image011.jpg"
o:title="C1 numero abortos.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfA3DowpCulxmAyay5Cl68RrgOaLSeOk3vkjCSO1WeNWob2gnkai0jEKLFbJ-O3C-pLc9OCo82AfLaKqioijHucCr48FFiWIwsMwp-vwZZL23qH_p-Pqsc6WQ4GwPNcooWx9vgIQRjFa8/s1600/C1+numero+abortos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfA3DowpCulxmAyay5Cl68RrgOaLSeOk3vkjCSO1WeNWob2gnkai0jEKLFbJ-O3C-pLc9OCo82AfLaKqioijHucCr48FFiWIwsMwp-vwZZL23qH_p-Pqsc6WQ4GwPNcooWx9vgIQRjFa8/s1600/C1+numero+abortos.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Para cada encuesta se tiene el número total de mujeres en la muestra y
aquellas que han tenido una interrupción de embarazo (IE). Se sabe, además,
cuantas de ellas han tenido una IE Única (IEU) y cuantas más de una IE (IEMU).
Del trabajo del Externado se puede tomar el número de abortos que han tenido
aquellas mujeres que reportan más de uno <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn72" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[72]<!--[endif]--></span></a>
para de esta manera calcular la proporción de IEU e IEMU en el total de
nacimientos reportados por las mujeres de cada encuesta. Si ese porcentaje se
aplica al total de nacimientos ocurridos en el país en cada año se obtiene el
total para el país desagregado entre IE únicas y múltiples.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Así, el número total de interrupciones de embarazo –espontáneas más
inducidas- que se deriva de las ENDS es apenas superior a 100 mil. Si se tiene
en cuenta la información de las encuestas del 2005 y el 2010, de acuerdo con las
cuales más de la mitad (55%) de las interrupciones corresponden a pérdidas y
sólo el 30% a abortos <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn73" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[73]<!--[endif]--></span></a>
se tendría que actualmente el número total de interrupciones voluntarias de
embarazo estaría entre 30 y 40 mil anuales. Esta cifra es diez veces inferior a
los tradicionales 400 mil abortos que se impusieron progresivamente en la
prensa, sin ninguna evidencia sólida en el país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">No sobra destacar que el orden de magnitud de estos estimativos es muy
similar al que se obtiene de otras fuentes totalmente diferentes, como son los
abortos practicados hace unos años en el HUV de Cali o los estimados para
Barranquilla. También se acerca bastante al cálculo basado en las únicas cifras
oficiales relativamente confiables sobre el fenómeno, las de mortalidad
materna. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Gráfica 4<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_6"
o:spid="_x0000_i1028" type="#_x0000_t75" alt="g4 IE anuales.jpg" style='width:286pt;
height:208pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image013.jpg"
o:title="g4 IE anuales.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKv7pJAZILfOuTygA3EYxnFAbAgn8DNVdA3ML6xIuyxqFV615FdFvwK9hu8bghMQJ7Wo7tkLyhTGhepbv0S25OcFaWJBZZatlXpqntEm0vq_12GYxrRlnBPAFrLuMZ1TSD3u858PsACTg/s1600/g4+IE+anuales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKv7pJAZILfOuTygA3EYxnFAbAgn8DNVdA3ML6xIuyxqFV615FdFvwK9hu8bghMQJ7Wo7tkLyhTGhepbv0S25OcFaWJBZZatlXpqntEm0vq_12GYxrRlnBPAFrLuMZ1TSD3u858PsACTg/s1600/g4+IE+anuales.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Vale la pena anotar que el número total de interrupciones de embarazo
reportadas en las ENDS de 2005 y 2010 es del mismo orden de magnitud de las complicaciones
obtenidas por Guttmacher a través de la encuesta a personal del sistema sanitario
colombiano (93 mil) y utilizadas para ratificar los 400 mil abortos aplicando
un multiplicador bastante arbitrario y contradictorio con trabajos anteriores <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn74" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[74]<!--[endif]--></span></a>.
Teniendo en cuenta el testimonio, relativamente estándar, de los médicos que al
atender a una mujer que viene para atención postaborto es casi imposible
diferenciar entre la interrupción espontánea o inducida, dificultad que con la
extensión de las técnicas farmacológicas se ha agudizado, se puede pensar en un
escenario en el que la utilidad y el sentido original del multiplicador han
cambiado radicalmente. Ya no parecería tan extraña la situación, no considerada
factible en esa metodología, de un aborto practicado por fuera del sistema de
salud o, de manera creciente, en el domicilio de la mujer y que, a pesar de su
bajo riesgo, se da con una solicitud posterior de atención médica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">En el estudio del Externado se encontró que de cada 100 embarazos, 82%
resultaban en nacimientos, 12% en abortos inducidos y 6% espontáneos <a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftn75" name="_ftnref" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]-->[75]<!--[endif]--></span></a>.
O sea que, a principios de los noventa, por cada pérdida se observaban dos
interrupciones voluntarias. Doce años más tarde, en la ENDS del 2005, la
proporción ya casi se había invertido pues para 30 abortos voluntarios
reportados por las mujeres se hacía referencia a 55 espontáneos. Parecería que
la distinción entre una interrupción inducida y una espontánea es cada vez más
difusa o, dicho en otros términos, que podría haber una tendencia creciente a
calificar de natural un aborto que se decide. Esta confusión, y la consecuente
dificultad para distinguir unos de otros podría haberse extendido a las
respuestas de las encuestas a las mujeres. La línea porosa que separa los
abortos de las pérdidas se ha visto facilitada por la mayor disponibilidad de
productos farmacológicos que casi “simulan” una hemorragia espontánea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Los estimativos inferiores a los 50 mil abortos anuales que resultan de
las ENDS sin la menor duda subestiman los que realmente ocurren, principalmente
por las dos razones mencionadas atrás: estas encuestas no fueron diligenciadas
de manera anónima por lo que, al existir cierta reticencia para aceptar que se
ha incurrido en una conducta ilegal, algunas mujeres pueden optar por no
reportarlo. También es probable que la extensión de los formularios y el hecho
que se aborden otros temas facilite la inclinación a no mencionar los abortos. La
manifestación más obvia de este subregistro es la mayor proporción de mujeres
que en la encuesta corta y secreta del Externado aceptaron en 1992 haber
abortado alguna vez (22.9%) contra las que en las ENDS de años cercanos
reportan haber tenido interrupciones de embarazo (15% en 1990 y 19% en 1995). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Incluso sin esta comparación que hace evidente el subregistro, existen,
dentro de las mismas ENDS algunos síntomas del mismo fenómeno. En efecto, una pregunta que se les ha
hecho a las mujeres que reconocen haber abortado alguna vez se refiere a la
fecha en la que ocurrió en incidente. En principio, si el reporte fuera
totalmente fidedigno, con esta pregunta se podría tener un buen indicativo del
número de abortos ocurridos en cada uno de los años anteriores. La realidad es
que el perfil en el tiempo de las interrupciones anuales de embarazo según el
recuerdo de las mujeres que respondieron las disintas etapas de la encuesta es
bien peculiar y tiende a concentrarse en los períodos más recientes, de tal
manera que los abortos parecerían haber crecido muchísimo justo antes de cada
una de las encuestas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Gráfica 5<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_7"
o:spid="_x0000_i1027" type="#_x0000_t75" alt="g5a IE anuales.jpg" style='width:322pt;
height:138pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image015.jpg"
o:title="g5a IE anuales.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_8"
o:spid="_x0000_i1026" type="#_x0000_t75" alt="g5b IE anuales.jpg" style='width:304pt;
height:131pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image017.jpg"
o:title="g5b IE anuales.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie1AwVbo-cnLCKMtfFeF1iuJVkl_SfbLqAg-z-W1LuekypaVcCADoi8Cs90gCjLilBgrcxWLd7gQCxBatL4hl2WVJoTVf92iJZfWyWGZq9t4ONlGMCh_4n2LtsYrQP9ZvNowaPmuYQwBc/s1600/g5a+IE+anuales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEie1AwVbo-cnLCKMtfFeF1iuJVkl_SfbLqAg-z-W1LuekypaVcCADoi8Cs90gCjLilBgrcxWLd7gQCxBatL4hl2WVJoTVf92iJZfWyWGZq9t4ONlGMCh_4n2LtsYrQP9ZvNowaPmuYQwBc/s1600/g5a+IE+anuales.jpg" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht27Qsa9GgEu5LmNLI2yv5ORZhAD8OR4vbBATbe9oNRTNJ93rvGjCh9cleVHk1bNLXeUU9MWVkrETHPqmhuS3khAw3VamqEPALyembLMjV-mwal_QBtMls2zJZo1otciUbYqHkWMnxPY4/s1600/g5b+IE+anuales.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEht27Qsa9GgEu5LmNLI2yv5ORZhAD8OR4vbBATbe9oNRTNJ93rvGjCh9cleVHk1bNLXeUU9MWVkrETHPqmhuS3khAw3VamqEPALyembLMjV-mwal_QBtMls2zJZo1otciUbYqHkWMnxPY4/s1600/g5b+IE+anuales.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Dos cosas quedan claras de esta información. La primera es que la
subestimación de los abortos reportados aumenta con el tiempo: de acuerdo con
todas las encuestas, varios años antes de cada versión parecería haber muchos
menos abortos de los reportados en la encuesta realizada entonces. Aunque una
parte de ese menor valor se podría explicar por las mujeres que, por su mayor
edad, ya dejan de ser tenidas en cuenta en las encuestas, es evidente el
creciente “factor olvido” de los abortos con el paso de los años. El otro
aspecto es que los datos referidos a períodos más recientes, por ejemplo, el
año anterior o el último quinquenio antes de la encuesta, muestran entre sí un
patrón similar al obtenido con los datos globales: dos períodos relativamente
estables 1990-1995 y 2000-2010 separados por un marcado incremento entre 1995 y
2000. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Una manera de tratar de corregir parcialmente el subregistro en cada una
de las encuestas es reemplazando el promedio anual de abortos reportado en
ellas tanto por el número del año inmediatamente anterior a la encuesta –para
obtener así un estimativo máximo del número de abortos- como por el promedio del
quinquenio anterior suponiendo que este es un valor medio. El número total de abortos efectivamente
reportado en cada encuesta se tomaría como el mínimo del rango de valores
probables. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Gráfica 6<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Picture_x0020_9"
o:spid="_x0000_i1025" type="#_x0000_t75" alt="g6 rangos IE.jpg" style='width:304pt;
height:194pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'>
<v:imagedata src="file://localhost/Users/apple/Library/Caches/TemporaryItems/msoclip/0/clip_image019.jpg"
o:title="g6 rangos IE.jpg"/>
<v:textbox style='mso-rotate-with-shape:t'/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--></span><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAxBSoDTEjxWQ7Z20fu44v1XLw4_5aSI_K2YXMamjbatdKzy5DYWeJ-6z8jNXt1nJlSgKyRKH7-KU_D6JEYrk_fVzWGE28-TL6hL3LsAu2deNsnn_hvAflGSZx8r_1xUzbsk24ALKnlEw/s1600/g6+rangos+IE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAxBSoDTEjxWQ7Z20fu44v1XLw4_5aSI_K2YXMamjbatdKzy5DYWeJ-6z8jNXt1nJlSgKyRKH7-KU_D6JEYrk_fVzWGE28-TL6hL3LsAu2deNsnn_hvAflGSZx8r_1xUzbsk24ALKnlEw/s1600/g6+rangos+IE.jpg" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Lo que este ejercicio muestra es que el período con mayor incertidumbre
sobre el número total de abortos inducidos fue la primera mitad de la última
década, con un total entre 100 y 200 mil Interrupciones de Embarazo anuales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="EN-US" style="font-family: Calibri;">Un supuesto conservador es que en la actualidad se reportan como
pérdidas espontáneas algunos abortos y que la verdadera participación de unas y
otros es –tal como se observó hace más de dos décadas en el estudio del
Externado- de 66% de contra 33% de los segundos. Si después de compensar el “factor
olvido” o reticencia a reportar que se incrementa con el tiempo, se considera
un nuevo correctivo a la proprocón entre interrupciones voluntarias y pérdidas,
se tendría un estimativo para el total de abortos anuales comprendido entre un
mínimo de 75 mil y un máximo de 114 mil, con un valor medio de 90 mil. O sea menos
de la cuarta parte de la pertinaz cifra de 400 mil para la que simplemente, no existe
ninguna evidencia que permita corroborarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<h3 align="center" style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><a href="https://www.blogger.com/null" name="_Toc276994518"><span lang="ES-CO">REFERENCIAS</span></a><span lang="ES-CO"><o:p></o:p></span></span></h3>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Celis,
Francisco (2002). <i>Colombia Erótica</i>.
Intermedio Editores<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Crouse,
Janice Shaw (2008) “Planned Parenthood think tank inflates abortion numbers”. <i>Washington Times</i>, Dec 27<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="http://www.washingtontimes.com/news/2012/dec/27/planned-parenthood-think-tank-inflates-abortion-nu/"><span style="font-family: Calibri;">http://www.washingtontimes.com/news/2012/dec/27/planned-parenthood-think-tank-inflates-abortion-nu/</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">DNP (1999).
“Mortalidad Materna”. Bogotá: Departamento Nacional de Planeación, Unidad de
Desarrollo Social, <i>Boletín 22</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Desarrollo%20Social/boletin22.pdf"><span style="font-family: Calibri;">https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Desarrollo%20Social/boletin22.pdf</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">EE (2012). http://www.elespectador.com/noticias/salud/colombia-hay-un-medico-cada-846-habitantes-articulo-329003<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Efe (1995) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-350440"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-350440</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Efe (1996) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-283575"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-283575</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Efe (1996a) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-315714"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-315714</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Escobar, Julio
y Jaime Andrés Collazos (2007). “Series históricas del departamento del Valle
del Cauca: Un compendio de herramientas para la investigación regional”. <i>Ensayos sobre Economía Regional</i> Nº 47,
Julio. Cali: Centro Regional de Estudios Económicos. Banco de la República<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="http://www.banrep.gov.co/docum/Lectura_finanzas/pdf/2007_julio.pdf"><span style="font-family: Calibri;">http://www.banrep.gov.co/docum/Lectura_finanzas/pdf/2007_julio.pdf</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1992) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-126087"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-126087</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1994a) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-106962"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-106962</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1994b) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-205986"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-205986</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1996a)</span>
<a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-286234"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-286234</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1996b) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-292053"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-292053</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1996c) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-286234"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-286234</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1998a) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-775416"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-775416</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1998b)</span>
<a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-846298"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-846298</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (1998c)</span>
<a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-776555"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-776555</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (2000a) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1220087"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1220087</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (2000b) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1267978"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1267978</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">ET (2000c)</span>
<a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1268590"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1268590</span></a></div>
<div class="MsoNormal">
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<span style="font-family: Calibri;">ET (2001a) </span><a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-502570"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-502570</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
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<a href="http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-670547"><span style="font-family: Calibri;">http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-670547</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
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Sixth edition. World Health Organization<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/44529/1/9789241501118_eng.pdf"><span style="font-family: Calibri;">http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/44529/1/9789241501118_eng.pdf</span></a><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Wilson, Katherine,
Sandra G. Garcia & Diana Lara (2010) “Misoprostol Use and Its Impact on
Measuring Abortion Incidence and Morbidity” en Singh, Remez & Tartaglione
(2010) pp. 191 a 201<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Calibri;">Zamudio
Lucero et.al. (1999). “El aborto inducido en Colombia. Características
demográficas y socioculturales”. <i>Cuadernos
del CIDS</i>, Centro de Investigaciones sobre Dinámica Social. Bogotá:
Universidad Externado de Colombia<o:p></o:p></span></div>
<!--EndFragment--><br />
<div style="mso-element: footnote-list;">
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--></span></span></a> Zamudio et. al. (1999) pp. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>93 y 135<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]--></span></span></a> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ibid. p. 105<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1998a)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]--></span></span></a> Ladipo (1990) p. 20<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[5]<!--[endif]--></span></span></a> WHO (1970) p. 33<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[6]<!--[endif]--></span></span></a> WHO (1992) p. 6<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[7]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1992)</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[8]<!--[endif]--></span></span></a> Santos Rubino (1993)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[9]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1994b)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[10]<!--[endif]--></span></span></a> Ibid. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[11]<!--[endif]--></span></span></a> Colombia, Chile, México,
República Dominicana y Perú. ET (1994a)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[12]<!--[endif]--></span></span></a> Reuter (1996)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[13]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1996b)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[14]<!--[endif]--></span></span></a> “Cada año se practican en el
mundo unos 50 millones de abortos, aseguró ayer en Roma el cardenal Alfonso
López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia” Efe (1996)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[15]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1998b)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[16]<!--[endif]--></span></span></a> ET (2000a)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[17]<!--[endif]--></span></span></a> Moanack (2000)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[18]<!--[endif]--></span></span></a> ET (2001b)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[19]<!--[endif]--></span></span></a> Celis (2002)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn20" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[20]<!--[endif]--></span></span></a> Zamudio et. al. (1999) los
principales resultados de esta estudio se resumen más adelante<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn21" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[21]<!--[endif]--></span></span></a> Roa (2005)</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn22" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[22]<!--[endif]--></span></span></a> Este trabajo de Guttmacher
se discute en detalle más adelante</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn23" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[23]<!--[endif]--></span></span></a> La última sección de este
doumento está dedicada a los estimativos del número de abortos a partir de las
distintas versiones de la ENDS<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn24" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[24]<!--[endif]--></span></span></a> García Villegas (2015)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn25" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[25]<!--[endif]--></span></span></a> Ruiz-Navarro (2015)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn26" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[26]<!--[endif]--></span></span></a> WHO (2008) p. 39<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn27" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[27]<!--[endif]--></span></span></a> En una muestra de un poco más
de treinta mil mujeres se reportaron abortos por un total ligeramente inferior
a diez mil y, por otro lado, cerca de 67 mil nacimientos, o sea 14.5 abortos
por cada cien hijos nacidos vivos. Suponiendo que esa fracción, acumulada y
retrospectiva, sirve para estimar el número de incidentes ocurridos en un año,
para el total anual de nacimientos observados en el país en esa época, 900 mil,
por regla de tres se pueden calcular los 130 mil<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn28" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[28]<!--[endif]--></span></span></a> “Una medida de la intensidad
del fenómeno es la tasa de abortos por cada cien embarazos. Esta medida es
mucho más fina porque no contiene los sesgos que introduce la mayor o menor
exposición al riesgo de embarazo”. Zamudio et. al. p. 40<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn29" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[29]<!--[endif]--></span></span></a> Zamudio et.al. (1999) p.40 <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn30" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[30]<!--[endif]--></span></span></a> ET (2000b)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn31" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[31]<!--[endif]--></span></span></a> Efe (1995)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn32" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[32]<!--[endif]--></span></span></a> 290 millones de habitantes
contra 37. </div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn33" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[33]<!--[endif]--></span></span></a> Santos Rubino (1993)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn34" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[34]<!--[endif]--></span></span></a> Datos tomados de <a href="http://www.infoplease.com/ipa/A0004397.html">http://www.infoplease.com/ipa/A0004397.html</a>. Para Francia, España y
China de Wilkipedia. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn35" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[35]<!--[endif]--></span></span></a> Según el Departamento
Administrativo de Salud (Dasalud). Santos Rubino (1993)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn36" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[36]<!--[endif]--></span></span></a> Ese año, la población de la
capital del Atlántico era un poco menos del 3% de la del total del país. https://en.wikipedia.org/wiki/Barranquilla<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn37" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[37]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1998c)</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn38" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[38]<!--[endif]--></span></span></a> La participación de la
población del Valle en el total nacional era del 10% en 1995 y la de Cali el
5%. Escobar y Collazos (2007)</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn39" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[39]<!--[endif]--></span></span></a> ET (2000c)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn40" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[40]<!--[endif]--></span></span></a> Ladipo (1990) <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn41" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[41]<!--[endif]--></span></span></a> WHO (1992) p. 6</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn42" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[42]<!--[endif]--></span></span></a> Ibid. p. 7<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn43" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[43]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1996b)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn44" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[44]<!--[endif]--></span></span></a> Efe (1996a). Aunque no he
podido identificar el artículo de The Lancet al que hace referencia el despacho
de prensa, se puede sospechar que estaba escrito por investigadores del
Guttmacher Institute y de la OMS, que después publicaron sobre el mismo tema en
esa presitigiosa revista. Ver Sedgh et. al. (2008). Es conveniente señalar que
la credibilidad de Guttmacher era y sigue siendo muy alta en los EEUU, país en
donde sus estadísticas se basan en fuentes confiables y verificables. Para
otros países las críticas a su metodología y sus audaces y contradictorios
supuestos son recientes. Ver Crouse (2008)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn45" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[45]<!--[endif]--></span></span></a> Efe (1996a).</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn46" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[46]<!--[endif]--></span></span></a> Koch et. al. (2012)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn47" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[47]<!--[endif]--></span></span></a> DNP (1999). La cifra del
2010 es de Prada et. al. (2011) <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn48" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[48]<!--[endif]--></span></span></a> Ganatra et. al. 2008<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn49" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[49]<!--[endif]--></span></span></a> Ibid.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn50" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[50]<!--[endif]--></span></span></a> Los estimativos de
Guttmacher para regiones en donde el aborto está penalizado como América del
Sur y Africa oriental son de 33 y 39 abortos por cada mil mujeres, mientras que
en Europa occidental, con la práctica legalizada, la cifra observada es tan
sólo 12. Singh et. al 2009, Gráfica 3.3, p. 19 <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn51" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[51]<!--[endif]--></span></span></a> “Los expertos calculan que
esta cifra, muy superior a la de los países desarrollados, está directamente
relacionada con la legalidad del procedimiento, aunque indicaron que esto no es
una garantía”. Reuter (1996)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn52" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[52]<!--[endif]--></span></span></a> En el año 1987, dos años
después de aprobada la ley que lo despenalizó en tres circunstancias
excepcionales, pero a las cuales se les fue encontrando un acomodo, se
registraron en la península un poco menos de 17 mil abortos. En los años
siguientes se observaron pequeños incrementos anuales que se estabilizaron
durante los noventa. Desde el año 2000 el crecimiento fue sostenido hasta
alcanzar un máximo de 118 mil en 2011, un año después de que se cambió el
sistema de prohibición con restricciones a un sistema de plazos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Koch et. al (2012). El sistema de
causas o excepciones que hubo en España entre 1985 y 2010 fue sistemáticamente
burlado por parte de las clínicas especializadas que suministraban los
certificados de que la mujer vería afectada su salud mental si no abortaba.
Rubio (2015)</div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn53" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[53]<!--[endif]--></span></span></a> Fuera de abortos, toxemias,
hemorragias, complicaciones de trabajo y parto, perperio y otras. DNP (1999) <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn54" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[54]<!--[endif]--></span></span></a> DNP (1999) Cuadro 8 p. 20<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn55" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[55]<!--[endif]--></span></span></a> Para el quinquenio
1990-1995, el promedio fue de 154 llegando para el último año a 119.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn56" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[56]<!--[endif]--></span></span></a> Según la Secretaría
Distrital de Salud, esa disminución podía estar relacionada con el descenso del
número de abortos inducidos en la ciudad. ET (2001a)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn57" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[57]<!--[endif]--></span></span></a> ET (1998c)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn58" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[58]<!--[endif]--></span></span></a> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Según estudios realizados por la Unicef, 17 de cada cien
mujeres que recurren a esta práctica clandestina mueren debido a las precarias
condiciones en las cuales se lleva a cabo este método” Santos Rubino (1993)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn59" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[59]<!--[endif]--></span></span></a> Ibid. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn60" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[60]<!--[endif]--></span></span></a> Ver Rubio (2008) <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn61" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[61]<!--[endif]--></span></span></a> Un año antes, el mismo
Guttmacher<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mencionaba para
Colombia, con el mismo trabajo de campo del 2008, un multiplicador de 4.12. Singh,
Prada & Juarez (2010)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn62" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[62]<!--[endif]--></span></span></a> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Firmado por una de las<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>autoras del informe, que sugería para Colombia un multiplicador de 5.5,
reajustado desde un valor de 3.5 años atrás, “por los adelantos en
disponibilidad de servicios seguros”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Singh y Sedgh (1997)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn63" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[63]<!--[endif]--></span></span></a> Para los nuevos tiempos se
recomiendan tres metodologías alternativas, ninguna de las cuales se aplicó
para la apresurada ratificación de los 400 mil abortos en el 2011, a pesar de
que el informe reconoce que el misoprostol ya se usa en la mitad de los abortos
colombianos. Wilson, Garcia & Lara (2010)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn64" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[64]<!--[endif]--></span></span></a> Este número se estimó con
una encuesta de opinión a 289 personas de instituciones de salud colombianas.
Una primera inquietud surge de la representatividad de esa muestra. “Los
autores no mencionan la probabilidad de prestar servicios postaborto de las
instituciones, ni tampoco las razones que justifican las proporciones de una
primera elección… y luego la sucesiva exclusión que finaliza en el número de
289 instituciones seleccionadas. La representatividad de la muestra es por
tanto desconocida y parece mejor ajustada a un muestreo por conveniencia”. La
segunda objeción tiene que ver con el número de complicaciones que, en una
muestra no aleatoria, no se basaron en registros. Koch et. al p.363<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn65" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[65]<!--[endif]--></span></span></a> Ibid. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn66" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[66]<!--[endif]--></span></span></a> Más adelante se señalan
estimativos para esta relación.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn67" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[67]<!--[endif]--></span></span></a> GI (2008) <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn68" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[68]<!--[endif]--></span></span></a> Singh et. al (2009)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn69" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[69]<!--[endif]--></span></span></a> Datos de población por sexo
y edades tomados de INE, http://www.ine.gub.uy/web/guest/censos-2011<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn70" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[70]<!--[endif]--></span></span></a>
http://www.lanacion.com.ar/1780144-uruguay-el-numero-de-abortos-legales-aumento-un-20-por-ciento-en-2014<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn71" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[71]<!--[endif]--></span></span></a> En el cuestionario se
especifica que es “de autodiligenciamiento secreto y consignación reservada” . La
mujer lo respondía por sí misma y luego lo depositaba en un sobre sin que nadie
pudiera enterarse de sus respuestas. Por esta razón del autodiligenciamiento,
el número de preguntas es muy reducido -tanto que el formulario es de una sola
página- y se cubren muy pocos aspectos diferentes a la fecundidad y las
interrupciones de embarazo. Zamudio et. al. (1999) Anexo<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn72" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[72]<!--[endif]--></span></span></a> Aquí es necesario suponer
que el número de interrupciones de embarazo de quienes han tenido más de una es
similar al número de abortos de la repitentes. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn73" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[73]<!--[endif]--></span></span></a> Ver parte inferior derecha
de la Gráfica 4<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn74" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[74]<!--[endif]--></span></span></a> Prada et. al. (2011)<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=8116537388013456868#_ftnref" name="_ftn75" style="mso-footnote-id: ftn;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]-->[75]<!--[endif]--></span></span></a> Zamudio et. al. Cuadro Nº 18
p. 41<span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: center; text-autospace: none;">
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
</div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-6372170536958745382013-05-28T19:55:00.002-07:002013-05-28T19:55:34.353-07:00La ventaja obvia de una pareja estable<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">"Con cada mujer que se separa o se divorcia, muchas personas
respiran mejor … Mujeres de todos los estratos y rincones de esta tierra
colombiana, incontables mujeres nacen a ellas mismas después de una
separación". Siempre me han intrigado las fuentes que respaldan las
afirmaciones sin matices de Florence Thomas, como estas que lanzó en una
columna con el provocador título de “Divorciadas y tan felices …”. No pocas
separaciones son eventos dolorosos y traumáticos, con costos para ambas partes,
beneficiando si acaso a quienes rápidamente encuentran un nuevo romance, o lo
traían guardado y cultivado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Con la pregunta clásica del Estudio Colombiano de Valores sobre qué
tan felices se sienten las personas, hace un tiempo pude corroborar lo
observado en mi entorno cercano: las personas con una relación duradera –noviazgo,
matrimonio o unión libre- manifiestan sentirse más satisfechas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con sus vidas que aquellas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin pareja. La última Encuesta Nacional
de Demografía y Salud, con una representatividad incuestionable, sugiere una
eventual explicación para la ventaja en bienestar que reportan las mujeres
emparejadas sobre las separadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ante la pregunta “¿cuando fue la última vez que usted tuvo relaciones
sexuales?” la mayoría de las mujeres miden su abstinencia en días, pero muchas
lo hacen en meses y un porcentaje no despreciable reporta no haber tenido sexo en
años. Las diferencias entre las mujeres con parejo permanente y quienes viven
solas o con sus hijos sin el padre son importantes, haciéndose abismales con el
tiempo. A partir de los treinta, no tener compañero en casa equivale a más de un
año de abstinencia sexual. Al acercarse los cincuenta, las mujeres solas responden
que ha pasado casi un lustro –en promedio- desde la última vez que hicieron el
amor. Las emparejadas de esa edad, por el contrario, continúan con una
actividad sexual apenas inferior a la de sus congéneres adolescentes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBxjhsLcg1nSSlDqVcc1Z_PoyNdSYO4R3Mx72ahprunbbn91tVDT2_QIBRtw9mb81jQdzH9CgE8jQX1D2gjRuWtGfJ__88bda68poK1pqXpPdK9mzrO7fZRM2UBBZb9YdcW32_PMBHUts/s1600/ends.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBxjhsLcg1nSSlDqVcc1Z_PoyNdSYO4R3Mx72ahprunbbn91tVDT2_QIBRtw9mb81jQdzH9CgE8jQX1D2gjRuWtGfJ__88bda68poK1pqXpPdK9mzrO7fZRM2UBBZb9YdcW32_PMBHUts/s1600/ends.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Así, para las colombianas
maduras, una ventaja del matrimonio o la unión libre se podría tasar en un
cuatrenio de sexo, cuyos beneficios comprobados siguen aumentando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Resulta insólito que bajo la supuesta liberación femenina una fracción
importante de mujeres padezca semejante miseria sexual, difícilmente compatible
con la felicidad apresuradamente asociada al divorcio. Aunque en este terreno
es imposible definir qué es lo razonable, y la empatía intergénero no funciona,
me atrevo a pensar que estas abstinencias ya son excesivas después de los
veinte. Así lo sugiere la conversación que, según una amiga, se repite en su
gimnasio de treintañeras: con quien será, el próximo mes, el “polvo de
mantenimiento”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-56378382841686251462013-05-22T22:49:00.003-07:002013-05-22T22:49:46.953-07:00Infidelidad, separaciones y feminismo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En el
año 2009 un conocido actor tuvo un romance furtivo con su coprotagonista en una
comedia. La engañada esposa de casi dos décadas, madre de un hijo suyo, lo
agarró in fraganti, hizo público el affaire y anunció el inminente divorcio. Le
explicó a la prensa por qué, a pesar del amor que aún sentía, había tomado la
dolorosa decisión de separarse. Pillado y encartado, el galán acabó por darle la
espalda a su amante pidiéndole que abandonara el grupo de teatro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Unas semanas
más tarde Florence Thomas, en uno de esas cartas públicas con los que reprende
a cualquiera que atente contra las mujeres, regañaba al actor. No lo hacía por
haberle puesto los cuernos a su cónyuge, ni siquiera por cortar con la amante.
Le reprochaba haberse dejado involucrar en el escándalo. El doble sufrimiento
femenino le pareció simple daño colateral poco digno de empatía o reflexión. En
un arranque literario dejó una memorable oda a la infidelidad: "el amor es
nómada, el amor es precario, es frágil, y el deseo es caprichoso, vagabundo y
aventurero”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Recientemente,
tras el pobre debate sobre el matrimonio igualitario, la misma Florence Thomas,
siempre refractaria a la noción de compromiso en la pareja, tuvo que hacer
maromas para resumir en una columna la gran contradicción del feminismo contemporáneo
frente al matrimonio: fundamental para las parejas del mismo sexo pero en últimas
mediocre y caduco como institución para la gente progresista, para quienes
realmente conocen el amor sin ataduras artificiales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El sonado
divorcio por cuernos de farándula no es un evento aislado. De acuerdo con la
última Encuesta Nacional de Demografía y Salud, la infidelidad masculina es la
razón más aducida (35%) por las mujeres colombianas para haberse separado. Las
dos siguientes causales, violencia conyugal (23%) e “incumplimiento de deberes”
del hombre (11%) también podrían estar relacionadas con alguna sucursal
clandestina. Las aventuras extra conyugales femeninas apenas alcanzan el 1% de
las razones de separación. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlc4kk84Tc13XIfSgX6YU-WiGNYUkeEB55UTPFyngk35I1k6ZUj1d9Sl0s5PmOD36b1j156tvHx5Ya7wmNeR33IFAFBs-vWmmZhqW0llScqBZ6LHYpWhD2ev3vIUKdyXiTRq-oxuHqi2U/s1600/razones+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlc4kk84Tc13XIfSgX6YU-WiGNYUkeEB55UTPFyngk35I1k6ZUj1d9Sl0s5PmOD36b1j156tvHx5Ya7wmNeR33IFAFBs-vWmmZhqW0llScqBZ6LHYpWhD2ev3vIUKdyXiTRq-oxuHqi2U/s400/razones+1.jpg" width="366" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Una bajísima proporción de las divorciadas por
infidelidad se vuelve a casar. Algunas optan por la unión libre, pero la
mayoría de ellas reportaron no vivir emparejadas en el momento de la encuesta.
Casi todas tienen hijos, y su número es similar al de las madres solteras en el
país. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
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<!--EndFragment--><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">A pesar
de lo insulsa que ha sido la discusión sobre las ventajas del matrimonio para
todos, tal vez contribuya a que la feminista con más tribuna del país deje de
trivializar la infidelidad y empiece a tomarse en serio sus secuelas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
</div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-28018571552818138872013-05-16T04:08:00.001-07:002013-05-16T04:09:02.499-07:00Slash fiction: literatura erótica de/para mujeres<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
El slash (por
el símbolo /) es un género de literatura escrito y leído casi exclusivamente
por mujeres. Se trata de historias de amor en las que los protagonistas -una
pareja de hombres- son estrellas de TV, novelas policíacas, ciencia ficción,
espionaje o aventuras, como Sherlock Holmes y el Dr Watson. El dúo con el que
apareció esta peculiar veta a mediados de los setenta fue el de Kirk y Spock de
“Viaje a las estrellas” (Star Trek). Las fanáticas de la película empezaron a
idear sagas en las que un poderoso vínculo surgía entre estos dos personajes
(K/S) que, superando todo tipo de obstáculos, se convertían en amantes. A pesar
de la oposición de la fanaticada hacia esa visión de sus héroes, los K/Szines -revistas
sobre esa pareja- se siguieron produciendo. Luego vinieron Starsky/Hutch de la
serie televisiva con ese nombre, Ilya/Napoleón de Mister Solo, Batman/Robin y
muchos otros.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
No se trata de
un fenómeno exclusivamente norteamericano. También surgió de manera casi
simultánea en Canadá, el Reino Unido, Australia y Alemania. Como parte del
universo manga, apareció luego una
versión japonesa para jóvenes. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
Aunque los
protagonistas del slash se enamoran y mantienen relaciones íntimas entre ellos
se consideran heterosexuales, algunas veces bi y excepcionalmente gays. Las
autoras escriben, editan y publican cientos de historias e ilustraciones en una
industria artesanal que fue posible gracias a los programas de edición como
Page Maker y a las fotocopias baratas. Para finales de los ochenta, cuando toda
la producción se imprimía para ser distribuída por correo o vendida en
encuentros especializados, se estima que en los EEUU había medio millar de
fanáticas activas; las ediciones típicas de un /zine eran de ese orden. Con el
impulso que le dio internet a las publicaciones virtuales, la comunidad de
seguidoras se ha expandido notablemente y ya es difícil cuantificar su tamaño. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
Hace un par de
décadas la etnóloga Camille Bacon-Smith entrevistó un grupo de autoras y
lectoras de slash que asistían a una convención en Nueva Inglaterra.
Caracterizó esa comunidad como exclusivamente femenina, de clase media, la
mayoría con grado universitario, solteras y heterosexuales. La proporción de
lesbianas y bisexuales era similar a la de la población total de mujeres.
Aunque las edades variaban entre los veinte y los setenta la mayor parte eran
treintañeras. Con la entrada masiva de lectoras jóvenes a través de la red la
edad promedio se ha reducido notablemente. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
En otro de los
trabajos académicos sobre el slash, “Pornografía de mujeres para mujeres, con
amor”, Joanna Russ señala que esas historias de amantes masculinos que
demuestran genuino interés por el otro -no sólo por su cuerpo- y establecen un
verdadero compromiso mutuo, “describen la versión femenina de la sexualidad
protagonizada por dos cuerpos masculinos”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
Donald Symons,
reputado psicólogo evolucionista, dirigió la tesis doctoral de Catherine
Salmon, seguidora de ese género literario. Escribieron luego un corto y
sustancioso libro en el que establecen un paralelo entre el slash y la novela
romántica tradicional en la que el protagonista, un hombre duro, demuestra al
final su capacidad de amar. Sugieren que la reticencia para asimilar esos
nuevos héroes al mundo gay es como quedarse con el pan y con el queso. “La
lectora heterosexual se puede identificar con un personaje masculino y, además,
tenerlo disponible sexualmente”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: center;">
REFERENCIAS</div>
<br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Bacon-Smith, Caroline (1993). </span><i style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Enterprising women: television fandom and teh creation of popular myth</i><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">. American Folklore Society. </span><a href="http://books.google.fr/books?id=hWGgPXtRA7AC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false" style="background-color: white; color: #7d181e; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-decoration: none;">Google books</a><br />
<br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="color: #222222; line-height: 16px;">Russ, Joanna (1985). "Pornography by women for women, with love." </span><i style="color: #222222; line-height: 16px;">Magic mommas, trembling sisters, Puritans and perverts: Feminist essays</i><span style="color: #222222; line-height: 16px;"> (1985): 79-99. Citado por Salmon & Symons</span></span><br />
<br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Salmon, Catherine & Donal Symons (2003). </span><i style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Erotic fiction, evolution, warrior lovers and female sexuality</i><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">. New Haven and London: Yale University Press</span><br />
<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Ejemplos de historias:</span><br />
<br style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Suzan Lovett - </span><a href="http://www.partnersrmore.com/www.partnersrmore.com/index.html" style="background-color: white; color: #7d181e; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-decoration: none;">The reading room</a>
<!--EndFragment--><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0cHfkCi8LQ4MTGvj2nq3gr44t6ErfEIWPwIKMzIACF13HpGqWJcJ6qAWVj5Vajpor9KU9UpckYTEhP6w5EIwxVcqq0bhrHdbT888bJIUzHhNG6hjHLZ18k7y8YyyjL2fNFs94o-sls9g/s1600/slash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0cHfkCi8LQ4MTGvj2nq3gr44t6ErfEIWPwIKMzIACF13HpGqWJcJ6qAWVj5Vajpor9KU9UpckYTEhP6w5EIwxVcqq0bhrHdbT888bJIUzHhNG6hjHLZ18k7y8YyyjL2fNFs94o-sls9g/s1600/slash.jpg" /></a></div>
<br /></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-17444975151577364832013-04-10T21:42:00.004-07:002013-04-10T21:42:52.652-07:00Reflejos en el ojo de un hombre<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-415166-reflejos-el-ojo-de-un-hombre">Abril 11 de 2013</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La mirada masculina sobre el
cuerpo de la mujer es involuntaria, innata, programada en el disco duro
genético del macho para la reproducción. Es por lo tanto difícil de controlar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La mirada-deseo del hombre se
remonta a la noche de los tiempos y tiene un sustrato biológico ligado a la
supervivencia de la especie. Pero en los discursos intelectuales contemporáneos
ha estado tercamente negada, rechazada, olvidada, pues implica la existencia de
un vínculo poderoso entre la seducción y la reproducción. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En las sociedades tradicionales
las mujeres siempre se acomodaron a la mirada de los hombres sobre sus cuerpos.
Para decirlo de manera burda, ellas son como las hembras de los primates que
seducen a los machos porque quieren ser madres. Para lograr este objetivo se
embellecen.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El feminismo nunca ha sabido cómo
manejar la coquetería femenina. Persistió la idea cristiana de la separación
entre el cuerpo y el espíritu. El supuesto predominante ha sido que la belleza
es un valor alienante, impuesto a
las mujeres por el machismo milenario y exacerbado en el capitalismo por la
industria cosmética y la moda. Antes la coquetería era un pecado. Ahora, como
las madres católicas, las madres feministas le recomiendan a sus hijas cuidarse
de los hombres que les hacen la corte. “¿Te fijas en mí o sólo en mi cuerpo?”
Como si el yo pudiera prescindir del cuerpo, como si el espíritu fuera más
auténtico yo que el cuerpo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ninguna sociedad humana se ha
montado en una contradicción tan inextricable, negando tranquilamente la
diferencia de sexos y simultáneamente exacerbándola hasta el paroxismo con las
industrias de la belleza y la pornografía. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las mujeres occidentales critican
a las que se cubren el cabello. Prefieren taparse los ojos. Independientemente
de cualquier angustia sobre por qué, o con qué derecho, los hombres tienen una
predisposición innata para desear a las mujeres con la mirada y las mujeres
siempre se deleitaron con esa mirada porque anuncia su fecundación. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La visión del macho se adaptó
para reconocer a las hembras fecundas y enviar señales a sus testículos para
que reaccionen. Existen filtros y un mecanismo cerebral de bloqueo. Pero en
cuanto falla, el hombre está listo para la acción. A la mujer, por el
contrario, no le interesa copular con cualquiera, puesto que su implicación con
la reproducción es incomparablemente más pesada y larga que la del macho. Los
varones fingen amar para poder tirar, ellas fingen desear para atrapar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me hubiera gustado que las
reflexiones anteriores fueran mías. Las tomé de un refrescante libro -con el
título de esta columna- que amerita una mirada, no sólo masculina. Su autora,
Nancy Huston, es una feminista canadiense, combativa, pragmática y
experimentada, que logró liberarse de los dogmas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu8b1p-Tf-G-eCDtub_qf-yddReyJ-Z1PbvQSPIAo0XFbQKFwdLM9THRe4GR8pOver_7F6eN1qGJCjYjFiROi86RNyfYf8ADxwPukKcayITqLJhdDultBYjs77AsTERP-PQ8_TBAK8iw4/s1600/reflejos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu8b1p-Tf-G-eCDtub_qf-yddReyJ-Z1PbvQSPIAo0XFbQKFwdLM9THRe4GR8pOver_7F6eN1qGJCjYjFiROi86RNyfYf8ADxwPukKcayITqLJhdDultBYjs77AsTERP-PQ8_TBAK8iw4/s1600/reflejos.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://mrp-ee.blogspot.fr/">http://mrp-ee.blogspot.fr</a></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-38587733742840081202013-04-04T11:52:00.001-07:002013-04-04T11:52:25.772-07:00Mujeres violentas<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-413851-mujeres-violentas">Abril 4 de 2013</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">A mediados de los sesenta, en un colegio femenino
con alta concentración de hijas de la élite, la vice rectora fue agredida por
las alumnas. “Me dieron puños y patadas, me ataron las manos a la espalda, me
golpearon con un rifle de madera, me llenaron la boca con tierra, y me
escupieron en la cara” escribiría luego en una carta al gobierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Dos meses después, estudiantes del mismo plantel
atacaron a profesores y administradores. Tras mancharles la ropa con tinta, ponerles
sombreros de burro y tablas con el nombre tachado colgadas en el cuello, de
rodillas, los golpearon con palos y luego los quemaron con agua hirviendo. La
vice rectora perdió el conocimiento. Tardaron dos horas en enviarla a un
hospital cercano, a donde llegó muerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Los brotes de violencia femenina ocurridos en China
durante la Revolución Cultural no ocurrieron sólo en este colegio. En un
establecimiento de Shangai las estudiantes obligaron a la directora a comer
excrementos mientras la hacían limpiar los baños. En otro plantel los
profesores recibieron martillazos en la cabeza. Una compañera de curso de las
agresoras, autora de varios textos sobre los ataques, no deja de preguntarse
“por qué las jóvenes de nuestra escuela femenina pudieron ser tan violentas”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">El afán por explicar la violencia de un grupo tan
privilegiado de mujeres lleva implícito el reconocimiento de que fue una
desviación de su conducta habitual. Una testigo concluye que se requirieron
condiciones realmente excepcionales
para que el salvajismo se impusiera sobre la mansedumbre femenina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En una reunión realizada décadas después entre
quienes vivieron de jóvenes la Revolución Cultural se elaboraron un par de teorías sobre la embestida contra la
autoridad en los colegios. Hubo acuerdo en señalar que la violencia femenina
podría atribuírse a la severa represión sexual a la que habían sido sometidas
previamente las jóvenes, entendiendo por represión tanto la contención de su
sexualidad como el control social de sus conductas. La rebelión habría sido una
forma de “extirpar los viejos estereotipos de comportamiento femenino”. Una
segunda teoría planteó que “las mujeres fueron más susceptibles que los hombres
a las presiones externas” y por lo tanto respondieron con mayor ímpetu al
llamado del liderazgo comunista para atacar a los enemigos de clase. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Puesto que se trataba de colegios con muchas hijas
de altos funcionarios públicos, no se pudo acudir a la explicación tradicional
de la precariedad económica y la falta de educación como causas de las
agresiones. Hacen falta en Colombia reflexiones similares sobre la violencia no
criminal y sin miseria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-62316908000818609772013-03-28T02:14:00.003-07:002013-03-28T02:14:44.199-07:00La fidelidad es para los de ruana<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/vivir/articulo-412869-fidelidad-los-de-ruana">Marzo 28 de 2013</a><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Trebuchet MS"; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">No se da silvestre la fidelidad. Es un valor difícil de inculcar, frágil, en contravía de los instintos. Comparando los pueblos italianos en donde abunda el adulterio con la historia de las parejas, la antropóloga Helen Fisher concluye que “la tendencia del ser humano hacia las relaciones extramaritales parece ser el triunfo de la naturaleza sobre la cultura”. Conviene precisar que la infidelidad masculina es tan diferente de la femenina como han sido variados y asimétricos los esfuerzos por controlarla.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Trebuchet MS"; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">En una visita del presidente Calvin Coolidge y su esposa a una granja avícola, ella se sorprendió con un gallo que no paraba de copular. Preguntó si así era todo el día y ante la respuesta afirmativa discretamente sugirió que le contaran eso a su marido. Coolidge recibió la indirecta y reviró: “¿el gallo repite con la misma gallina?”. Al informarle que siempre era con una distinta, sonrió pidiendo que le aclararan eso a la esposa.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Trebuchet MS"; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">De esta anécdota salió el nombre, efecto Coolidge, para la capacidad de los machos en muchas especies de multiplicar su potencia sexual siempre que cada faena sea con una hembra distinta. Los ratones son los afortunados elegidos para estudiar en el laboratorio esta vocación por la variedad. Si al reponer sus energías para otra cópula con la misma ratica necesitan un tiempo significativo y creciente, con una nueva hembra la recarga es inmediata. La explicación para este efecto es la búsqueda de diversidad genética en la descendencia. El equivalente al lema financiero de no poner los huevos en la misma canasta es no limitarse a una sóla hembra.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Trebuchet MS"; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">El rey Chou-Sin de la dinastía Shang (1558-1302 A.C.), reconocido por su promiscuidad, tenía hasta diez mujeres distintas cada noche. En la época Chou (112-22 A.C.) se estipuló que para mantener vigoroso al monarca se requerían una reina, tres consortes, nueve esposas de segundo rango, veintisiete de tercero y ochenta y un concubinas. Yang-Ti le sumó una reserva de tres mil doncellas. Durante los carnavales, el promedio de cortesanas disponibles para el Papa Alejandro VI era superior a veinte por noche. La cuenta de hijos del sultán marroquí Ismaïl Ibn Sharif (1634-1727) se acerca a novecientos y la de amantes de Warren Beatty a trece mil. Hasta el final de sus días, el comandante Mao recibía en sus aposentos una joven camarada distinta cada noche.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Trebuchet MS"; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">Sólo unos cuantos lo logran, pero todos los machos, desde los ratones, quisiéramos nuestro propio harem y poder disfrutarlo sin mala conciencia. La monogamia se instituyó para apaciguar esa manía por renovar pareja, evitar el consecuente desorden por rivalidad o celos, y sobre todo para que el macho alfa, el guerrero más poderoso, no acaparara todas las damas del entorno.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Trebuchet MS"; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">Señalar que Coolidge es natural, que fue adaptativo para ancestros lejanos, no equivale a argumentar que sea algo positivo, inmodificable u homogéneo entre varones. Por el contrario, es un llamado para no bajar la guardia ni jugar con candela. Es ingenuo afirmar que nos educaron para ser infieles cuando el lío es que la educación a veces no da la talla. Coolidge es una pesada tara masculina y para el arduo propósito de afianzar la fidelidad, de civilizar machos promiscuos, es tan buen aliado como la ley de la gravedad lo es de la industria aeronáutica.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Verdana, sans-serif; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Trebuchet MS"; mso-bidi-font-size: 16.0pt;">La diferencia entre infidelidad masculina y femenina se centra en el dilema cantidad versus calidad. Para poner los cuernos, las mujeres son más selectivas, apuntan hacia arriba y alcahuetean el Coolidge de los elegidos. Como anotó Bernard Shaw, ellas prefieren compartir un tipo de primera que la exclusividad sobre uno de quinta. </span></div>
</div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-628547689437926602012-11-19T19:37:00.002-08:002012-11-19T19:44:30.398-08:00El enredo del embarazo adolescente<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/noticias/actualidad/vivir/articulo-387628-el-enredo-del-embarazo-adolescente">Noviembre 18 de 2012</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Verdana;">Lina</span></i><span style="font-family: Verdana;"> – “Perdí la virginidad con él, por lo general no
utilizábamos condón. Duramos así 6 meses, él me dejó y yo seguía enamorada. Me
pareció que un hijo sería la llave para la felicidad de los dos y que él volvería
conmigo. Fuí a su casa, le dije que esa era la despedida, que lo dejaría en paz.
Empezamos a tomar hasta que lo emborraché, lo hicimos y quedé embarazada”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Verdana;">Angela</span></i><span style="font-family: Verdana;"> – “Tuve una pelea con mi madre. Ese día me pegó
muy refeo y yo llamé a mi novio. Me quería ir de la casa y él me dijo que nos
fuéramos a vivir juntos. Quedé embarazada porque no usábamos protección, yo
pensaba que era estéril”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Verdana;">Laura</span></i><span style="font-family: Verdana;"> – “Bueno, nosotros siempre hemos planificado, pero
hace 4 meses no sé qué paso, si el condón se rompió o si él no se lo puso bien.
Llegamos del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pre-prom</i>, estuvimos y
vaya sorpresa 40 días después”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Verdana;">Mary</span></i><span style="font-family: Verdana;"> – “Nos conocimos en el barrio, teníamos nuestro
cuento, que besitos y eso. Con 13 años me daba miedo hacer algo más, hasta que
en una fiesta me convenció de darle la pruebita de amor y yo ya con mis tragos
le hice. Me quedó gustando y seguimos así hasta que me di cuenta de que no me
llegaba el período”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">“Sí a la opción, no al azar” se titula el informe
de Naciones Unidas de la población mundial en el 2012 y muestra en su carátula
una joven en una reunión informativa sobre planificación familiar. Los
testimonios anteriores de colegialas bogotanas sugieren que el embarazo
adolescente es algo más complejo que la desinformación o los accidentes, y que
su prevención presenta varios dilemas. Uno de los más serios se hizo evidente
en un almuerzo con unos colegas indignados porque la asociación de padres de
alumnos se opuso a la instalación de un distribuidor de condones en un colegio
con el que ellos trabajaban. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Inicialmente compartí la molestia, pero el asunto
quedó zumbando durante el almuerzo. Luego de un ejercicio de empatía con esos
padres, las dudas asomaron al tratar de precisar si me hubiera gustado tener un
distribuidor en mi colegio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ya en
el café tenía otra opinión. Para mí habría resultado inmanejable sumarle a las
incógnitas –el cuando, cómo y con quien de la primera vez- un recorderis
oficializado y cotidiano de que me estaba quedando atrás. La distribución de
condones en el entorno escolar es una piedra en el zapato para quienes aún no
se han dado el gustico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La disyuntiva de política es simple: promover el
sexo seguro con preservativo puede anticipar el inicio de la vida sexual de los
adolescentes; entre más jóvenes, más necesaria la información pero también más
arriesgado ejercer presión sobre el momento oportuno para la primera relación
sexual. Sería imprudente ignorar este dilema simplemente por su sabor
retrógrado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Hasta la fecha no he encontrado evidencia
suficiente para contrastar esa duda, pero varios datos sugieren cautela con la
promoción del condón entre menores. Dejando de lado el desacierto de recomendar
como anticonceptivo un método idóneo para prevenir enfermedades -un riesgo
ínfimo entre novios inexpertos- lo cierto es que un factor propicio para el
embarazo adolescente es el inicio temprano de la vida sexual. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La Encuesta Nacional de Demografía y Salud,
realizada cada cinco años por Profamilia desde 1990, muestra que a pesar del
sostenido aumento en el conocimiento y uso de métodos de planificación entre
los jóvenes, en particular del preservativo, el embarazo adolescente aumentó
considerablemente hasta el 2005. Por otro lado, la proporción de adolescentes
sexualmente activas pasó del 21% en 1990 al 50% en el 2010. La drástica reducción
en la edad de inicio de las relaciones sexuales contrarrestó el efecto de la
planificación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La importancia del momento de arranque de la vida
sexual ya era clara cuando en el 2003 se hizo en el CEDE la primera encuesta
especializada en embarazo adolescente. Un resultado llamativo es que entre las
jóvenes que tienen sexo temprano –antes de los 14- el 36% reporta un hijo. Para
debutantes tardías -17 años o más- la cifra es apenas del 8%. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuCuhMFTEn7I96awJ1w_L0daRzq5wu4E92GaNsHKC5hfO2ABl65xsSZ760WkALkfipwcXJ7wT0aXb8OTbHQ0UPiR4hzdOnc5P-tUy3I5eH4HR-n2tEe7M4nK3o8FWrMr81vVN8BKBzY9M/s1600/embarazo+adolescente+g1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuCuhMFTEn7I96awJ1w_L0daRzq5wu4E92GaNsHKC5hfO2ABl65xsSZ760WkALkfipwcXJ7wT0aXb8OTbHQ0UPiR4hzdOnc5P-tUy3I5eH4HR-n2tEe7M4nK3o8FWrMr81vVN8BKBzY9M/s640/embarazo+adolescente+g1.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Los dilemas no paran ahí. Sorprendentemente, la
promiscuidad juvenil femenina no contribuye al riesgo de embarazo. Por el
contrario, las jóvenes que han tenido más parejas sexuales son menos fértiles.
A diferencia de lo que ocurre con los varones, en las jóvenes se observa que
entre más temprano se inician rotan menos sus compañeros de cama. Las madres
adolescentes se distinguen por tener o buscar una unión estable y durar más
tiempo con su pareja. El novio es el padre potencial típico y cada año
adicional con el mismo compañero multiplica por más de dos los chances de
gravidez. Como deja claro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lina</i>, ella
quería un hijo con su hombre. Tanto, que después tuvo otros dos con él mismo,
todos antes de cumplir 19 años. Para el embarazo precoz en Colombia es más
pertinente el guión de jugar al papá y a la mamá con condón que el de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sex and the city</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Tengo más años de los que quisiera, ningún nieto y
corro un leve riesgo de no alcanzar a conocerlos. A una hermana mayor le acaban
de anunciar que será abuela por primera vez. Hace poco, una compañera de
colegio me contó que su nieta se casa, lo que permite prever que una coetánea
mía pronto será bisabuela. Estas drásticas diferencias recuerdan que, para
enredar aún más las cosas, en el embarazo temprano puede haber tradición
familiar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En la mencionada encuesta, las madres adolescentes
son hijas de mujeres que dieron a luz siendo jóvenes. Cada año de retraso en el
primer parto de la mamá disminuye en 7% los chances de que una joven quede
embarazada. En esta transmisión de la precocidad entre generaciones influyen la
educación y el ejemplo, pero no se pueden descartar factores más difíciles de
alterar. La edad de la menarquia, por ejemplo, está relacionada con la del
inicio sexual. Una primera menstruación antes de los once años multiplica por
más de cinco la probabilidad de tener relaciones sexuales antes de los catorce.
Como anota <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Eugenia</i>, “yo empecé a los
12 años, mejor dicho, tan pronto me desarrollé”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Difícil precisar si <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lina</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Angela</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Laura</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mary</i> decidieron ser madres o tuvieron mala suerte. Para cada una la
dosificación de opción y azar fue diferente. Lo que resulta imprudente es
insistir que con más información y facilidad de acceso a los preservativos se
habrían logrado evitar esos embarazos: todas ellas sabían qué es y para qué
sirve un condón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-39295505859678025382012-10-30T17:23:00.002-07:002012-11-19T19:47:37.339-08:00La píldora y el acné<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">María recién cumplía quince años cuando nos
contó que la mayoría de sus compañeras de colegio en una pequeña ciudad
francesa, muchas de ellas vírgenes, tomaban regularmente la pepa. Ante la sorpresa
sobre esa forma de prevenir el embarazo adolescente aclaró sonriendo "es
para el acné". <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El acné tiene distintas causas, y una de
ellas es el desequilibrio hormonal que, durante la adolescencia, hace aumentar
la producción de sebo. La piel se torna grasa, se bloquean los poros y salen
granos en la cara. Mujeres adultas también sufren de acné hormonal durante la
menstruación. Hace varios años la medicina europea encontró que la píldora
anticonceptiva, regulando las hormonas, disminuye el problema. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El "Grupo Colombiano de Estudio en
Acné" estima que antes de los 21 años, más del 80% de la población ha sufrido
la afección. Se sabe que es una fuente de incomodidad y discriminación para
quienes a veces es más importante el aspecto físico que la vida social o
académica. Dentro de las recomendaciones para su tratamiento, este grupo de
dermatólogos no menciona la pepa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Un revisión reciente de estudios sobre el
efecto de los anticonceptivos en la piel -que cubría ensayos con más de 12 mil
mujeres- concluyó que todas las píldoras analizadas disminuían el acné, sin divergencias
apreciables entre ellas. La eficacia relativa de las pepas frente a los
antibióticos u otros tratamientos contra el acné aún no se conoce. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Desde los años ochenta se encontró que
las grandes diferencias observadas en las tasas de embarazo adolescente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre países desarrollados no se explicaban
por discrepancias en la actividad sexual. Además, que el uso de contraceptivos
y en particular de la píldora entre adolescentes es más bajo en los EEUU, líder
del embarazo precoz en el primer mundo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Las adolescentes francesas se destacan
por las tasas relativamente altas de utilización de métodos anticonceptivos
para su primer encuentro sexual. Esta diferencia es especialmente marcada para
la píldora. Un 15% de las mujeres sexualmente activas en Francia reporta haber
recurrido a la pepa para protegerse en su primera experiencia sexual. En los EEUU
la proporción es casi la mitad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La mayor
preferencia europea por métodos farmacológicos persiste en la vida adulta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">No se sabe hasta qué punto la aceptación
de la píldora entre las francesas proviene de su uso temprano como remedio para
el acné. En el otro extremo, intriga la baja popularidad de los métodos
hormonales entre las adolescentes gringas. Lo que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>resulta claro es que las decisiones
contraceptivas de las primeras -con frecuencia pepa más condón- son mucho más eficaces
(7 nacimientos por cada 1000 jóvenes) que las adoptadas por las adolescentes norteamericanas
(55) y las demás anglosajonas (26). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Como sistema de incentivos para prevenir
el embarazo juvenil, difícil imaginar algo más astuto que la costumbre francesa
de regular el flujo de hormonas para combatir el acné. Anticoncepción
subliminal se podría denominar esta receta que tiene la virtud, adicional a su
eficacia, de no ejercer ninguna presión sobre la decisión de cuando darlo por
primera vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/la-pildora-y-el-acne">Referencias</a><o:p></o:p></span></div>
<!--EndFragment--></div>
<!--EndFragment--></div>
Mauricio Rubiohttp://www.blogger.com/profile/16103494584935408746noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-20598974701175172602012-10-24T21:19:00.003-07:002012-10-24T21:19:40.981-07:00La insólita metamorfosis del condón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-383106-insolita-metamorfosis-del-condon">Octubre 25 de 2012</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">La crítica del condón como anticonceptivo
genera una réplica casi automática sobre su papel preventivo de las enfermedades
de transmisión sexual. A veces la reacción es de molestia, casi de regaño. Señalar
cualquier falla se considera políticamente retrógrado, machista o de fanático religioso.
Pero la historia de este artefacto reafirma el escepticismo sobre su idoneidad para
prevenir el embarazo, en particular el de adolescentes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El diseño temprano de una "vaina de
tela ligera, hecha a la medida" para evitar las enfermedades venéreas fue del
anatomista Gabriel Fallopio (1523-1562). Gracias al <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>invento un poco más de mil napolitanos de su
época se salvaron de la "caries francesa", la sífilis. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">El gran impulso comercial del artefacto
se dio en 1712 en Utrech a raiz de una conferencia internacional para ponerle
fin a la guerra de sucesión española. Puesto que la ciudad iba a estar
literalmente invadida por altas personalidades de varios países por tiempo
indeterminado, llegaron innumerables damiselas para atender a los delegados. A
un artesano local se le ocurrió transformar la envoltura del intestino de oveja,
que se utilizaba para cicatrizar heridas, en capucha protectora y ponerla a la
venta. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al terminar el evento, muchos
asistentes retornaron a sus países llevando especímenes. Industriales ingleses
decidieron entonces fabricar y vender con el nombre de condom esos artefactos
higiénicos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Desde sus inicios hubo quejas sobre la
incomodidad del preservativo y, consecuentemente, su limitada eficacia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una gran cortesana le advirtió a su pupila
que se trataba de “una coraza contra el placer y una telaraña contra el
peligro". Un reconocido médico inglés anotó que ante el fastidio muchos asumían
el riesgo. Así, su uso se concentró en los niveles bajos de la prostitución,
donde la infección era casi una certeza. Fue gracias a personajes como el
Marqués de Sade y Giacommo Casanova que el condón cambió de estatus. Salió de
los antros <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para entrar en la cama de los
adúlteros con una nueva función anticonceptiva. Para los libertinos, usarlo en
sus conquistas amorosas se impuso no sólo por razones higiénicas sino para
evitar embarazos. Con una amante conocida no se podía ser tan irresponsable como
con alguien a quien se le paga por esa prerrogativa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Con la invención de la vulcanización a mediados
del siglo XIX se empezaron a producir condones de caucho. Persistieron hasta
1930 cuando se adoptó el latex líquido que sigue<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siendo la base de su fabricación. Tras la
primera guerra mundial la política natalista llevó a su prohibición en varios
países. Mujeres inglesas de vanguardia vieron allí una manera de decidir sobre
sus embarazos. A pesar del compromiso por establecer la maternidad como una
opción, el movimiento feminista rechazó el condón no sólo por sus vínculos con
la prostitución y las enfermedades venéreas sino porque, como la abstinencia o
el coitus interruptus, dependía de la colaboración masculina. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">A final de los sesenta, cuando "hacer
el amor"<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desplazó la visita al burdel
las ventas cayeron; repuntaron en los ochenta con el pánico ante el SIDA. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">No es fácil entender cómo un método diseñado
y perfeccionado para evitar la transmisión de enfermedades en relaciones fugaces
entre personas extrañas y sexualmente experimentadas, que por décadas fue un
artículo varonil que se vendía en los bares y se guardaba escondido, que hacía
parte de la dotación de los militares, se transformó en el mecanismo más recomendado
para que jóvenes inexpertas, incluso vírgenes, supuestamente decidan si quieren
tener un hijo o no. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Igualmente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ardua de digerir es la pretensión de que el preservativo
representa un avance en la emancipación de las mujeres. El punto de quiebre de
la liberación sexual femenina fue la píldora, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no una tecnología que estaba disponible hace siglos.
"No es raro que en las billeteras de algunas (mujeres) haya un condón"
anota un artículo de una revista para hombres, como si eso bastara.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A pesar de la doctrina, del "no debería
ser así", la decisión real de si se usa o no el condón sigue dependiendo
de la voluntad masculina y sobre todo de cómo percibe el riesgo de contagio quien
lo porta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD">Qué bien caería hoy en Colombia algo del
pragmatismo de las feministas inglesas de hace un siglo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-TRAD"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/metamorfosis-del-condon">Referencias</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-82499262989049683292012-10-18T00:06:00.000-07:002012-10-18T00:06:29.436-07:00El engorroso manejo del condón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-381766-el-engorroso-manejo-del-condon">Octubre 18 de 2012</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">No toca
ser cura para criticar el preservativo. Tampoco hace falta leer minuciosos
estudios sobre la "primera vez" para señalar que en esa memorable oportunidad
dicho artefacto simplemente no encaja. Basta escarbar las memorias cercanas
para saber que se trata de algo incómodo que requiere pericia, que cuadra mal
con el romance, los excesos -de ganas, hormonas o alcohol- la angustia, la
desconfianza, la torpeza, la vergüenza, el afán o la primiparada. Y que es un
verdadero desastre con cualquier combinación de los ingredientes anteriores,
como ocurre con el primer polvo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">Los
trabajos sobre iniciación sexual en el país confirman que esa ocasión no es la
más apropiada para la capucha. Sobran sorpresas, accidentes o concesiones ante
la insistencia mientras faltan discusión y preparativos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<i><span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">Jenny, </span></i><span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">17 años, cuenta cómo "él salía más temprano
del colegio y me recogía en el mío. Todavía no éramos novios y una de esas
veces nos fuimos para la casa de él. Nos comimos el almuerzo y nos vimos una
película. Después nos empezamos a besar y ya, así quede embarazada". Para <i>Andrea</i>,
un año mayor, fue más sorpresivo. El novio de la hermana "fue a la casa a
visitarla, pero ni ella ni mis papás estaban. Entonces dijo que la iba a
esperar. Pasaron como cuatro horas y nada que llegaba y empezamos a jugar en mi
cuarto al beso prohibido y fue cuando nos acostamos". <i>Silvia</i>
de 15 años dice que quedó esperando en su primera relación. “Bailando y tomando
en una fiesta exageramos un poquito con el trago. Él se ofreció a llevarme a la
casa y me besó. Al día siguiente nos quedamos hasta tarde sólos … y ahí pasó
todo".<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">Los
testimonios anteriores, recogidos por estudiantes del Externado entre jóvenes
bogotanas de estrato medio, no son excepcionales. En la capital, de acuerdo con
una encuesta hecha por el CEDE en el 2003, las madres adolescentes empiezan
a ennoviarse justo después de la menarquia y tres años antes de la iniciación
sexual, que a su vez antecede en unos meses su primera relación
estable. El embarazo es casi simultáneo con ese noviazgo firme y para
cerca de la mitad de las encuestadas los métodos de planificación sólo llegan
después, tras esa experiencia. Dos de cada tres adolescentes dicen que no
recurrieron a ningún método porque el polvo crucial fue
inesperado. Incluso entre jóvenes de estrato medio y alto que usaron protección,
la decisión no siempre surgió de una discusión previa con la pareja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">Las
adolescentes caleñas se protegen mejor (64%) para su primer encuentro sexual
que las bogotanas. A pesar de que allí lo usual entre debutantes también es el preservativo,
la píldora y la inyección tienen muchísima más aceptación que en Bogotá.
Difícil saber hasta qué punto esa preferencia depende de que en Cali todas las
adolescentes del grupo focal realizado para el mismo estudio del CEDE “se
iniciaron con hombres mayores que ya habían tenido relaciones sexuales”
mientras que en Bogotá “la mayoría reportaron haber tenido relaciones sexuales
con parejas para quienes esa también era su primera vez”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">En la selección del método de planificación
posterior parece haber cierta inercia. Como anota <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gina</i>, de 18 años, “esa primera vez no nos cuidamos entonces
seguimos teniendo relaciones sin protección". El tipo de precaución
adoptada también depende de la actividad sexual, la estabilidad de la pareja y factores
aún misteriosos. En Bogotá, las jóvenes sexualmente activas pero sin pareja
estable prefieren mayoritariamente el condón (60%) mientras que en Cali optan
por la inyección (65%) seguida de la píldora (24%) con muy poco uso del
preservativo. Apartadas del discurso moderno tan adepto al incómodo artilugio,
no sorprende que las jóvenes caleñas no sólo se inicien sexualmente mejor
protegidas que las bogotanas, sino que presenten tasas de fecundidad inferiores.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Times; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Times; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">Catalina Escobar ha recibido reconocimiento
internacional por su labor de apoyo a madres adolescentes cartageneras. Ojalá
el pragmatismo que ha llevado su Fundación tan lejos le haga ver que para
prevenir esa metida de pata es preferible mirar hacia el Valle y los fármacos que
hacia la Sabana y el látex. El condón fue inventado para gente con mucha más
cancha. </span><span style="font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-41391417329144993722012-10-13T01:17:00.003-07:002012-10-13T01:24:10.741-07:00Celos verdes y celos negros<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-380493-celos-verdes-y-celos-negros">Octubre 11 de 2012</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">“Cuidado con los celos. Son el monstruo de ojos
verdes que se burla de la carne de la que se alimenta” le advierte Yago a
Otelo. Una adaptación local de la obra de Shakespeare debería cambiarle el
color de los ojos al monstruo. No sólo porque los verdes no son frecuentes en
Colombia sino porque aquí abundan los testimonios de celos negros, más
agresivos. Ofelia, campesina tolimense, ofrece un ejemplo: “mi marido cuando
estaba borracho era celoso y me pegaba porque alguien me miraba”. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcvCPS9861lL5E4dbzmgf3_tg1Zr7cGlJbncm6L6kDAP59-nQ3vxwq2qUJ_W-B_fNbI02XsEptiPheY8slmTUnJM04TxTLLN_RBAUCopHBjcre5Py6U-yqODeE16Rn5okPHoGt0YqGML8/s1600/ojos+verdes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="442" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcvCPS9861lL5E4dbzmgf3_tg1Zr7cGlJbncm6L6kDAP59-nQ3vxwq2qUJ_W-B_fNbI02XsEptiPheY8slmTUnJM04TxTLLN_RBAUCopHBjcre5Py6U-yqODeE16Rn5okPHoGt0YqGML8/s640/ojos+verdes.jpg" width="640" /></a></div>
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Para el objetivo de retener a la pareja -esa es la
función de los celos- se han identificado dos tipos de tácticas. Las positivas
como los regalos, las caricias, las palabras amables, la comprensión y por otro
lado las negativas o amenazantes, incluso violentas. Las primeras corresponden
a lo que Lucy Vincent, “neurobióloga del amor”, ha denominado celos verdes, con
los que se busca sostener la relación a base de recompensas. Los celos negros,
por el contrario, llevan a una exageración de los procesos normales para
mantener la atención de la pareja y tornan coercitiva la respuesta. Los celos
verdes son la zanahoria, los negros el garrote. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Para la reacción ante el tercero también es útil la
diferenciación. Verdes o negros reflejan el dilema entre querer entender,
perdonar e incluso imitar a quien atrajo a la persona amada, para
reconquistarla, o en el otro extremo, buscar hacerle daño. Así, según Vincent,
los verdes son unos celos productivos que estimulan la competencia mientras que
los negros, destructivos, conducen al conflicto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Los celos verdes son más discretos y por eso es
fácil ignorarlos o confundirlos con negligencia e ingenuidad. Los negros son
más taquilleros pues alimentan el drama. Son los que aparecen en los incidentes
graves de violencia de pareja que llegan a los medios. Los vallenatos, ricos en
despechos, no ofrecen mucha verdura. “Asi es mi vida y no voy a cambiar. Soy celoso
y qué soy celoso y qué”. En las aventuras amorosas de los grandes capos, las
más difundidas, también predomina el negro, más bien azabache, ante cualquier
duda. Aunque en sus memorias una famosa amante deja entrever que varias veces
buscó provocar en Pablo unos celos verdes con sus conquistas anteriores, como
para civilizarlo, fueron más fuertes las negras inclinaciones de Escobar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Un caso paradigmático de destrucción por celos es
el de los Cárdenas y los Valdeblánquez, dos familias guajiras que virtualmente
se exterminaron en una guerra sin cuartel que duró veinte años, dejó decenas de
muertos y cuyo detonante fue un ataque de celos negros. “El uno como que
encontró al otro con la vieja y empezaron a discutir y entonces el man, no
joda, te voy a matar, cuando fue que aquel no alcanzó a sacar y este de los
Cárdenas de una vez lo aseguró, lo jodió”. El incidente condujo a una escalada
inagotable de retaliaciones impulsadas por otra pasión que nunca es verde, la
venganza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La información sobre celos en Colombia es
fragmentaria y poco sistemática. Por alguna extraña razón se erradicaron de las
encuestas que indagan sobre violencia en la pareja las preguntas sobre
infidelidad y celos, como si averiguar y entender fuera equivalente a
justificar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">El Sensor Yanbal 2012 es una excepción, y sugiere
que en Colombia los celos serían más verdes que negros, en particular por el
lado femenino. El 85% de los hombres y el 77% de las mujeres infieles, y cuya
pareja se enteró, reportan haber sido perdonados. Como en otros asuntos, para
retener a la pareja es mejor la zanahoria que el garrote. Los datos de esta
misma encuesta sugieren que los celos femeninos son más eficaces: sólo un
hombre de cada tres pudo mantener su aventura en secreto contra casi la mitad
de las mujeres. Además, ellos están mucho más de acuerdo que ellas (47% contra
22%) con la frase “mi pareja me cela porque me quiere”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Las observaciones anteriores no implican desconocer
la importancia de los celos negros en el país. Los hay, son un problema grave,
los sufren sobre todo las mujeres y merecen capítulo aparte. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/celos-verdes-y-celos-negros">Referencias</a><o:p></o:p></span></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-25529368305403691232012-10-03T22:45:00.001-07:002012-10-03T22:45:05.469-07:00Bach para los celos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-379181-bach-violencia-de-pareja">Octubre 4 de 2012</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En mi familia, las mujeres de la generación
anterior tenían claro que los celos masculinos difieren de los femeninos, y que
los primeros son más agresivos y particularmente agudos entre los hombres
mujeriegos. Sin mayor reparo aceptaban que la explosiva mezcla de promiscuidad
y celos tiene algo de hereditario, pero también anotaban que ciertos ambientes
la estimulan o restringen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Franz de Waal, reconocido primatólogo, señala que
las hembras chimpancés se esconden de los jóvenes y del macho alfa para
copular, puesto que ni los unos ni el otro toleran tales deslices. “Al no
permitir que otros machos se acerquen aumenta la certidumbre sobre quién es el
padre. Consecuentemente, los machos celosos engendrarán más crías que los
tolerantes. Si los celos son hereditarios, más y más crías tendrán esa
característica”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLL6x3ddARIkOAEbpsXqCqLc_gEm0NVkRK9XcimnJcyNgrRz6-eqrOcIOiJVGAymb9Tmza8I9YWgxVfubIpgLWRe3hFfOAM7T6Ad9yzsBeeEdfDZR14yNEdVQG-LBxkpDGj5IurBgCxg/s1600/f1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLL6x3ddARIkOAEbpsXqCqLc_gEm0NVkRK9XcimnJcyNgrRz6-eqrOcIOiJVGAymb9Tmza8I9YWgxVfubIpgLWRe3hFfOAM7T6Ad9yzsBeeEdfDZR14yNEdVQG-LBxkpDGj5IurBgCxg/s1600/f1.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Mientras los chimpancés se pelean por fertilizar
todas las hembras que pueden, para ellas el número de crías no depende de la
cantidad de machos con los que copulan. Por lo tanto, “los celos en las hembras
son menos marcados. La lucha entre ellas por la atención del macho tiene más
que ver con el vínculo de largo plazo y menos con el contacto sexual”. Grosso
modo, eso afirmaban mi mamá y las tías. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En los primates, el vínculo entre el rango social,
el éxito en la lucha por aparearse y el afán de exclusividad está bien
documentado. No todo es atribuíble a los instintos, anota de Waal, ni se debe
pensar sólo en factores genéticos. “Que un macho chimpancé joven se convierta o
no en potentado intolerante depende de la manera como su madre lo trate y del
tipo de machos adultos con los que crezca”. O sea, la segunda parte del rollo
que sostenía la rama materna de la familia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Fuera de la influencia del activismo legal pro
igualdad, la reticencia contemporánea para aceptar la idea de rasgos
hereditarios puede provenir de una visión burda de la interacción entre
educación y predisposiciones innatas. En la actualidad se sabe que ni los
organismos más simples vienen totalmente programados ni los seres humanos somos
absolutamente maleables. Es tan absurdo decir que un comportamiento está
genéticamente determinado como afirmar que no tiene nada que ver con los genes.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Uno de los datos más reveladores que he encontrado
sobre la compleja y sutil mezcla de naturaleza y crianza en el terreno de la
promiscuidad es de una bióloga especializada en ciertos roedores en los que
existen dos grupos totalmente diferenciados: uno de ratoncitos fieles a morir y
otro de ratas que no paran de poner los cuernos. Aunque se ha logrado
identificar un componente genético para esta discrepancia, se trata más de una
predisposición que se puede activar o no dependiendo del entorno del recién nacido.
Si en las horas que siguen al alumbramiento la madre estimula con su hábil
lengüita ciertas zonas íntimas de la cría, esta tendrá una vida con numerosas y
cortas aventuras amorosas. Si la madre se abstiene de este sencillo protocolo,
el afán de promiscuidad no se desarrolla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Que esto suceda en especies con poca capacidad
cerebral para interpretar y predecir el entorno permite hacerse una idea del
enorme volumen de información sobre el ambiente que, durante las etapas
iniciales de la vida, una madre sapiens sapiens le transmite a sus retoños para
así consolidar o matizar predisposiciones e instintos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">¿Qué ventajas traería reconocer la existencia de
tales mecanismos en materia de infidelidad y celos? La respuesta es simple:
sería más factible prevenir sus estragos, en particular la violencia de pareja.
Las teorías globales que no ayudan a explicar diferencias individuales sólo
conducen al lamento y la inacción.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Como anticipo al remedio farmacológico que -si los
ilustrados y las feministas lo permiten- algún día ayudará a prevenir ciertos
conflictos de pareja que pasan a mayores, me atrevo a sugerir, para los celos
enfermizos, infusiones de achicoria o acebo, las dos esencias florales de Bach
útiles para esta dolencia. Alguna astuta matrona sumaría la advertencia de
ensayar la pócima con los suegros, para ver si se trata de un caso sin remedio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<!--EndFragment--><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimafQtuYrfoFodwO9cHEXsxij0RNp2fQx_xQNyf6AhdUPScJQuqUtSMFarb8GoJs1mF2-0flLs3cJmiBa1dWUD-v2DhW5_RU-qg7JPSI7y8csjziEV9g9AxMwzDZ74-3YnT-IRrbbNTA/s1600/f2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimafQtuYrfoFodwO9cHEXsxij0RNp2fQx_xQNyf6AhdUPScJQuqUtSMFarb8GoJs1mF2-0flLs3cJmiBa1dWUD-v2DhW5_RU-qg7JPSI7y8csjziEV9g9AxMwzDZ74-3YnT-IRrbbNTA/s1600/f2.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
<a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/bach-para-los-celos">Referencias</a></div>
Mauricio Rubiohttp://www.blogger.com/profile/16103494584935408746noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-65912420993239251022012-09-27T00:15:00.002-07:002012-09-27T00:31:28.301-07:00El problema de la tierra, y el del polvo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/opinion/columna-377717-el-problema-de-tierra-y-el-del-polvo">Septiembre 27 de 2012</a><br />
<br />
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Antes de morir ajusticiado un guerrillero le manda
saludes a Rocío. “¿Es la puta gorda de San Vicente?” le preguntan. “Sí, esa.
Ella me gusta … Mejor dicho, dígale que yo la quiero, que qué buena hembra”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Una mujer del EPL recuerda que las prostitutas eran
aceptadas en los campamentos. Era “una manera de preservar y proteger a las <i style="mso-bidi-font-style: normal;">masitas</i>”, como se denominaban las
jóvenes campesinas en las zonas de influencia de esa guerrilla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Uno de cada tres de los desmovilizados encuestados
por la Fundación Ideas para la Paz (FIP) reporta haber pagado por tener
relaciones sexuales antes de su vinculación al conflicto. Como algunos jóvenes
ingresan a los grupos armados sin experiencia sexual previa, esta proporción
esconde un poco la magnitud del fenómeno. Con relación a los iniciados
sexualmente, el porcentaje es un respetable 38%. No se observan discrepancias
sustanciales entre los combatientes de origen rural y los urbanos, pero entre
los más pobres la proporción es mayor.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">El ELN se diferencia tanto de las FARC como de las
AUC por reclutar menos varones con experiencia en sexo venal. Como lo sugieren
los testimonios, una vez en el grupo la costumbre persiste, con más fuerza
entre los paramilitares (57%) que en la guerrilla (18%). Sólo al desmovilizarse
la incidencia del sexo pago entre los guerreros se reduce sustancialmente a
menos del 10%. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75"
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIiOjGYYs-lrAi1uCtsUHnGr8P1Ol1HiaFi8AEqiei3Ax80vqnj42UfwmEPBUH-VIqopF9Gww67K6TW_SJKFIDTS8e_-RsE2F0Eylk3z4iPFhYDdhyb28gCr4Je_aOgvFw6YuSDBpUBg/s1600/grafica+t&p.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIiOjGYYs-lrAi1uCtsUHnGr8P1Ol1HiaFi8AEqiei3Ax80vqnj42UfwmEPBUH-VIqopF9Gww67K6TW_SJKFIDTS8e_-RsE2F0Eylk3z4iPFhYDdhyb28gCr4Je_aOgvFw6YuSDBpUBg/s1600/grafica+t&p.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Los encuentros sexuales por dinero podrían no ser
simples caprichos personales de los combatientes sino algo más
institucionalizado. En el año 2005, la revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cambio</i> señalaba que en Antioquia y el Eje Cafetero, “los grupos
armados reclutan menores que son llevadas hasta Tame, Arauca, y de alli las
envían a campamentos para que presten servicios sexuales a los combatientes.
Permanecen entre cinco y ocho días, y luego las devuelven a sus lugares de
origen”. La encuesta FIP corrobora el escenario de servicios prestados al
grupo, no a los combatientes individuales, puesto que las relaciones con
prostitutas las reportan incluso quienes no recibían ninguna remuneración
regular de la organización. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La proporción de clientes de la prostitución entre
los hombres colombianos no se conoce. Una encuesta realizada hace dos años
entre estudiantes universitarios arrojó un porcentaje del 6%, varias veces
inferior al de los guerreros. En términos internacionales, el peso de quienes
compran servicios sexuales entre los combatientes es casi el doble de lo
observado para los hombres de los mercados de sexo más activos del planeta, los
países asiáticos. En Tailandia, por ejemplo, supuesta meca del comercio sexual,
tan sólo el 24% de los hombres encuestados por un fabricante de preservativos
reporta haber pagado por tener relaciones sexuales. En Vietnam, líder mundial,
la cifra es del 34% y en la China del 22%, casi la mitad de la de los
insurgentes colombianos. En Alemania y Holanda, donde la prostitución no tiene
ninguna restricción, la fracción alcanza apenas el 6%, similar a la de los
universitarios nacionales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Así, al igual que los narcotraficantes, los
guerreros constituyen uno de los segmentos más pujantes de la demanda por
servicios sexuales en Colombia. Desde la perspectiva de las organizaciones esto
no sorprende: la prostitución para atender ejércitos es tanto universal como
milenaria. Un dato interesante de la encuesta a desmovilizados es que la
afición por el sexo venal se observa desde antes del ingreso de los jóvenes al
grupo armado. El mejor predictor de un guerrillero o paramilitar acudiendo a
una prostituta es haber tenido esa experiencia antes del reclutamiento. Sea
cual sea la visión que se tenga sobre los clientes del sexo pago sería
conveniente no ignorar esa característica de los jóvenes que se vinculan al
conflicto, ni tampoco el hecho que las organizaciones armadas ilegales parecen
haber desarrollado mecanismos para atraerlos, puesto que allí se concentran de
manera considerable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Por lo que se deduce de las conversaciones
preliminares a la mesa en Oslo, un tema tan ligero no llamará la atención de
los negociadores, ocupados en cuestiones de mayor trascendencia política. Pero
de pronto, para entender mejor el conflicto y comenzar a desmontarlo, podría
ser útil sumarle al debate sobre el endémico problema de la tierra algunas
reflexiones sobre este intrigante asunto del polvo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Una damisela del conflicto, la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">geisha paisita,</i> tiene su teoría sobre por qué en los grupos armados
siempre hay clientela fija: “los combatientes también necesitan el aliciente
del amor para pelear con valentía”.</span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana;"><a href="ttps://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/tierra-y-polc">Referencias</a> <o:p></o:p></span></div>
<!--EndFragment--></div>
Mauricio Rubiohttp://www.blogger.com/profile/16103494584935408746noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-87350616893362979562012-09-19T22:07:00.000-07:002012-09-19T22:12:50.791-07:00Sin mujeres en la mesa de negociación<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-376136-sin-mujeres-mesa-de-negociacion">Septiembre 20 de 2012</a></span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana;">Acompañado de Michelle Bachelet, el presidente
Santos <a href="http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-374445-santos-y-bachelet-presentan-nueva-politica-de-equidad-de-genero">anunció</a>
recientemente la nueva política de equidad de género. Días después <a href="http://www.vanguardia.com/actualidad/colombia/174123-las-mujeres-participaran-en-el-proceso-de-paz">afirmó</a>
que las mujeres “participarán activamente en el proceso de paz”. Sin embargo, el
grupo responsable del diálogo es de puros halcones. Ni una paloma. En el evento
político del cuatrenio las mujeres estarán entre la <a href="http://www.lapatria.com/nacional/definido-el-equipo-negociador-14280">retaguardia</a>
y <a href="http://www.kienyke.com/kien-escribe/a-mi-que-me-expliquen/">borradas</a>
del equipo negociador. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Incomoda que, con la compañera de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tirofijo</i> en una rueda de prensa, hasta las
FARC le hayan dado más protagonismo a las mujeres que el gobierno. Si no hubo inspiración
con la filosofía de la ley de cuotas, han debido observarse las directivas del
Consejo de Seguridad de la ONU para incrementar la participación femenina en todos
los niveles de las decisiones conducentes a la solución de conflictos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Luego de revisar los documentos de los procesos de desmovilización
durante los noventa, dos investigadoras concluyen que “en la mesa en que se
trama la paz, la voz de las mujeres no parece haber estado presente. Ni su voz
ni ellas mismas”. Del total de firmantes 280 son hombres y sólo 15 mujeres. En
los acuerdos con seis grupos insurgentes, no hay sino una mujer guerrillera
como signataria. Quienes los suscribieron en representación del gobierno, como
veedores o testigos fueron sólo varones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Parecería vigente el principio enunciado hace unos
años por un colombiano experto en diálogos: “la guerra es entre hombres y las
soluciones a la guerra tienen que ser entre hombres”. Ese, precisamente, es uno
de los errores para no repetir. De partida, se trata de una gran imprecisión:
el conflicto colombiano dejó de ser sólo masculino. Entre las personas
desmovilizadas de siete grupos guerrilleros en los años noventa una de cada
cuatro era mujer. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Se extrañan negociadoras en la mesa porque la
simple presencia femenina facilitaría el proceso. Con razón se ha dicho que un
requisito para acordar el fin de la guerra es convencerse de la imposibilidad
de ganarla. Un problema esencial de los hombres en las confrontaciones es su
terca y visceral pretensión de que serán vencedores. La lógica femenina ante
los conflictos es diferente: más que ganarlos se busca evitarlos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En la encuesta a desmovilizados de la Fundación
Ideas para la Paz, es diciente una discrepancia por género. Aunque la pregunta
que se hizo acerca de si “en algún momento sintió que iban a ganar la guerra”
se refería al grupo, no al individuo, sistemáticamente las mujeres fueron menos
optimistas sobre la posibilidad de vencer que los hombres. Entre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>excombatientes de las guerrillas, ser
mujer disminuye casi a la mitad y de forma estadísticamente significativa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los chances de haber pensado que podían
ganar la guerra. El impacto de sentirse asediado por la fuerza pública es
inferior a este nítido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">efecto género</i>.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En un proceso tan cargado de simbolismo -en últimas
se busca que unos comandantes cuasi retirados den la orden de liquidar una
marca de franquicias- sería útil enviarle a quienes dejan las armas una señal clara
sobre los avances de las últimas décadas en la situación de la mujer. Es por
ahí que más se añora una figura femenina en el equipo oficial de negociadores. A
pesar de la retórica igualitaria, el camino desde las montañas de Colombia hasta
la equidad de género es largo y tortuoso. Según una excombatiente, “en la
guerrilla, más que una mujer muy <i style="mso-bidi-font-style: normal;">abeja</i>
que sabía pensar, yo sólo les servía para cocinarles, para la hamaca, para
llevar a un muerto, para informar los movimientos del enemigo, y tenía que
decir que sí y callarme”. Incluso cuando se logra algo de representación
política femenina, los roles persisten. Una desmovilizada anota que “en la
negociación política vuelven a la cocina, a hacer la comida y a lavarles la
ropa a ellos … A mí que era vocera me desinformaban para que no llegara a las
ruedas de prensa”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La experiencia de diálogos anteriores y en otros
países sugiere que cuando los temas de género no se abordan desde el principio explícitamente
y sobre todo por mujeres, luego quedan excluídos de la agenda y de los
programas post-conflicto. Este punto es crítico en Colombia para las eventuales
desmovilizadas, con alto riesgo de exclusión y discriminación. Luego de varios
talleres con excombatientes se encontró que la experiencia en la guerrilla puede
ser un factor de respeto para ellos pero de desprestigio para ellas. Los padres
que se fueron a la guerra dejando a sus hijos regresan como héroes, las mujeres
como madres que los abandonaron. El rechazo es tan extendido que surge de donde
menos se espera. “Yo sí he sufrido la estigmatización de parte de las mujeres
feministas; a ellas les parece pavoroso que uno haya estado en la guerra … hay
un poco de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡qué pereza las guerreras!</i>”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/sin-mujeres-en-la-mesa">Referencias</a></span></span></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-37232995766325305962012-09-05T20:20:00.003-07:002012-09-05T20:47:45.201-07:00Un libro, por favor un libro<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/cultura/vivir/articulo-372845-un-libro-favor-un-libro">Septiembre 6 de 2012</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Al leer el documento acordado por el gobierno con
las FARC cualquiera pensaría que en la guerrilla colombiana se discuten
permanentemente, y con seriedad, una amplia gama de temas políticos,
económicos, sociales y agrícolas. Si al ambicioso texto se le suma el escenario
de las negociaciones preliminares, surge la tentación de imaginar una reedición
de los barbudos de la Sierra Maestra o, como ya se ha sugerido, de los rebeldes
urbanos del M-19.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La realidad del debate dentro de los grupos armados
colombianos es más pedestre, y presenta peculiaridades. Por un lado, a las
reuniones políticas asisten sobre todo las mujeres y en particular las
reclutadas cuando niñas. De acuerdo con la encuesta a desmovilizados de la
Fundación Ideas para la Paz (FIP), las combatientes fueron en promedio unas
treinta veces más al año que los hombres a discusiones sobre los objetivos
políticos del grupo o de su ideología. Además, a los reclutados con menos de 13
años les tocan muchas más reuniones que a los mayores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg411kzBu2uLb9xXBjwQZCGuk4QqaMfJMK0MHCXsyp9oKqWyBSl6uaiBy_dSEnrFCrAi_AL-6-A5AW4IsT4-xN1XVG_o8KpZns02-pRcDuz-7ZwOi3uNtpY-hxhHZqiQ6L4BhEyjO29GOg/s1600/g+libro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="493" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg411kzBu2uLb9xXBjwQZCGuk4QqaMfJMK0MHCXsyp9oKqWyBSl6uaiBy_dSEnrFCrAi_AL-6-A5AW4IsT4-xN1XVG_o8KpZns02-pRcDuz-7ZwOi3uNtpY-hxhHZqiQ6L4BhEyjO29GOg/s640/g+libro.jpg" width="640" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La segunda particularidad de estas sesiones de
discusión política es que son para quienes no reciben ninguna remuneración por
parte del grupo armado. La misteriosa incompatibilidad entre un estipendio y la
participación en el debate es mucho más marcada entre las mujeres. Mientras una
guerrillera que reporta no haber recibido ningún ingreso regular asistió en
promedio a 180 reuniones cada año, algunas mujeres a quienes las FARC o el ELN
les pagaron regularmente más de un salario mínimo fueron a menos de una al mes.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Sobre el contenido y la calidad de estas reuniones,
Eloisa * da algunas pistas. “Bueno, yo escuchaba, no leía. Estudiábamos la vida
del Che Guevara como el hombre nuevo … lo estudiábamos por su compromiso con
una causa: la causa noble de la revolución para la construcción del socialismo.
Y por su desinterés”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Un amigo, aburrido con el rollo, le recomendó a
Eloisa que buscara un libro de otra cosa y hablaban después. Ella, que acababa
de ver su primera película, quedó preocupada. “Yo creía que la guerrilla estaba
en todo el mundo y cuando me di cuenta de que no era así pensé que,
definitivamente, mi cabeza estaba llena de aserrín”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Al volver a casa buscó afanosamente un libro,
cualquier libro. “Esa misma tarde empecé a preguntar quién tenía uno. Nadie,
pero nadie tenía un libro en el pueblo. Creían que me había vuelto loca”. Por
fin le sugirieron que en la parroquia podría encontrar algo. El padre Domingo
no salía de su asombro. En todo el tiempo que llevaba en el pueblo nadie le
había hecho tan insólita solicitud. No desaprovechó la oportunidad y le endosó
la vida de un santo. También le recomendó ir a la biblioteca de Neiva,
aclarándole que se trataba de un lugar en donde había muchos libros. “Uno va
allá, pide el que quiera y se lo prestan”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La encuesta FIP y el testimonio de Eloisa permiten
sospechar que más que debate, lo que se da actualmente en los grupos armados es
simple adoctrinamiento para párvulos que apenas leen. Tal vez se recurre a
herramientas pedagógicas similares a las utilizadas para atraerlos a las filas.
“La música de los niños, de los jóvenes y de los más viejos son canciones
guerrilleras y canciones de narcos. Punto”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No sorprende que los combatientes reclutados
después de la adolescencia asistan poco a las reuniones políticas. Y tampoco
sorprende la alegría de Eloísa cuando, ya reinsertada, la bibliotecaria de
Neiva le recomendó sus primeras lecturas: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
sapo enamorado</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El cocuyo y la mora</i>
y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Yoco busca a su mamá</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Para los sesudos diálogos que se inician, y como
contrapunteo al último <a href="http://www.semana.com/nacion/video-farc-alla-del-rap-manifiesto-politico/183975-3.aspx">hit</a>,
"Ay, me voy para La Habana, me voy para conversar la suerte de mi
nación", sería útil acompañarlos con algún coro escolar entonando a <a href="http://www.youtube.com/watch?v=NwTIfVG1i_g&feature=related">Carlos
Puebla</a>: “pero la reforma agraria va, de todas maneras va … y se acabó la
diversión, llegó el comandante y mandó a parar …”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">* Tomado de <i>Más allá de la Noche</i> de Germán Castro Caycedo</span></span></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-73967917262838038542012-08-28T03:23:00.000-07:002012-08-29T23:18:48.214-07:00El demonio a veces está en casa<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-371169-el-demonio-veces-esta-casa">Agosto 30 de 2012</a><br />
<br />
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<o:Company>Piano Latino</o:Company>
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<!--StartFragment-->
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Fuera de la recurrente explicación económica para
el reclutamiento de menores por grupos armados ilegales se ha consolidado, para
las mujeres, la de la violencia sexual. Se habla de cientos, miles, de niñas “violadas,
abusadas y maltratadas física y sicológicamente por los hombres armados”. “La
violencia de género y la violencia sexual en conflictos armados son perpetradas
como actos de venganza, como aliciente para la moral de los soldados, como un
método de infligir terror y humillación en la población”. Pero el problema
tiene aristas más sombrías, y puede tener origen doméstico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Eloísa *, una ex guerrillera, decidió que su
padrastro sería su papá pues su padre biológico, a quien llama <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Demonio</i>, abusó de ella desde los ocho
años. “Nunca le he contado esto a nadie, ni a mi mamá, porque él se enfurecía y
decía que si hablaba me cosía los labios. Y también me callaba por miedo a las
lenguas del pueblo, que son largas … Llegaba con una botella de cerveza en la
mano y yo volvía a decir `estoy despierta, esto no es un sueño, es la
realidad´… Él roncaba un tanto y cuando dejaba de roncar, me decía: `Usted no
es mi hija. Usted es mi mujer´”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Con tales fechorías en casa el reclutamiento estuvo
servido en bandeja. Cuando, a los nueve años, Eloísa trató de evadirse con cien
tabletas de Novalgina, quienes la encontraron desfallecida en la calle fueron
los de la ronda nocturna de la guerrilla. A los trece le mandó un mensaje al
duro de turno. “Díganle que quiero ingresar. Yo también soy capaz de disparar
un fusil”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No son pocas las jóvenes campesinas que han buscado
refugio a la violencia de su entorno inmediato en los grupos armados. Entre las
que respondieron la encuesta a desmovilizados de la Fundación Ideas para la Paz
(FIP), una de cada cinco señala haber sufrido abuso sexual antes de la vinculación.
Para las citadinas la cifra es menor pero sigue siendo alta, 13%. Los
principales responsables de los atropellos no son los guerreros sino quienes
viven con ellas en la casa, o por ahí cerca. El 65% de las campesinas
sexualmente abusadas antes de entrar al conflicto señalan a un familiar como
responsable. Tan sólo un 5% reporta haber sido agredida por alguien del grupo
armado. Para las mujeres de origen urbano la participación de los guerreros es mayor pero siempre inferior a la de
los familiares. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivoQuHAzfWUEyG4YgahmWneWBiFLaCKB-51yjiv7QBNqSUA7UXUmFWW96URuoJ4HxHGFNdPWdb9dlYKxrDB3wGltcPE0Qhtw3iIZRsuUsn2sJ-gqdDnJ1Entx-6o0WJB0IAsPNypKGTzE/s1600/g+demonio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivoQuHAzfWUEyG4YgahmWneWBiFLaCKB-51yjiv7QBNqSUA7UXUmFWW96URuoJ4HxHGFNdPWdb9dlYKxrDB3wGltcPE0Qhtw3iIZRsuUsn2sJ-gqdDnJ1Entx-6o0WJB0IAsPNypKGTzE/s640/g+demonio.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">El impacto del abuso sexual es duradero. En los
momentos de locura con algún guerrillero, a Eloísa se le “encaramaba la rabia a
la cabeza” porque le parecía que estaba con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
Demonio</i> y sentía unas ganas tremendas de atacarlo. Cuando en su frente le
dieron a las mujeres la orden de ajusticiar un infiltrado a cuchilladas, ella sólo
tuvo que pensar que era <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Demonio</i> y “por
fin le había llegado su momento. Ahí me calenté … le dí dos veces. Con fuerza.
Con todo lo que me daba el brazo”. Algo sorprendido, el comandante preguntó de
dónde había salido semejante guerrera. “¿Guerrera? yo no era más que una hija
ofendida”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Se puede pensar que para prevenir el abuso sexual en
la casa se debe reforzar la vigilancia a través de la escuela: cuando los incidentes
llegan al sistema de salud ya es demasiado tarde. Pero esa vía no es infalible.
Una vez que Eloísa se quedó en el salón pensando en la lección de escritura recibió un puño en el oído derecho. Era Don Agustín muy molesto porque
le había desobedecido la prohibición de no salir a recreo. “Se me fue el mundo
… duré más de dos meses con un zumbido en el oído y un mareo que me tumbaba”.
Fue a quejarse al comandante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En la guerrilla las cosas no funcionaron mucho
mejor. “Lo que encontré allí fue más agobio”. Eso sí, aprendió a defenderse. No
sólo mató a los que quisieron abusar de ella sino que cuando <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Demonio</i> volvió a empujarla contra el
colchón sacó la treinta y ocho y disparó al suelo. Lo dejó como un pobre
diablo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La vinculación de menores al conflicto colombiano
es un enredo monumental. No siempre se trata de una familia que entrega a sus
hijas para que no se mueran de hambre, o de unos guerreros que las violan y
convierten en esclavas sexuales. A pesar de los excesos de maestros como Don
Agustín hay que insistir en la calidad del sistema educativo. No abundan alternativas
para detectar a los tipos endemoniados con sus hijas o familiares. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;">* Historia tomada de <i>Más allá de la noche</i> de Germán Castro Caycedo</span></span><br />
<span style="font-family: Verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Verdana;"><span style="mso-spacerun: yes;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/el-demonio-a-veces-esta-en-casa">Referencias</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<!--EndFragment--></div>
MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-12894091652223945732012-08-01T22:55:00.000-07:002012-08-01T22:55:14.603-07:00Pobreza, celulares y conflicto<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Verdana; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-bidi-font-size: 18.0pt;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-364450-pobreza-celulares-y-conflicto">Agosto 2 de 2012</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Verdana; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-bidi-font-size: 18.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Verdana; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">"La pobreza fue el factor que impulsó a
la mayoría de estos jóvenes a formar parte de la guerra" sentencia sin
titubeos una persona experta en el conflicto. En el mismo artículo, sin
embargo, ofrece el testimonio de José que no concuerda con tal afirmación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: Verdana; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-bidi-font-size: 18.0pt;">Según la encuesta a desmovilizados de la
Fundación Ideas para la Paz la principal</span><span style="font-family: Verdana;">
razón aducida para haber ingresado a un grupo armado es, en efecto, económica.
Sin embargo, la hipótesis materialista no ayuda a explicar las diferencias por
género, por lugar de origen y por tipo de organización entre los jóvenes
vinculados al conflicto. Mientras la mitad de los hombres provenientes de zonas
urbanas anotan que lo hicieron por razones económicas, tan sólo una de cada
cinco de las mujeres campesinas –el grupo más vulnerable- menciona esa
motivación. Además, los grupos que acogen jóvenes buscando mejorar sus ingresos
son básicamente los paramilitares (56%), no la guerrilla (16%). También son
paras los que pagan un estipendio por combatir, algo poco común en lo grupos
subversivos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Un indicador de la riqueza familiar basado en las
características de la vivienda reportadas en la misma encuesta no muestra, para
las mujeres ex combatientes, ninguna relación entre la pobreza y la militancia.
Las del nivel alto mencionan razones económicas tanto como las más pobres. En
los hombres si se da una relación, pero contraria a la esperada: al disminuir
la riqueza se hace menos frecuente la alusión a las motivaciones materiales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Para el primer contacto con el grupo armado no se
observan diferencias apreciables por género pero sí entre guerrilla y
paramilitares. Más del 40% de los desmovilizados de la insurgencia señalan que
el acercamiento inicial provino del grupo. Entre los ex combatientes de las AUC
la proporción se reduce al 20% y ganan importancia tanto los familiares o
amigos ya en armas como la iniciativa de la persona desmovilizada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Cuando el acercamiento provino de los combatientes
sí se observa una incidencia de la pobreza. Las organizaciones ilegales son las
que siguen el guión de las causas objetivas del conflicto: a mayor precariedad
es más probable que el reclutamiento se haya dado por iniciativa del grupo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Por el contrario, si la vinculación fue buscada por
la persona desmovilizada o por su entorno -familia o amigos- el mayor nivel
económico incrementa los chances de unirse al conflicto. Así ocurre con la
guerrilla o los paramilitares y el efecto es más nítido en las mujeres.
Mientras el 37% de las más pobres dicen haber tenido la iniciativa para la
guerra, entre las del quintil más alto el porcentaje sube al 63%. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Hay una alta proporción de jóvenes previamente
entrenados en el manejo de armas. A veces, el asunto se inicia como diversión.
“A los 12 años me gustaba llegar de la jornada de trabajo y ser parte de alguna
de las bandas que teníamos con mis amigos: hacíamos pistolas con palos y
caucheras, nos vengábamos de los que considerábamos nuestros enemigos y, a
veces, dejábamos amarrado en un árbol a algún niño que nos cayera mal. Era un
juego. Eso pensábamos, hasta que los paras nos vieron e intentaron reclutarnos”.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0faCdzMYBjoN2r5v5FXBUbmt0bXnwX-pe2T_EJfWSKwO32V6K68iX0A1kPkZiUSyblm4hdmlJv_f2d65IUYgE-mysCZ-iqmF_IFJhT3GA3tmWPjSrnD9o_GcLWL8gK326uRaEXTPqdfM/s1600/pobreza+y+conflicto+Grafica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0faCdzMYBjoN2r5v5FXBUbmt0bXnwX-pe2T_EJfWSKwO32V6K68iX0A1kPkZiUSyblm4hdmlJv_f2d65IUYgE-mysCZ-iqmF_IFJhT3GA3tmWPjSrnD9o_GcLWL8gK326uRaEXTPqdfM/s640/pobreza+y+conflicto+Grafica.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En los varones se percibe una asociación negativa
entre la pobreza y la experiencia con armas previa a la vinculación. Para las
desmovilizadas manejar armas antes de entrar al conflicto no depende de la
riqueza salvo en el estrato más favorecido, donde la proporción es
sustancialmente mayor. Más de la mitad de las mujeres, y dos de cada tres de
los hombres provenientes del quintil más alejado de la pobreza manejaban armas
antes de ser reclutados. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">El gancho monetario que usan los paras al enrolar
adolescentes dista bastante de la situación dramática de alivio de la pobreza.
El director de un proyecto educativo en varios municipios de los Llanos
Orientales y del Magdalena Medio, en estrecho contacto con profesores, me
cuenta el procedimiento de captura de niñas por los paracos. “Un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">bacán</i> las contacta y les dice que el
patrón les manda saludos; con los saludos o un poco después les llega un
celular de regalo; después las llevan a comprar ropa y a comer un helado … a
veces llega una lavadora o una nevera nuevas para la mamá”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Para algunos el conflicto es como un ascenso a las
grandes ligas. Un joven reclutado por el ex novio de la hermana cuenta cómo se
volvió el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sapo</i> que transmitía recados
del comandante a la gente del pueblo. “Un celular era nuestro medio de
comunicación; él me daba una orden y yo nunca decía que no. Por dar una razón
me ganaba entre 200.000 y 300.000 pesos. ¡Cómo me gustaba esa vida! Tenía plata
rápida y contacto con las armas que antes eran hechas de palo”<o:p></o:p></span></div>
</div>MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-87463651799631123982012-07-26T05:28:00.002-07:002012-07-26T05:28:39.072-07:00Niña, juguemos a la guerra<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador,<a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-362757-nina-juguemos-guerra"> Julio 26 de 2012</a><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Verdana;">Liliana</span></i><span style="font-family: Verdana;"> <a href="http://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articulo-358120-relato-de-una-pisa-suave">recuerda</a>
que una mañana al salir a comprar lo del desayuno “me encontré con un camión
del que bajaron dos hombres armados y me dijeron simplemente: súbase. Eso fue
todo”. Al día siguiente en el campamento comprendió que no era la única menor
reclutada. Ahora, “éramos parte de la guerrilla de las Farc … Acababa de
empezar mi pesadilla. Cinco días después el comandante del campamento me
violó”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Anne Phillips, periodista de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Foreign Affairs</i> <a href="http://www.foreignaffairs.com/articles/137672/anne-phillips/fighting-mad">cuenta</a>
la historia de Atena, maltratada con frecuencia por su hermano. Tras una
golpiza se escapó de la casa y llegó a un pueblo en donde Paco, un amable
viejito, se le acercó para ofrecerle protección y aventuras si lo acompañaba a
una finca. A las dos semanas, Atena supo que no podría irse de allí aunque
quisiera. En ese momento no le importó. Al fin y al cabo su mamá nunca la
defendió de las muendas y nadie la había invitado a un helado como hicieron los
guerrilleros que estaban en la finca. Eso sin hablar de la posibilidad de
integrar una nueva familia que prometía igualdad de género. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Atena se demoró en hablarle a la periodista de sus
actividades nocturnas en el campamento, específicamente de sus obligaciones
sexuales. “La mayoría de las mujeres reclutadas, independientemente de su edad,
se ven obligadas a atender a los guerrilleros, en un esfuerzo por mantener la
moral de la tropa y evitar el riesgo de seguridad que implican las aventuras amorosas
con civiles”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">El caso no es excepcional. Así lo sugieren los
resultados de una investigación de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) basada
en una encuesta a ex combatientes y próxima a publicarse. Buena parte de las
desmovilizadas se iniciaron sexualmente, siendo niñas, en el grupo armado. El
43% de las mujeres ingresaron vírgenes a la organización, y entre estas, una
mayoría lo hicieron antes de los 13 años. El fenómeno es más notorio en la
guerrilla que en los paramilitares. En el ELN, por ejemplo, el 63% de las
mujeres eran vírgenes al vincularse, en las FARC el 55% y en las AUC el 14%.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Si el reclutamiento de infantes fuera siempre
forzado, como el de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Liliana</i>, tal vez
sería más fácil saber cómo reaccionar –con fuerza pública y fiscales- que ante
una vinculación como la de Atena, que vio en el grupo armado un eventual
refugio contra la violencia en su hogar. Refiriéndose al levantamiento de los
nasa, Salud Hernández <a href="http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/saludhernandezmora/las-farc-mandan-salud-hernandez-mora-columnista-el-tiempo_12031123-4">anota</a>
que “es la región donde más menores de edad reclutan las Farc, sobre todo
niñas, debido al maltrato y abusos sexuales que sufren en sus familias”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Tan sólo el 9% de las desmovilizadas señala como
principal razón para haber entrado al grupo armado la fuerza o el engaño; un
23% lo hizo buscando poder o protección –de las cuales, en el campo, casi las
dos terceras partes huían de la violencia en sus hogares- y el 17% por puro
gusto: por las armas, porque pensaron que sería una aventura, por tener conocidos en el grupo o por amor
y amistad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No siempre el encargado de pescar las menores que
se han volado de la casa es un anciano querido como Paco. Parece haber
procedimientos más generalizados y sistemáticos de seducción. Varios datos de
la misma encuesta apuntan en esa dirección. El abandono escolar, un factor
determinante de ingreso a un grupo armado, difiere entre hombres y mujeres ex
combatientes. Mientras la mayoría de los varones señalan que dejaron de
estudiar por razones económicas, las mujeres aducen menos esa razón. Casi tan
importante (22%) es la mención que dejaron la escuela para ingresar
directamente a un grupo armado, un tránsito automático que reporta tan sólo el
6% de los varones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Una de cada tres desmovilizadas aprendió a usar
armas antes de hacer parte del grupo ilegal. Las campesinas, en promedio, supieron
disparar dos años antes que los varones.
Y mientras para buena parte de ellos el inicio fue el servicio militar,
la mitad de las mujeres de origen rural empuñó un arma por primera vez de la
mano de un guerrillero. El gancho en las montañas de Colombia parece ser jugar
a la guerra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguBXnEfGcafFdCvKaZwwqRBS7KPYzxSA7YNuSV3kP_ivOVb9ULRCQOOQAdkevkk77L_LmRpwcRp5OvssRMxiQ9VrtzzP3bUgGyi2Yzq1CF-k0wjQe2wXrgy45owhd-lsF57QYc0BOT2vI/s1600/farc+nin%CC%83as.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguBXnEfGcafFdCvKaZwwqRBS7KPYzxSA7YNuSV3kP_ivOVb9ULRCQOOQAdkevkk77L_LmRpwcRp5OvssRMxiQ9VrtzzP3bUgGyi2Yzq1CF-k0wjQe2wXrgy45owhd-lsF57QYc0BOT2vI/s640/farc+nin%CC%83as.jpg" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Estos datos son consistentes con una observación de
<a href="http://www.verdadabierta.com/nunca-mas/78-reclutamiento-de-menores/1349-entre-2008-y-2009-icbf-recibio-a-40-ninos-reclutados-el-tiempo">Verdad
Abierta</a>: “para ganarse la confianza de los niños, subversivos no mayores de
20 años los llevan por momentos al monte para adiestrarlos en manejo de
armas". Por eso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">María</i>, una madre
de familia de la zona rural de Rovira, no quiere que sus hijos “cambien el
lápiz y los cuadernos por el monte y los fusiles”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Difícil saber, de los 13 infantes que en Mayo de
este año la guerrilla se llevó de varios colegios de Puerto Guzmán en el
Putumayo, cuantos habrían sido previamente persuadidos. En todo caso, cuesta
trabajo imaginar que las rutinas concretas de reclutamiento no forzado de
menores para el conflicto se basen en extensas y sesudas argumentaciones
históricas sobre la explotación desde la colonia, o el problema agrario sin
resolver. La periodista de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Foreign
Affairs</i> describe una mecánica bastante <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ligth</i>
pero tal vez más realista, muy similar a las de las maras y pandillas en
Centroamérica. A ellas les prometen que ya no habrá más abusos, o directamente
las seducen con los fierros. A ellos los atraen “prometiéndoles una motocicleta,
un celular, ropa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cool</i>, y todo lo que
les ayude a levantar novia”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Con algo de audacia se podría proponer que las niñas campesinas jueguen a la guerra
con la fuerza pública. <a href="http://www.eltiempo.com/justicia/ninas-en-medio-del-conflicto-colombiano_11385804-4">Violeta</a>
recuerda que tal estrategia tiene sus bemoles, pues es una actividad bastante
regulada. “Fíjese que un día unos hombres uniformados, pero no del Ejército,
interrumpieron la clase en el colegio. Entraron al salón y uno abrió una lista
que tenía y leyó el nombre de las niñas que debían irse del pueblo o dejar de
salir con los policías si querían seguir vivas”.<o:p></o:p></span></div>
</div>MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-4475706880472953062012-07-18T23:43:00.002-07:002012-07-18T23:43:44.806-07:00Rosa Elvira Cely, el elefante y el gusano<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Publicado en El Espectador,<a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-361135-rosa-elvira-el-elefante-y-el-gusano"> Julio 19 de 2012</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Uno de los
cuentos del colegio era que para el examen de biología, Jaimito sólo se sabía
bien el tema del gusano. Cuando le preguntaron sobre el elefante, tranquilamente
respondió: “es un animal que vive en la tierra, en la tierra hay muchos
gusanos, el gusano bla, bla …”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Tras el
horroroso asesinato de Rosa Elvira Cely en el Parque Nacional la inquietud
apabullante es por qué un tipo con tales antecedentes conocidos por la justicia
–asesinato de una mujer a machetazos y abuso de dos hijastras- andaba suelto. En
Colombia hay razones para la impunidad difíciles de corregir, como la no
denuncia, la deficiente investigación o las amenazas a los jueces. En este
caso, sin embargo, para evitar una nueva víctima bastaba con no dejar libre a
un asesino ya detenido. La pregunta del millón, el enorme elefante que quedó planteado
con el atroz incidente, es simple: ¿por qué la justicia colombiana deja libre a
un detenido con alta probabilidad de reincidir en sus crímenes? ¿Cuál fue la
verdadera falla detrás del atroz asesinato de esta mujer? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Algunos
grupos feministas se las arreglaron para reaccionar trayendo a colación el
gusano de siempre: las luchas de género. El mismo gusano baboso que sale a
relucir con cualquier señal de machismo y con el que se pretende convertir a
Javier Velasco en otro símbolo del peligroso colectivo masculino. La nueva
enmienda a los códigos para prevenir la violencia contra las mujeres, la ley
Rosa Elvira, hablará de feminicidio para “decirles a los hombres que no se
pueden salir con la suya, que agredir a una mujer sí es muy grave”. Eso fue lo
que aparentemente faltó para atajar a Javier Velasco, un tipo común, un amigo
más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La
tendencia a irse por las ramas y hacer proselitismo con el gusano no es
capricho de unas cuantas activistas. De las cumbres académicas nos <a href="http://www.lasillavacia.com/elblogueo/julieta-lemaitre/34104/violentos-y-violencias">recuerdan</a>
que es un desacierto considerar el caso de Rosa Elvira Cely como excepcional.
La explicación y la solución deben ser colectivas. El castigo hace parte de una
ideología conservadora y “cambiar la cultura de un país es la utopía con la que
de verdad vale la pena soñar”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Los
dilemas penales protuberantes tras este asesinato, los elefantes de la
inimputabilidad y la reincidencia, no llaman la atención. Quedan sepultados por
la misma agenda política ubicua y ambiciosa: erradicar el machismo. Más pertinente
que evitar muertes corrigiendo entuertos judiciales específicos es ponerse a la
par con los países latinoamericanos que ya llevaron el feminicidio al código
penal y tomar conciencia de que nos toca transformarnos culturalmente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Difícil
entender qué aporta a la comprensión de la violencia de género, y a proteger a
víctimas como Rosa Elvira, meter en el mismo paquete a Javier Velasco con los dos
o tres millones de hombres comunes y corrientes que han agredido físicamente a
su pareja en Colombia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Un
detallado estudio para Bogotá y Pereira suministra información sobre los
atacantes sexuales, algunos de los cuales son homicidas o combinan las violaciones
con otros delitos. A pesar de que las tasas de reincidencia del 14%<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>son apenas superiores a las de otros
países, y no parecen excesivas, el riesgo que representan los delincuentes
sexuales seriales es considerable. El <a href="http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo-359915-presunto-violador-facebook-se-pasar-nina-de-13-anos">prontuario</a>
del presunto abusador de 60 jovencitas que se hacía pasar por niña en facebook
palidece ante el de un violador con 220 damnificadas. De Javier Velasco se
conocen hasta el momento cinco víctimass, o sea que se puede considerar
atacante en serie. Además, desde antes del crimen del Parque Nacional, hacía
parte del violento tercio que busca silenciar o eliminar a sus víctimas,
también reincidiendo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM3L163um_Yr4f7d2xC2ssTRuFbyp9r3Rk-b4xsWQtMedEJFBQSgRiJQIDZiEV4Cs4SFMdBArD0I2y9JmzSFW0bFLKqHYdSe0rUPRv3i2_6G3_78tFRSX5HdUOSC4i2N3cLDTHjsJM3M4/s1600/rosa+cely.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="550" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM3L163um_Yr4f7d2xC2ssTRuFbyp9r3Rk-b4xsWQtMedEJFBQSgRiJQIDZiEV4Cs4SFMdBArD0I2y9JmzSFW0bFLKqHYdSe0rUPRv3i2_6G3_78tFRSX5HdUOSC4i2N3cLDTHjsJM3M4/s640/rosa+cely.jpg" width="640" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: 15px;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El gusano
doctrinario es tan insólito que una de sus promotoras alcanzó a manifestar <a href="http://www.semana.com/opinion/ni-rosa/178501-3.aspx">sorpresa</a> por la
marcha de protesta luego del asesinato y a afirmar que sólo se dio gracias a
las mujeres “comprometidas con las luchas de género”. Ignoró que en un país tan
violento como Colombia el rechazo a los atacantes sexuales se da hasta en
sitios insospechados, repletos de machos violentos. Como anota uno de ellos,
con 21 agresiones judicializadas, “a todos los que estamos por delitos sexuales
nos va muy mal en las cárceles, por eso es mejor estar solo”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">No he
podido encontrar la cifra de asesinos o violadores que quedan libres por
inimputables en el país. Para algunos estados norteamericanos se sabe que las
defensas basadas en ese alegato constituyen menos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del 1% de los juicios por crímenes graves, y que las
absoluciones que se logran son menos de la tercera parte de esos casos. A pesar
de esa baja participación, en las encuestas la opinión pública norteamericana
se opone de manera mayoritaria a la absolución por inimputabilidad, no sólo por
razones retributivas sino utilitaristas: lo que gana un solo individuo es poco
con respecto al daño que le puede hacer a la sociedad. Eso lo dejó bien claro
el asesino del Parque Nacional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Conozco
personas que dejaron de ser practicantes católicos a raiz del desacertado sermón
del cura en el entierro de un familiar. Encontraron insoportable la falta de
respeto y consideración con la gente afectada por el deceso. No toleraron el
recurso al mismo gusano, la insistencia en que es mejor estar en el más allá
que seguir viviendo, el proselitismo por encima de la empatía. Las reacciones
más visibiles ante el asesinato de Rosa Elvira, y la justificación de un
proyecto de ley en su honor, adolecen de esa misma falta de consideración con
las víctimas directas. Cuesta trabajo imaginar que la familia Cely se sienta
comprendida y apoyada con la peregrina sugerencia de que a Rosa Elvira no le
ocurrió nada extraordinario, que eso es pan de cada día. El dogmatismo no es
buen aliado de la compasión. A mí no me cabe duda que más que el gusano
ideológico del patriarcado lo que los debe estar atormentando es que, sin
saberlo, Rosa Elvira tenía como compañero de estudios a un violador y asesino puesto
en libertad por la justicia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">No es
fácil predecir cual será la respuesta de Javier Velasco –o de sus similares en
el futuro- ante una ley que tipifique el feminicidio, pero me temo que poco les
importará. Lo que sí me preocupa es el impacto perverso que esta retórica centrada
en el cambio cultural pueda tener sobre los operadores del sistema judicial
colombiano; esos mismos personajes que, despistados a más no poder, dejaron
salir de la cárcel, por inimputable, a un atacante sexual y homicida que, como
era fácil prever, reincidió. Si no se corrige esa vertiente tan lamentable de
la impunidad el peligroso elefante seguirá haciendo estragos, a pesar de las
nuevas leyes y del gusano del machismo.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Times; font-size: 11.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/rosa-elvira-el-elefante-y-el-gusano">Referencias</a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<!--EndFragment--></div>MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-52415080573929536692012-07-12T00:58:00.003-07:002012-07-12T00:58:37.941-07:00Sobrepeso a la colombiana<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Publicado
en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-359127-sobrepeso-colombiana">Julio
12 de 2012</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Alejandra Azcárate dio papaya al <a href="http://www.caracol.com.co/noticias/actualidad/columna-de-alejandra-azcarate-sobre-las-7-ventajas-de-la-gordura/20120706/nota/1718163.aspx">burlarse</a>
de la gordura femenina. Todo el mundo le cayó encima: hueca, sin valores,
bruta, flaca de ideas, oportunista, cursi, frívola, abusiva, cobarde, agresiva,
malcriada, superficial, hiriente, venenosa, tóxica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">A quien se define como flacuchenta le criticaron
con razón no saber de lo que estaba hablando. El primer descache fue ignorar
que la silueta Botero o Rubens es casi mayoritaria en el país. El 45% de las
colombianas que respondieron el <a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/encuestas/sensor-yanbal-de-la-mujer-colombiana">Sensor
Yanbal 2012</a> señalan tener sobrepeso. No a todas las mujeres les interesa
ser modelos, así es que el sermón de una flaca mitad jocosa mitad regañona sacó
de quicio a más de una. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Sobre los perjuicios de la gordura para la salud
-algo que no preocupó a la Azcárate, sensible sólo a la pinta- no vale la pena
extenderse, salvo anotar que el expediente de riesgos contemporáneos, desde el
cigarrillo hasta el celular, no cesa de aumentar. A tal punto que, en la
actualidad, las colombianas no establecen ninguna asociación entre los achaques
de su cuerpo y el sobrepeso. Para quienes consideran que su estado de salud es
malo, la proporción con sobrepeso es del 28%. Entre las que se sienten al pelo,
el porcentaje <i style="mso-bidi-font-style: normal;">aumenta</i> al 40%. O sea que
el “cuerpo liviano, ágil y elástico” como el de Alejandra está lejos de ser una
condición necesaria para sentirse saludable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No acierta la actriz al afirmar que el sobrepeso
femenino se maneja con el desparpajo y la pedantería con los que ella alardea
de su figura. Una de cada tres de las mujeres con exceso de peso está haciendo
dieta, contra una de cada diez entre las demás. Tampoco atina al señalar que
las pasadas de kilos “convierten su figura en su mayor factor de seguridad”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sólo 7% de las mujeres con peso normal
se sienten insatisfechas con su apariencia personal, la cifra sube al 18% entre
las que se sienten gordas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Una imprecisión de la Azcárate fue atribuír el
sobrepeso femenino sólo a la genética y a los malos hábitos alimenticios. Medio
evocando a una famosa feminista sugirió que la mujer no nace sino que se hace
gorda y que por eso debe cuidar no tanto la tiroides como la “mueloides”. Este
despiste se entiende con una de las <a href="http://www.terra.com.co/farandulaytv/articulo/html/far5880-alejandra-azcarate-la-sin-verguenza-se-destapa-en-terracomco.htm">confesiones
públicas</a> que ha hecho quien, a pesar de fungir de progenitora de imagen, no
tiene ni idea lo que es ser madre. En Colombia, el factor que en mayor medida
ayuda a explicar el sobrepeso femenino es el haber dado a luz. La
probabilidad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de que una madre se
sienta por encima del peso ideal es el doble a la de una mujer de sus mismas
características pero sin prole. El tamaño de la familia importa menos, lo que
deja marca es el primer embarazo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdaRy4JGMY4vyeP5IGcE91b42_5RvE7DJXFCDW3XQP6ok6cX-hK52PcvwjnGHBlrde3AwgqDiANm33EKn2pC4P_TuquulzR46AOk2Y-1vZZwZ6nqE0Lu4p-A94YXCXRELOWjvYVvzL1w/s1600/g+sobrepeso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdaRy4JGMY4vyeP5IGcE91b42_5RvE7DJXFCDW3XQP6ok6cX-hK52PcvwjnGHBlrde3AwgqDiANm33EKn2pC4P_TuquulzR46AOk2Y-1vZZwZ6nqE0Lu4p-A94YXCXRELOWjvYVvzL1w/s1600/g+sobrepeso.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Fuera de los hijos, dentro de las variables
disponibles en esta encuesta, ninguna se asocia con una mayor masa corporal
femenina. Parecen contribuír a controlar el peso la soltería, los estudios
después del bachillerato y, tal vez por la mejor salsa del mundo, vivir en
Cali. Filtrando por el nivel educativo, el estrato económico no afecta, como
tampoco lo hace la participación laboral. A pesar de lo que recomiendan los
hiperactivos, hacer deporte –una afición poco femenina- no altera mucho esos
kilos de más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En contra de lo que entre líneas sugiere Alejandra,
el sobrepeso no conlleva mayores consecuencias sobre la vida de pareja. Con
menos cuernos pero un poco más celosas, las gordas se declaran tan satisfechas
con su vida sexual como las demás, reciben el mismo apoyo en las tareas del
hogar y, siendo menos infieles, las celan por igual. Tampoco se diferencian por
el maltrato que reciben de su pareja. El sobrepeso no afecta la percepción de
haberse sentido alguna vez discriminada como mujer, a pesar de que la
insatisfacción con la apariencia personal sí multiplica por tres esos
chances.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Un dato curioso es que la importancia del peso
sobre la conformidad con la apariencia física es diferente por géneros.
Mientras que para algunas de ellas los kilos disminuyen la satisfacción con la
figura, a ellos lo que les preocupa es estar demasiado flacos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La suficiencia de la columna no le resta a la
Azcárate el acierto en un punto clave sobre las gordas: “en el sexo se
desinhiben con facilidad … tienden a estar tan seguras de ellas mismas que se
convierten en grandes amantes”. En promedio, las colombianas con más peso en la
cola, aquí literalmente, preferirían tener dos valiosos polvos más al mes que
las flacuchas como Alejandra, que tal vez optan por jadear en el gimnasio. En
mayor proporción, consideran que la mujer debe tener la iniciativa para las
relaciones sexuales y dentro del reducido grupo de mujeres que quisieran tener
sexo a diario, las que tienen kilos extras constituyen una aplastante mayoría
cuando jóvenes y conservan el liderazgo del deseo en todas las edades hasta la
menopausia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Esta encuesta no da información sobre la frecuencia
efectiva de relaciones sexuales, sólo la que se considera deseable. Pero como
el sobrepeso no afecta la satisfacción con la vida sexual, se puede sospechar
que en Colombia las gordas tiran más. Eso es lo que se ha encontrado
recientemente en otros países. Un <a href="http://journals.lww.com/greenjournal/Abstract/2008/09000/Body_Mass_Index_and_Sexual_Behavior.13.aspx">estudio</a>
basado en una encuesta a cerca de ocho mil mujeres en los EEUU, señala que las
pasadas de kilos reportan más encuentros sexuales a lo largo de su vida que las
demás. Entre los tres grupos de mujeres con distinta masa corporal no se
perciben mayores diferencias en las principales variables demográficas o
sociales. En las de peso superior hay menor proporción de vírgenes y la
frecuencia de sexo en el último mes es levemente superior. No aparecen
diferencias en cuanto a orientación sexual y, como en Colombia, reportan menos
infidelidad. También se encuentra<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que “una mayor proporción de mujeres con peso normal son nulíparas” y
que el sobrepeso y la obesidad afectan sobre todo a quienes tienen hijos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Virginia Mayer, “una gorda hermosa que folla a la
carta”, le escribió indignada una <a href="http://www.kienyke.com/historias/virginia-mayer-otra-gorda-indignada/">respuesta</a>
a la Azcárate y obtuvo un respaldo masivo. A la flaca, que se jacta de no ser <a href="http://www.youtube.com/watch?v=HgEzeNPWTqw">feminista sino realista</a>,
se le armó la gorda por no darse cuenta de que estaba insultando a unas madres.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="color: #1a1a1a; font-family: Verdana; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Helvetica Neue"; mso-bidi-font-size: 14.0pt;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/sobrepeso-femenino-en-colombia">Referencias</a><o:p></o:p></span></div>
<!--EndFragment--></div>Mauricio Rubiohttp://www.blogger.com/profile/16103494584935408746noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-9797180225604119272012-07-04T02:01:00.001-07:002012-07-04T21:43:15.313-07:00Tareas domésticas y llanto infantil<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-357267-tareas-domesticas-y-llanto-infantil">Julio 5 de 2012</a><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">A sus seis años, mi hija menor me hizo una
observación. “Yo quiero más a mamá, pero a veces prefiero estar contigo. Tú no
me pides todo el tiempo que ordene mis cosas”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Un colega a quien nadie calificaría de ventajista
me contó por qué no lava los baños. “Antes lo hacía. Pero con mi esposa
acordamos que no valía la pena. Según ella siempre me quedan tan mal lavados
que le toca volver a hacerlo”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">A pesar de los avances en acceso a la educación, o
del aumento en la participación laboral femenina, en Colombia las tareas
domésticas siguen mayoritariamente a cargo de la mujer. En el 72% de los
hogares encuestados para el <a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/encuestas/sensor-yanbal-de-la-mujer-colombiana">Sensor
Yanbal 2012</a> cocinar es una responsabilidad femenina y sólo en el 7% lo hace
él. Para el aseo, las cifras respectivas son 62% y 8%. Por estratos, el
compromiso masculino no cambia pero a mayor nivel la mujer va delegando las
cargas en una empleada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Las labores en la casa vienen en bloque. Se trata
de un paquete liderado por la verdadera faena: el cuidado de los hijos. Estos
datos sugieren que es la supervisión de la prole lo que determina la división
del trabajo en el hogar. La persona que asume la responsabilidad de los niños
es normalmente quien hace las demás tareas domésticas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkM56YEbI37x41LIuXPm9jcwpWvVkGBKsevqZ9ej-DmCXqjmX9BTLJcPqgXn47bPajjKlRA_elQXDWgyiRMhHe0XuYHcXnG882iuxpvPLEO3Ti6dhNXOvwEZ2uJBwf5nULl8OQHLdBJw/s1600/tareas+y+llanto1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkM56YEbI37x41LIuXPm9jcwpWvVkGBKsevqZ9ej-DmCXqjmX9BTLJcPqgXn47bPajjKlRA_elQXDWgyiRMhHe0XuYHcXnG882iuxpvPLEO3Ti6dhNXOvwEZ2uJBwf5nULl8OQHLdBJw/s1600/tareas+y+llanto1.jpg" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Por varias décadas el feminismo logró erradicar
cualquier mención de diferencias naturales entre mujeres y hombres para la
crianza. La maternidad es una construcción cultural dictaminaron quienes, sin
tener hijos, adornaron semejante desatino con arandelas como el embrutecimiento
de quienes se dedicaban a ser mamás. Una nueva generación de investigadoras,
motivadas precisamente por entender los monumentales cambios hormonales,
físicos, mentales y comportamentales que enfrentaron con el embarazo, el parto,
la lactancia y esa peculiar e intensa relación con sus hijos está volviendo a
poner orden en el reguero doctrinario que dejaron sus combativas antecesoras. <a href="http://ib.berkeley.edu/people/faculty/profiles/more/mdiamond.php">Marian
Diamond</a>, respetada neuroanatomista, y una de las decanas de este grupo,
cuenta que “cuando tuve mi primer hijo en los brazos, mi hipotálamo me dijo: es
por esto que estás aquí”. <a href="http://www.oxytocin.org/oxy/love.html">Kerstin
Uvnas-Moberg</a>, endocrinóloga sueca, dejó de interesarse por los jugos
gástricos para dedicarse a la oxitocina al tomar conciencia de la radical
transformación de sus conductas tras cuatro hijos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Agradecidas con el feminismo que les allanó el
camino para formarse e investigar temas antes vedados, equipadas con la tecnología
que revolucionó el estudio del cerebro, este grupo de científicas está
cambiando la comprensión de la maternidad empezando por recuperar realidades
básicas –por ejemplo que somos mamíferos- que una élite intelectual anti
darwinista pretendió ignorar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En las mujeres, las imágenes cerebrales muestran
reacciones similares al evocar la persona amada o los hijos. Además, se activan
las mismas zonas afectadas –el centro de placer- de los consumidores de drogas.
Anotar que las mujeres son adictas a su prole es más que una metáfora. No
sorprende que la época más propicia para que fumadoras, alcohólicas o
drogadictas cambien sus hábitos es alrededor del embarazo y el parto: un clavo
saca otro clavo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">¿Qué tiene que ver el cerebro de las madres con la
división del trabajo doméstico? La conjetura es simple: la supervivencia del
recién nacido depende de su alimentación y de evitar enfermedades. Poner en
marcha esas antenas sería el paso crucial de la mujer para tomar control de lo
que se come, y de la limpieza del hogar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La imágenes cerebrales de madres oyendo llorar a
sus hijos, muestran efectos sobre las mismas regiones activadas
excesivamente en personas que padecen de trastorno obsesivo compulsivo (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_obsesivo-compulsivo">TOC</a>), o
sea que viven en estado de alerta contra las pequeñas amenazas del ambiente
cercano. Además, entre las mujeres con TOC se ha <a href="http://www.scielo.br/pdf/rbp/v33n4/v33n4a14.pdf">encontrado</a> como
factor de riesgo ser casada con hijos y una de las manifestaciones más comunes
es la obsesión por la limpieza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Más que el mercado laboral, algo recientísimo en el
horizonte de la evolución, la reacción ante el llanto del bebé podría ser el
precursor de los desequilibrios en el reparto de tareas domésticas. El peculiar
reflejo de moverse hacia donde se sabe que habrá problemas en lugar de alejarse
es una de las reacciones que los seres humanos, y con peculiar intensidad las
madres, comparten con los mamíferos. Y en ese comportamiento se observa un
cambio radical después de haber dado a luz. En los hombres, la respuesta es
distinta. Mientras ellas reaccionan con las zonas más antiguas y emotivas del
cerebro, los padres lo hacen con el cortex, pensando y planeando lo que se
puede hacer. El proceso paterno depende de múltiples consideraciones y toma más
tiempo que la reacción automática de la madre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">En lugar de la visión conspirativa que las
responsabilidades en el hogar son una consecuencia del desequilibrio de poder
en la sociedad –cuando el reparto de labores para la crianza es universal, ancestral
y similar en muchas especies- es más parsimonioso plantear que los hombres, y
en general los machos, somos torpes en detectar ciertos peligros para los bebés.
Alertas tan sólo al ataque de depredadores externos, nos colinchamos en los
sofisticados mecanismos maternales para evitar otras amenazas a la
supervivencia infantil. En ese paquete se cuela luego todo lo doméstico:
supervisión, cocina, aseo, lavado. Más que explotadores, somos unos gorrones,
unos zánganos, que aprovechamos esa diferencia básica en lo que se percibe soportable
o peligroso del entorno inmediato. El lema sería algo como “a quien le preocupe
más ese inconveniente, que se haga cargo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Esta visión del reparto de tareas no implica
considerarlo inmodifiable, ni justificar la sobrecarga femenina. Por el
contrario, puede ser sugestiva en soluciones factibles. En lugar de esperar al
nuevo hombre transformado por una cultura más igualitaria, la mamá trabajadora contemporánea
debería preocuparse ante todo por establecer unos turnos rigurosos para atender
a esa criatura que no cesa de llorar. La hipótesis es que si se logra un
reparto equitativo en esa responsabilidad primitiva y esencial lo demás llega
por añadidura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/tareas-domesticas-y-llanto-infantil">Referencias</a><o:p></o:p></span></div>
</div>Mauricio Rubiohttp://www.blogger.com/profile/16103494584935408746noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-8116537388013456868.post-61534233005954259522012-06-27T23:15:00.001-07:002012-06-28T06:27:06.966-07:00Optimismo desde el taxi<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Publicado en El Espectador, <a href="http://www.elespectador.com/impreso/vivir/articulo-355852-optimismo-y-empuje-de-mujer-un-taxi">Junio 28 de 2012</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Llamaré Marina a una extraordinaria taxista
bogotana que conocí hace unas semanas. Nuestra charla empezó con un comentario
mío sobre lo raro que sigue siendo ese oficio para una mujer. “Es que nos
asustan. Pero fíjese: desde que instalé el sistema de alarma, ni siquiera me
toca analizar la cara del pasajero”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Marina era profesora de idiomas pero pudo más su
temprana vocación por la mecánica. El papá también fue taxista y ella, aún en
el colegio, hacía turnos cortos por las tardes. Desde pequeña ayudó en la
tienda de la mamá, y ambas veían el taxi como un activo del negocio. Siempre
fue claro en la familia que un vehículo es más una herramienta que un bien de consumo.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Se casó joven. Cuando con los primeros ahorros su
esposo, también profesor, le propuso que se compraran un carro ella le dijo que
no quería una máquina que sólo generara gastos. “Mejor un taxi”, sentenció. Por
varios años contrató choferes y siguió dictando clases. Un día, aburrida del
incumplimiento de los conductores y los alumnos, pensó que si se encargaba del vehículo
podría mejorar los ingresos, subirse el ánimo, conocer gente, ser más autónoma
y, sobre todo, tener más tiempo para ella y sus hijas. No se arrepiente. Maneja
la casa, y su vida, con el taxi. "Entre dos carreras puedo parar donde
venden el mejor pan, me conozco las especialidades de todas las carnicerías ...
Siempre sé dónde hay promoción de jabones. Transporto a mi esposo en pico y
placa, recojo a mis hijas en el colegio y llego temprano a la casa para pintar,
que es lo que realmente me gusta hacer". Para los gastos no tiene que
esperar la quincena. Y los días buenos, cuando le sobra plata, invita al esposo
a una heladería. "Imagínese, hasta puedo mantener el romance, como cuando éramos
novios”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Esta elocuente taxista ha logrado lo que la mayoría
de colombianas quisieran: un
actividad con jornada maleable, para combinar lo laboral con lo familiar y lo
extra curricular. Sin importar la edad, el estrato, si trabajan o no, el nivel
educativo, el lugar donde viven, el estado civil, el número de hijos o la ayuda
doméstica, más del 60% de las mujeres en el país manifiestan que les gustaría
un trabajo de medio tiempo. Sólo el 7% lo tienen, pero muchas más lo desean. Este
resultado del <a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/encuestas/sensor-yanbal-de-la-mujer-colombiana">Sensor
Yanbal 2012</a> sorprende pues va en contravía de lo que progresivamente se
impuso como dogma, que el trabajo libera. La ley de Marina -un corolario de la
ley de Pambelé- es simple: para hacer lo que a uno le place, es mejor trabajar
menos que trabajar más. A los varones colombianos, poco atentos a la prole, tal
vez menos versátiles, no les preocupa tanto como a ellas marcar tarjeta para
dedicarle toda su atención, su energía y sus mejores años a la condena laboral.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Es probable que esa sensación de tener firmemente
en las manos –como el timón del taxi- las riendas de su vida sea lo que hace de
Marina una persona tan positiva y optimista. En la media hora que conversamos
no se quejó ni una sola vez. No mencionó la palabra acoso, ni la
discriminación, ni el techo de cristal, ni la inseguridad, ni el desempleo
profesional, ni la violencia machista, ni siquiera habló mal del Procurador. En
el inhóspito territorio de las calles bogotanas, donde las reglas las imponen a
la brava los machos –choferes, guardaespaldas en burbuja, motociclistas,
pilotos de ambulancia, contratistas, atracadores, policías- ella se mueve
tranquila. Nada la asusta, nada la amarga, nada la indigna. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La familia, bajo el liderazgo de Marina, está llena
de planes: una exposición de sus pinturas, una maestría del esposo, los
estudios de estadística en la Nacional con los que sueña desde los trece años
la hija mayor, o los de arte la menor. Ni siquiera la visa que le negó el
gobierno suizo a su brillante primogénita para visitar una tía y aprender a
esquiar logró amilanarla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No hablamos de política, pero seguramente algunos
tildarían a Marina de conservadora. Se adaptó como pudo a un entorno agreste.
No sueña con otro planeta para realizarse como persona, ni mucho menos pretende
señalarle a otras la ruta hacia la utopía. Se ha centrado en fijarse objetivos
factibles, calcular sus chances y solucionar uno a uno los problemas concretos
que enfrentan ella o su familia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Al bajarme del taxi Marina me dio las gracias por
mi curiosidad. Desde entonces no he dejado de preguntarme cuál es la fórmula
para esa seguridad tan rotunda y sin fisuras, para ese verdadero
empoderamiento. El optimismo irreductible es tal vez lo que está detrás de su
capacidad para asumir riesgos y sentirse bien en su pellejo. Ver el lado bueno de las
cosas, sin ingenuidad ni obstinación, es un poderoso motor de la acción. La
confianza en sí misma es una capacidad que adquirió temprano y supo mantener.
El arreglo económico que tiene con su esposo es insuperable. Él aporta los
recursos frescos del sueldo y ella maneja, literalmente, los ahorros. Está
diversificado el riesgo y las hijas están protegidas contra eventuales deslices
o sucursales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Sería inadecuado anotar que se trata de una mujer
que creció en medio de privilegios. Por el contrario, cualquier ONG extranjera
se escandalizaría con esos antecedentes de explotación laboral. Marina trabajó
desde niña en el comercio minorista y apenas pudo en el transporte público. Lo
adecuado, dicen, hubiera sido limitarle el tiempo libre a las tareas escolares
y a los juegos, para que soñara con un mundo mejor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">Un <a href="http://www.sylviarimm.com/seejanewin.html">estudio</a> sobre mujeres
laboralmente exitosas en los EEUU señala que la mayoría de ellas recuerda haber
tenido desde la infancia distintas responsabilidades, además de las domésticas,
hoy tan estigmatizadas. Durante el bachillerato, casi la totalidad combinó sus
estudios con trabajos remunerados como cuidar niños, hacer la limpieza o dar
clases. Al igual que Marina, las más empresariales colaboraron en negocios
familiares. A otras, también como a Marina, los trabajos juveniles les
sirvieron para identificar su vocación. Una pediatra, por ejemplo, señala lo
definitiva que fue para su carrera la temprana experiencia como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">baby-sitter</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">No alcancé a tocar el tema, pero yo apostaría que
Marina nunca estuvo inscrita en cursos o seminarios sobre “problemas de género”. Su optimismo no es la norma entre las mujeres con estudios superiores. Suena increíble, pero en Colombia, de acuerdo con la misma encuesta Yanbal, la
proporción de quienes reportan haberse sentido discriminadas “de cualquier
forma por el hecho de ser mujer” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">aumenta</i>
con el nivel educativo. Lo anterior a pesar de que en el estrato alto, con
acceso a la universidad, la percepción de exclusión femenina es menor. Las
mujeres con secundaria o menos señalan como foco primordial de discriminación a
la familia; las más educadas perciben que el entorno que las margina es el
laboral. Pero aún filtrando por el empleo, el hecho de tener estudios
superiores incrementa en un 75% la probabilidad de que una colombiana se haya
sentido discriminada como mujer. Algunas doctoras del país se sienten más excluídas
que Dioselina Tibaná, buen primor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAJXFFt3C_VpWsWLDth2uBMYgzx4c3NlrR6L-he9lDWlcCsALjZPlPc2A7RO1-fJSXcLQ5m_B8Xuu-u6A_VWi1E4ztM3P6cHnzH2ngCvhRZVkYQFf72mqygewPerrDffwQmEKSdAIJwwI/s1600/optimismo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="453" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAJXFFt3C_VpWsWLDth2uBMYgzx4c3NlrR6L-he9lDWlcCsALjZPlPc2A7RO1-fJSXcLQ5m_B8Xuu-u6A_VWi1E4ztM3P6cHnzH2ngCvhRZVkYQFf72mqygewPerrDffwQmEKSdAIJwwI/s640/optimismo.jpg" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">A diferencia de esta valiosa y valerosa taxista que
maneja con optimismo, berraquera y ternura tanto el patrimonio como el
matrimonio, en algunas aulas universitarias por empoderamiento femenino se
entiende cultivar con esmero los temores, repasar el inventario de abusos,
alargar la lista de derechos y perpetuar la quejadera. Qué productivas serían
unas charlas esporádicas con mujeres como Marina, que no se sienten víctimas,
conviven armoniosamente con su pareja y con más tezón que retórica lograron el
control de sus vidas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;">La última solicitud burocrática que hizo Marina
–que un gobierno extranjero le diera a su hija autorización para viajar- se la
negaron. Cualquier día, entre un par de carreras por el vecindario del
consulado, volverá a insistir, hasta que se la den. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana;"><a href="https://sites.google.com/site/mrpblogs/home/el-espectador/optimismo-empuje-taxi">Referencias</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-right: 2.15pt; text-align: justify;">
<br /></div>
</div>MRhttp://www.blogger.com/profile/14286197860043845654noreply@blogger.com